Los tiempos, en algunos aspectos, han cambiado. Uno de ellos es la velocidad con que suceden los acontecimientos. Todo cambia muy rápido, lo que provoca que todo tenga una fecha de caducidad muy corta. Por ejemplo, según algunos estudios el 75% de las empresas desaparecerán en los próximos diez años.
¿Qué significa esto?
Las empresas hoy día están obligadas a configurarse sin mucha “grasa”, es decir, tienen que ser “atléticas” para actuar con agilidad y deben confeccionar sus diseños estratégicos según planteamientos minimalistas, es decir, hacer mucho con poco: con poco dinero, con poco tiempo, con pocos recursos, con pocas personas… La obesidad corporativa –los costes fijos son una lacra– es peligrosísima en el contexto actual. Evidentemente, ello no debe llevarnos a caer en el otro extremo, porque si bien los costes fijos siempre suponen un lastre la inversión es necesaria para crecer. Por ello tampoco debemos caer en la anorexia corporativa.
Los freelances cada vez van a cobrar más protagonismo en el contexto competitivo actual. Según Charles Handy en el futuro las organizaciones empresariales estarán formadas por tres fuerzas de trabajo muy diferenciadas: el núcleo de la organización (el 20% que realizará el 80% del trabajo), las empresas subcontratadas (otro 40%) y la fuerza de trabajo flexible (trabajadores a tiempo parcial y trabajadores temporales que suman el 40% restante) (ver artículo Modelo Hollywood, de José Manuel Casado, Presidente de 2C).
No es de extrañar que William Bridges en Usted, S.A. diga que “las empresas modernas no necesitan empleados leales sino proveedores comprometidos y con mentalidad de mercado”.
Trabajar de freelance implica desarrollar y tener una marca personal (personal branding) para tener éxito a la hora de generar negocio. Hace poco leí el libro Marca Personal (ESIC, 2008) de Andres F. Pérez Ortega (@marcapersonal). Comento algunas ideas:
– La palabra marca procede de marcar que significa “actuar sobre alguien o algo imponiéndole carácter o dejándole huella”.
– Ya Tom Peters en The brand called you (agosto 97) decía: “Cada uno de nosotros es el Director General de su propia empresa: Yo, S.A.”.
– Todos tenemos una marca, la cuestión es si esa marca se gestiona o no; es decir, si los demás perciben lo que tú quieras que perciban.
– Si no creas tu propia marca, alguien lo hará por ti. Los silencios también hablan.
– La marca sirve para: ser recordado, ser tenido en cuenta, ser opción preferente, ser elegido.
– La clave de los negocios está en la venta y se vende mejor cuanto mejor es la marca.
– El marketing y la gestión de la marca son tanto más importante cuando la oferta es mayor que la demanda.
– Lo opuesto a commodity (indiferenciación) es marca (diferenciación).
– No se puede estar en todos los charcos, no es creíble: “Trate de ser todo para todos y sólo conseguirá ser nada para nadie”. Ni hiperespecialista, ni supergeneralista.
– Si nuestra única oportunidad es la de ser iguales, entonces no es una oportunidad (Margaret Thatcher).
– Uno de los grandes problemas es la educación que nos uniformiza, nos hace iguales a todos. La diferencia incomoda lo que provoca que la singularidad de cada persona se vaya diluyendo.
– La asesora de marcas Jan Marie Dore dice que “la marca propia se refiere a determinar quién eres en lo más profundo de ti mismo, en lugar de inventar una marca con la que te gustaría ser percibido”. Por eso lo más importante a la hora de construir una marca es ser honesto contigo mismo: ¿Qué tengo yo que me hace diferente?
– Tom Peters: “Si vas a crear una marca propia, debes conseguir estar concentrado sin descanso en aquello que aporte valor”. Steve Jobs de Apple le dijo a John Sculley cuando todavía estaba en Pepsi: “¿Quieres pasarte el resto de tu vida vendiendo agua azucarada o quieres una oportunidad para cambiar el mundo?”.
– Algunas claves en la gestión de una marca son:
a) Autenticidad: la honestidad con uno mismo es la primera regla de la creación de marca.
b) Actividad: participa, hazte visible. Lo que no se conoce, no existe.
c) Estudia: mantente informado de lo que ocurre en el mercado y con tus competidores.
d) Rapidez: quien da primero, da dos veces.
e) Actitud positiva: la gente quiere soluciones no problemas. Enfoca los mensajes en tono positivo, que sean esperanzadores.
f) Juega limpia: no hables mal de los demás, te desprestigia.
g) Vende bien: lo que implica tener en cuenta los aspectos emocionales. A la gente se la conmueve por el corazón y se la convence por la razón.
h) Diferenciación: lo que te hace diferente, te hace único, explótalo. Lo esencial de cada persona es su singularidad.
i) Consistencia: entre la imagen pública y la vida privada, aunque ello suponga renunciar a parte de libertad (todo tiene un precio).
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