Aunque la extensa obra de Luis Racionero (Seo de Urgel, Lérida, 1940) arranca en los años setenta, su entrada en la autobiografía no llegó hasta 2009 con la aparición de Sobrevivir a un gran amor seis veces. Entre veladuras, tal vez excesivas, narra sus seis relaciones maritales y propone una visión del amor conyugal cargada del pesimismo que tanto caracterizó al antihegeliano Schopenhauer. Su novela La muerte de Venus refleja también la idea del amor como un juego obsesivo en el que el varón es el perpetuo perdedor.
Memorias de un liberal psicodélico es asimismo una historia de vida pero situada en otro plano del yo. Aquí Luis Racionero ha construido su texto apoyándose sobre todo en el plano intelectual. Con una prosa directa introduce al lector en su proceso de formación, en su trabajo y en su porceso creativo. Al mismo tiempo desgrana su visión del mundo y subraya placeres culturales tan significativos como los de la buena mesa y la conversación pausada.
Quizá esta dicotomía sea para el lector su principal problema. Entender la biografía de Racionero requiere sumergirse en sus, por ahora, dos volúmenes. De otra manera cuesta entender que alguien que ha dejado Barcelona para instalarse a escribir en una masía del Ampurdán se traslade a Madrid porque su última esposa, Elena Ochoa, no puede vivir en otro sitio. Además de eso el autoproclamado hippy y liberal psicodélico alquila un piso entre el Parque del Buen Retiro y el Museo del Prado, una microzona de Madrid cara, estirada y añeja. Para atender la casa y servir la mesa contrata a un matrimonio filipino. Al poco tiempo se traslada a la Universidad de Cambridge siguiendo a su mujer y, como leemos en estas páginas, su último amor acaba en inglés de un modo bastante humillante. Pero ojo, no se confunda el lector. Racionero es mucho Racionero. Nacido en 1940 en Seo de Urgel, estudia Ingeniería Industrial y se licencia en Económicas en Barcelona. Aprende idiomas y consigue la difícil y prestigiosa beca Fulbright para estudiar en urbanismo en la excelente universidad de California, campus de Berkeley. Posteriormente sería profesor en la Escuela de Arquitectura y en la Facultad de Ciencias Económicas de la Ciudad Condal. Su obra, tanto en catalán como en castellano, ha tocado todos los palos. También ha hecho cine. Durante la etapa del gobierno de Aznar, fue director del Colegio de España en París y de la Biblioteca Nacional en Madrid. Memorias de un liberal psicodélico recibió el III Premio Gaziel de Biografías y Memorias 2010, un galardón -30.000 euros- que viene a sumarse a otros como el Azorín, Anagrama o Espasa. Racionero se revela en este volumen como un retratista excepcional. Sus viajes, su enorme cultura y su profunda memoria le posibilitan recrear personajes y circunstancias con un detalle y unos matices capaces de mantener al lector en vilo páginas y páginas. Del Josep Pla y del Dalí de los últimos años hace sendos retratos que por sí solos justifican el libro. Su cena de matrimonios, a base de paella, en Cambridge con los Steiner roza la astracanada, pero su posterior conversación con George Steiner en su despacho del Churchill College en torno al problema judío y al Holocausto merece ser enmarcada.
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