sábado, 30 de agosto de 2014

Salvemos la Educación

Salvemos la educación

ABC | Antonio Hernández-Gil
A cada generación le toca vivir tiempos de zozobra en los que el futuro deja de ser lo que casi siempre ha sido, un horizonte de progreso. La historia es fractal, como el contorno de las costas: sus curvas son infinitas y cada curva se descompone en curvas menores, unas dentro de otras, que distinguimos o no según la altura del punto de mira. A grandes rasgos, es fácil divisar la honda ensenada de la Edad Media, donde los excesos de la civilización romana favorecieron la irrupción de pueblos menos cultos pero más poderosos en el cuerpo a cuerpo, el terreno de todas las batallas; y el cristal del derecho romano que cubría el imperio se rompió en mil ordenamientos locales. De aquella larga noche comenzó a salirse por las luces minúsculas que en los monasterios encendieron algunos hombres sabios y, después, por la sistematización del studiumgenerale en las universidades europeas: Bolonia, la Sorbona, Oxford, Salamanca. El humanismo, el renacimiento, la Edad Moderna y los logros de la civilización que algunos disfrutamos no habrían sido posibles sin la institucionalización de una enseñanza orientada hacia la excelencia. De la razón del imperio al imperio de la razón, decimos los juristas a propósito del derecho romano. Y la razón no se improvisa; se cultiva lentamente. Todo apunta a que nos adentramos en otra oscura hondonada falta de sueños que alumbren el progreso, fragmentada por intereses locales que ahogan la compasión del mundo y gobernada –es un decir– por el poder antes que por la razón. No es fácil distinguir las causas de los efectos: si la ruina económica precede a la moral o si es el abandono del espíritu lo que deja a las fuerzas materiales desnortadas, avanzando espasmódicamente en direcciones tantas veces contrarias a la igualdad y la justicia. Pero probablemente no hay disolvente más poderoso de estos males que la educación de los jóvenes unida a la palabra y el ejemplo de los verdaderamente mejores.
NIETO
NIETO
Para quienes creemos en el valor irremplazable de la enseñanza pública en la tarea de igualar a los ciudadanos hacia arriba, la situación de la enseñanza universitaria en España clama al cielo. Aunque no distamos tanto de otros países de la Unión Europea en porcentaje del PIB dedicado a la enseñanza, la aportación de conocimiento de la universidad española a la sociedad está muy por debajo de lo deseable. El problema radica, sobre todo, en el diseño de un sistema educativo sometido a demasiados cambios en la definición de los contenidos curriculares de los estudiantes y en algunas desacertadas decisiones de gobiernos sin suficiente sensibilidad hacia este elemento nuclear del orden social que, como corresponde a su vocación crítica, no suele estar en manos amigas del poder. Los recortes impidieron durante 2012 la contratación de personal temporal e interino y la convocatoria de vacantes en la Administración, fijándose en educación una tasa de reposición del 10% de las jubilaciones. Los Presupuestos Generales del Estado mantienen esa tasa de reposición del personal docente e investigador por tercer año consecutivo y aún no se ha anunciado una rectificación. Las vacantes de profesores jubilados –nueve de cada diez en el mejor de los casos– se apilan en las universidades al margen de que los estudiantes aumenten o disminuyan, de que se impartan más o menos grados, o de la eficiencia de cada centro, obligando a suspender programas docentes e investigadores y a emigrar a los jóvenes más prometedores.
Formo parte del claustro de la UNED, una universidad con 260.000 estudiantes, un incremento en su número del 26,7% en el decenio 2003-2013, mientras el sistema universitario español descendió un 3,6%, y una extraordinaria función social insuficientemente valorada. Creada en 1972, la mayoría de sus profesores tenemos más de cincuenta años. Da igual, se le aplica la tasa de reposición como a universidades con un profesorado más joven y mayor subvención pública: los estudiantes pagan en la UNED el 48,5% del coste de su enseñanza, un porcentaje muy superior al de cualquier otra universidad (en las de Madrid las tasas y matrículas representan el 17,2% del coste y en Cataluña el 15,4%). Ese trato igual de lo desigual es injusto e ineficaz y, en el caso de la UNED, la inutiliza como herramienta de política universitaria pese a ser –con la Menéndez Pelayo– la única universidad que depende de la Administración del Estado. Pero hay algo mucho más grave que la miope discriminación entre centros docentes: asfixiar el sistema educativo, justo cuando Bolonia exige más recursos humanos, es una medida suicida para el país, que se descolgará competitivamente del entorno. Lo que cabía entender como decisión puntual para ahuyentar el fantasma del rescate, no puede mantenerse por más tiempo quedando tanto por hacer en el adelgazamiento inteligente de las administraciones y en la exigencia de uso adecuado de fondos públicos (también en las universidades). Recortar por recortar en educación y ciencia es hipotecar el futuro.
En las recientes elecciones al Parlamento europeo el pueblo español dio un serio aviso a los principales partidos sin que el descontento alentase en exceso posiciones antieuropeas. Pero el proceso fue decepcionante. No hubo programas que dieran sentido a nuestra dimensión europea, ni siquiera en educación, un área básica donde también Europa está perdiendo su antigua hegemonía en favor de países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea o China. Y el resultado, saldado en clave local, es preocupante: en Inglaterra ganó el abandono de la Unión; en Francia y Dinamarca, la extrema derecha xenófoba; en Grecia, la extrema izquierda, y en los países de Europa central y oriental la participación fue ínfima (inferior al 15% en Eslovaquia o al 20% en la República Checa). ¿Cómo se va a orientar esa heterogeneidad y falta de pulso europeo hacia el reforzamiento institucional y una mayor integración? En 1936 Stefan Zweig reivindicaba el papel de los intelectuales para dinamizar los cambios sociales y neutralizar los nacionalismos que consideraba «un fenómeno históricamente clasificado», inferior como valor a la Europa por realizar. Decía que «Europa no podrá hacerse sino por la unión de fuerzas materiales, económicas y espirituales» y que nunca deberíamos hacer de Europa un nuevo nacionalismo ya que siempre será necesaria «una nueva asimilación a los modelos espirituales de otros continentes», en la tradición cosmopolita de Cicerón o Kant: un estado y un derecho únicos para todos los ciudadanos del mundo, que también se mueve gracias a las utopías. ¿Quiénes son hoy esos intelectuales? ¿Dónde está la reflexión sobre los modelos sociales y políticos del futuro? ¿Cómo se van a formar las nuevas generaciones para que pongan en valor el espacio común de interés y cultura de una Europa solidaria con el resto del mundo?
Son accidentes en el curso fractal de la historia a corregir desde el impulso de las políticas sociales, especialmente en educación, ahormando las fuerzas ciegas del mercado que relegan a profesores, investigadores y pensadores a un puesto marginal en una sociedad dominada por vendedores de humo. Y eso, en la hora crítica de darle a Europa una arquitectura competencial comprensible –cuando lo tenemos tan poco claro localmente– y ordenada a mejorar la vida de los ciudadanos dentro y fuera de nuestras fronteras. Será un largo viaje para el que todavía no hay mapas. Solo los atlas amarillentos de viejas geografías, la fe en la democracia y algunas ideas básicas. Entre ellas, reforzar la formación en valores ciudadanos con la ayuda de una enseñanza pública merecedora del apoyo de todos, reconocer el talento e impulsar la innovación científica y tecnológica. Mientras, pidamos a quienes saben y pueden que, pese a la marea baja que nos inunda, alcen el punto de mira para iluminar a los españoles del mañana. De esta mala curva solo saldremos, despacio, con más luces y mejor educación.
Antonio Hernández-Gil, miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.

jueves, 21 de agosto de 2014

Las Caracteristicas del Lider

1.- Éxito
2.-Esfuerzo
3.-Amabilidad
4.-Conexión
5.-A Disposición de los demás
6.-Humildad
7.-Calma
8.-Reflexión
9.-Apuntar Alto
10.-Ayudar a los demás a crecer

GENTE TOXICA Cómo identificar y tratar a las personas que te complican la vida Bernardo STAMATEAS

GENTE TOXICA
Cómo identificar y tratar
a las personas que te complican la vida
para relacionarte sanamente
Bernardo Stamateas
1. Mete Culpas
2.-Envidioso
3.-Descalificador
4.-Agresivo Verbal

Autor de los Best sellers Resultados Extraordinarios y
Fracasos Exitosos
VERGARA
Índice
Introducción...................................7
Capítulo 1
Los mete-culpas ...............................11
Capítulo 2
El envidioso ..................................25
Capítulo 3
El descalificador ...............................37
Capítulo 4
El agresivo verbal ..............................49
Capítulo 5
El falso......................................71
Capítulo 6
El psicópata ..................................81
Capítulo 7
El mediocre...................................89
Capítulo 8
El chismoso .................................103
Capítulo 9
El jefe autoritario..............................111
Capítulo 10
El neurótico .................................123
Capítulo 11
El manipulador...............................133Capítulo 12
El orgulloso..................................141
Capítulo 13
El quejoso...................................147
Capítulo 14
El poder de las palabras.........................157
Capítulo 15
Libres de la gente .............................171
Bibliografía ..................................189
Introducción
Todos, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos
encontrado con personas problemáticas (jefes, amigos,
familiares, etc.). En todo grupo humano, ¿quién no se ha
enfrentado con un manipulador que quería que hicieras todo
lo que él disponía, con un psicópata que se había
predispuesto a hacerte la vida imposible, con un jefe
autoritario que pensaba que podía disponer de tu vida las 24
horas del día, con un amigo envidioso que celaba todo lo
que obtenías, con un vecino chismoso que controlaba a qué
hora salías y entrabas a tu casa y con quién?
Más allá del dolor que nos generaron estas personas, las
preguntas de quienes alguna vez tuvimos que convivir con
ellos son: ¿qué hago?, ¿cómo pongo límites sin lastimar ni
lastimarme?, ¿cómo puedo lograr que esta "gente tóxica" no
entre a mi círculo afectivo íntimo?
De todo esto trata este libro.Muchas veces permitimos entrar a nuestro círculo más

Muchas veces permitimos entrar a nuestro círculo más
íntimo a los chismosos, a los envidiosos, a gente autoritaria,
a los psicópatas, a los orgullosos, a los mediocres, en fin, a
gente tóxica, a personas equivocadas que
permanentemente evalúan qué dijiste, qué hiciste y por qué
hiciste o dijiste algo (o por qué no lo hiciste o no lo dijeste).
Se trata de personas tóxicas que potencian nuestras
debilidades, nos llenan de cargas y de frustraciones.
Ellas, por cierto, saben todo lo que pasa en el ojo ajeno,
pero se olvidan de ver qué es lo que percibe cada uno de
sus sentidos ¡No permitas que nadie tenga el control de tu
vida ni boicotee tus sueños!
Conéctate con la gente correcta, confía en ti.
 ¡Estás capacitado para hacerlo! Si tienes en claro tu propósito y tus
sueños podrás tener el control de tus emociones y de decidir
a quienes quieres elegir para que te acompañen. El
problema se suscita cuando decidimos quién nos
acompañará mucho antes de tener en claro adonde
queremos llegar. El propósito de tu vida es tuyo y sólo a ti te
pertenece diseñarlo. La solución está en ti. Desafíate cada
día a más, a mucho más.
Habrá personas que darán valor a tus sueños. Otras
menospreciarán todo lo que te propusiste. No valores
ninguna de aquellas palabras o sugerencias que provienen
de "los tóxicos."
El que no se alegra de tu avance o de tus sueños, que diga
lo que quiera, tú prosigue hacia la meta, no te amarres a
quienes no se alegran con tus éxitos. Desprecia la opinión
de la gente tóxica, sé libre de los críticos y serás libre de
cada una de sus palabras y de sus acciones.
No idealices.
No esperes nada de nadie.
Cada capítulo de este libro es independiente uno de otro;
cada uno de ellos tiene un principio y un final pero un mismo
tema que los une: "la gente tóxica". Puedes comenzar por el
puede tener el ser humano y, al mismo tiempo, una de las
maneras más utilizadas para manipular a los otros. Los
psicólogos establecen que la culpa es la diferencia entre lo
que hice y lo que debería haber hecho, entre lo que quiero y
lo que debería hacer. La culpa es una emoción que nos
paraliza, que nos impide seguir desarrollando todo el
potencial que tenemos; la culpa es venganza, bronca y
boicot contra uno mismo.
Vivir con culpa es vivir con cadena perpetua. Es condenarse
a vivir insatisfecho, victimizándose todo el tiempo por la
vida que nos ha tocado vivir.Ahora bien, la pregunta es:
¿nos tocó vivir esta clase de vida o hemos elegido
erróneamente, decidido equivocadamente?
La búsqueda central de todos los seres humanos está
orientada a encontrar la felicidad. Somos seres que fuimos
creados para gozar, crecer, desarrollarnos, cumplir nuestro
propósito, satisfacer nuestras necesidades y alcanzar la tan
anhelada alegría.
"De noventa enfermedades, cincuenta son producidas por la
culpa y las otras cuarenta por la ignorancia." Anónimo
El ser humano tiene necesidades básicas que requiere
desarrollar para poder vivir libre de culpas y así bloquear
cada obstáculo que intente detenerlo. Veamos algunas de
estas necesidades:
• La necesidad física: podemos satisfacerla cumpliendo
determinadas pautas tales como comer sano, practicar
ejercicio o realizar controles médicos periódicamente.
• La necesidad emocional: el ser humano es un "ser social"
y, como tal, debe establecer vínculos sanos con su entorno,
recordando que puede compartir con otros pero sin dejar de
ser él mismo. Aquellos que saben elegir y relacionarse con
pares que agregan valor a su vida, alcanzan un bienestar
emocional saludable que les permite sentirse plenos y aptos
para crecer y desarrollarse dentro del sistema cultural en el
cual están inmersos.
• La necesidad intelectual: ésta se satisface a medida que
vamos creciendo y nos vamos nutriendo de sabiduría,
desechando paradigmas erróneos, eligiendo mentores y
expandiendo nuestra mente con creencias verdaderas.
• La necesidad espiritual: todos los seres humanos
nacemos con un espíritu que requiere ser alimentado. Tal
vez te preguntes: ¿cómo hacerlo? Esta necesidad se
satisface sirviendo a Dios, descubriendo el propósito de
nuestra vida y desarrollando una fe sólida que nos permita
avanzar y sortear los obstáculos que puedan presentarse.

Cada uno de nosotros hemos nacido con un propósito único
y especial, con un sueño que sólo nosotros mismos
podemos cumplir.
Cuando una de las áreas de nuestras vidas no alcanza toda
su capacidad de expresión nos sentimos con culpa, nos
volvemos vulnerables a la queja, a las demandas y a la
manipulación. Si le damos permiso a la culpa que para que
crezca y ocupe cada vez más espacio dentro de nuestras
emociones, ésta se convertirá en la causante de una
depresión que sabremos dónde comienza pero no dónde
termina.
"El hombre capaz de sonreír cuando las cosas van mal, ya
ha pensado a quien le echará la culpa." Ley de Jones
2. Pecado original
Desde el comienzo de la humanidad, a partir de la misma
creación del primer hombre, Adán, la culpa y la victimización
se metieron en el ser humano. La primera culpa nació en
Adán por haberle hecho caso a Eva y haber comido del fruto
prohibido. Entonces, por culpa, Adán comenzó a tapar su
cuerpo: ya no podía mostrarse desnudo delante de su
Creador. Por culpa de Eva, dice la historia, Adán cayó.
Ahora bien: ¿a dónde quedó la capacidad de Adán para
decidir comer o no esa manzana? ¿Fue Eva la victimaría y
Adán la víctima?
Sin darnos cuenta, el hombre comenzó a llenar ese Edén
con culpables e inocentes, con víctimas y victimarios y se
predispuso a vivir y a asumir culpas ajenas, transforman una vida de libre albe-drío en una vida culpógena llena de
sacrificios, ritos y frustraciones innecesarios.
¿Qué sucede cuando una persona experimenta
sentimientos de culpa?
Sufrirá privaciones. Dirá frases tales como:
• No tengo tiempo para mí
• A mí sí me gusta lo que estoy haciendo, pero no vale la
pena• No lo puedo lograr, mi familia nunca pudo alcanzar este
sueño
• Son dichos y emociones culpógenas, culpas
Desde el momento en que un obstáculo bloquea tu sueño yafirmas que no tienes capacidad para llevarlo a cabo, vives
con culpa. La culpa es la emoción más obstaculizadora en el
camino de los anhelos y objetivos. La culpa te hará sentir
que no eres merecedor de esos beneficios, que tu deseo es
mucho para ti, y, en medio de un mundo en el cual cada ser
humano
trata de obtener ventajas y de aprovechar al máximo cada
oportunidad, te sumergirás en la culpa, dejando que otros
tomen lo que es tuyo.
3. Autoreproche
El autoreproche es un sonido interno y continuo que te
hablará y te pedirá recibo por cada palabra que pronuncies.
Se trata de una voz difícil de acallar, de una voz que detiene
tu avance y te aleja de tus objetivos, de una voz
demandante y quejosa a la que nunca podrás conformar,
hagas lo que hagas, a menos que afirmes tus
determinaciones y convicciones. Es un eco constante. Se
trata, en síntesis, de esa voz amenazante que cada
mañana, al levantarte, deposita en tu mente el primer
pensamiento negativo del día:
• ¿Cómo lo voy a hacer?
• ¿No es mucho para mí?
• ¿Por qué tomé esa decisión?
• ¿Para qué hablé?
Es una voz que intenta vivir en ti y a la que sólo tú autorizas
la permanencia. Es una voz que constantemente replica en
tu mente, te atormenta y obsesiona con un único
pensamiento uniforme: tú no puedes, nunca serás lo
suficientemente bueno para alcanzar tu meta.
4. Pensamientos rígidos
Quienes viven con culpa establecen dentro de sí pensamientos rígidos, normas inflexibles y principios
imposibles de alcanzar cuyo objetivo final es boicotear el
éxito, obligándose así a vivir en medio de un fracaso
continuo.
Se trata de pensamientos que terminan haciéndote creer
que el objetivo fundamental de tu vida es permanecer y
subsistir como puedas, distrayéndote de esta forma de lo
fundamental de la existencia: crecer, multiplicarte y cumplir
tus sueños. Esta
estructura de pensamiento se detendrá en los errores o
fracasos que por los que hayas atravesado sin recordar
ningún obstáculo ni circunstancia difícil que hayas superado
en el pasado.
Nos sucede a todos: sin darnos cuenta nos sometemos a
mandatos, voces internas y externas que nos colocan en un
lugar desde el cual la posición de víctima o de culpable es la
que mejor nos queda. Los otros se transforman en
responsables de nuestro destino y así dejamos de hacernos
cargo de nuestros propios objetivos. De esta forma
obtenemos el beneficio secundario de depositar en el otro
toda la culpabilidad de nuestros desaciertos y desdichas y
de hacer de nosotros pobres seres humanos errantes y
carentes de valor y dominio propio para decidir sobre
nuestro hoy y nuestro mañana. Nos aferramos a dichos y
voces:
• Mis padres me repitieron durante años que por haberme
tenido no pudieron estudiar
• Mis padres me decían: no dejes la comida en el plato,
piensa que hay chicos en África que se mueren de hambre
• Siento culpa por haber sido abusada sexualmente
• Me siento culpable por la separación de mis padres
• Siempre remarcaban mis errores y por eso me sentía
culpable todo el tiempo
• Tuve un padre ausente toda mi vida y debí hacerme cargo
de mis hermanos, pero no supe cómo; yo tengo la culpa de sus situaciones actuales
Todas éstas son maneras sutiles de transmitir las culpas que
nos detuvieron en el camino hacia la búsqueda de la
felicidad y del bienestar que nos merecemos.
 Son culpas ajenas generadoras de insatisfacciones continuas. Son
culpas que se alimentan de mandatos externos y sociales y
de emociones internas no resueltas que siguen teniendo poder y valor sobre nuestras
vidas. Hay personas que han sido criadas en familias que
las han hecho responsables de la separación de los padres,
de la pérdida del trabajo de la madre que en un momento
decidió quedarse en su hogar para cuidarlas o de las
frustraciones profesionales de sus tutores. Y así podríamos
seguir enunciando los mandatos que cada familia se
encargó de transmitir a tantas personas.
Se trata de creencias culturales que  jamas te  permitieron
alcanzar ni disfrutar en absoluto de nada. Son las exigencias
que demandaban que dieras más, siempre un poco más, y
claro, como no pudiste alcanzar ese parámetro de
perfección, terminaste ubicándote en el lugar de la víctima,
acarreando culpas que no te correspondían.
En este punto es necesario que nos detengamos. Lo que
decidimos escuchar y aceptar como nuestro es lo que nos
enferma y nos detiene.
Ten en cuenta que con lo que aceptamos, anulamos,
postergamos o generamos nuestro éxito.
¿Quién maneja el control remoto de tus emociones y
pensamientos?, ¿quién decide qué pensar, qué sentir?
Sólo tú. Dependerá de ti, de tu decisión de ubicarte en un
lugar de víctima o de poder sobre tu propia vida.
Las personas suelen decir:
• El día me puso mal
• Mi jefe me sacó de quicio
• Me arruinaste la jornada
• Hoy me saturaste
Si escuchas estas frases es porque colocaste el poder que
tienes sobre tus propias emociones en los demás. Así es
como son los otros quienes terminan controlando cómo te
vas a sentir o qué es lo que vas a hacer.
Aceptando este trato, cualquiera podrá decirte qu

El Arte de Amargarse la Vida Paul Paul Watzlawick

«Un hombre quiere colgar un cuadro. El clavo ya lo tiene, pero le falta un martillo. El vecino tiene uno. Así ,pues, nuestro hombre decide pedir al vecno que le preste el martillo. Pero le asalta una duda: ¿Qué? ¿Y si no quiere prestármelo? Ahora recuerdo que ayer me saludó algo distraído. Quizás tenía prisa. Pero quizás laprisa no era más que un pretexto, y el hombre abriga algo contra mí. ¿Qué puede ser? Yo no le he hecho nada; algo se habrá metido en la cabeza. Si alguien me pidiese prestada alguna herramienta, yo se la dejaría enseguida. ¿Por qué no ha de hacerlo él también? ¿Cómo puede uno negarse a hacer un favor tan sencillo a otro? Tipos como éste le amargan a uno la vida. Y luego todavía se imagina que dependo de él. Sólo porque tiene un martillo. Esto ya es el colmo. Así nuestro hombre sale precipitado a casa del vecino, toca el timbre, se abre la puerta y, antes de que el vecino tenga tiempo de decir:"buenos días", nuestro hombre le grita furioso:"¡Quédese usted con su martillo, so penco!".»La historia del martillo

Paul Watzlawick 5 Axiomas

Karin Schlanger durante la clase maestra que ofreció en Lima durante el seminario “La Terapia Breve "

Karin Schlanger

Si algo me impresionó de las intervenciones de Karin Schlanger durante la clase maestra que ofreció en Lima durante el seminario “La Terapia Breve de Palo Alto en la aplicación a parejas”, fue la capacidad, la maestría con que aplicaba cada una de las reestructuraciones– a través de metáforas, cuentos y los propios recursos del consultante- que demandaban los casos que supervisó detrás del espejo unidireccional, y uno que particularmente y en su totalidad le tocó atender, demostrando que es la concepción del problema lo vital y decisivo para la solución en el modelo del Mental Research Institute, donde Karin es una figura emblemática y dirige el Centro Latino, donde escribió junto con Richard Fisch “La terapia breve con casos intimidantes: cambiar lo incambiable”.
Su especial sentido del  humor, la personalidad -y curiosidad- con que dirige cada una de sus dudas (demostrando que algo aparentemente tan simple como la actitud, responde verdadera a la postura del terapeuta. Todavía recuerdo su “problema para entender bien algunas cosas”) demuestran de inmediato lo importante que es la experiencia para elaborar algunas referencias y dirigir cada una de las intervenciones disciplinadamente (“ese es otro enfoque”, repetía Karin cuando alguien expresaba alguna hipótesis o se centraba de inmediato en las soluciones), ampliando y reduciendo el número de “imágenes” o concepciones que las personas tienen de la realidad,  para descubrir posibilidades allí donde no las hay o donde las personas se han aferrado únicamente a una.

jueves, 14 de agosto de 2014

La OBRA de PLA un DIARIO "IMTIMO"

La Josep Pla (Palafugell, 1879-Llufríu, 1981) fue un extraordinario escritor y periodista español, en lenguas catalana y castellana. Su importante y extensa obra -que abarca la narrativa, el ensayo, los dietarios, la biografía, los libros de viajes, los reportajes políticos, las crónicas parlamentarias, los artículos de opinión y muchas cosas más-, constituye una magnífica aportación a la historia social del siglo XX y al inmenso placer de leer a un escribidor sencillo, irónico y claro. Es sin duda el escritor más importante de la literatura catalana contemporánea y ha sido esencial en la modernización de esta lengua. Aunque muy leído, no lo es lo suficiente, y todavía hay muchos que solamente conocen su nombre, adobado de tergiversaciones personales, de ahí que algunos, comoAndrés Trapiello, lo hayan catalogado como escritor de minorías que todavía puede ser descubierto. Yo estimo que sería más exacto afirmar que, dados su carácter y singularidad, lo que hacemos sus lectores es redescubrirlo cada vez que volvemos a recorrer una de sus obras, porque siempre, en cada una de las más de 30.000 páginas que ha escrito, se encuentra algún detalle nuevo de los muchos que dejó registrados como observador agudo de la realidad de la sociedad de su tiempo.
Hasta mis manos ha llegado un libro, Josep Pla, sentencias e impresiones-¡nada menos que 1108!- extraídas por el periodista, ensayista y poeta Andrés Gómez-Flores (Albacete, 1953) -y editado por Edhasa en 2006-, cuyo pequeño tamaño me ha permitido llevarlo conmigo durante un viaje reciente y devorarlo mientras dejaba unos días mi vocación y adición de pediatra. En la solapa del libro se lee que en Pla "se da la feliz coincidencia de profundidad de pensamiento y acierto en su expresión" que son los ingredientes necesarios para reducir una observación o un pensamiento a una frase corta, se llame sentencia, aforismo, máxima o como se quiera. Lo que resulta imprescindible, tal como mantiene el prologuista, Valentí Puig (Palma de Mallorca, 1949), es lo que consiguió el autor, luchar y ganar la batalla de la precisión, o si se quiere, considerar que "el gran problema de un escritor es el de hacerse entender utilizando la mínima cantidad posible de palabras", como enuncia Anatole France (París, 1844-Saint Cyr-sur-Loure, 1924). De todos modos, Puig nos advierte de que antes está Michel de Montaigne (Périgueux, 1533-Burdeos, 1592), al que Pla define como "un observador ondulante, como son la realidad y la vida", si bien prefiere la literatura francesa de conversación: "En la literatura en prosa hay que escribir y hacer inteligible la conversación humana, ¡como quien escribe a su familia, vaya!".
Quadern gris es una especie de dietario escrito por Pla entre 1918 y 1919, no obstante lo reelaboró muchas veces y la primera edición no apareció hasta 1966, de mano de su amigo Josep Vergés, el editor de Destino. El libro estaba lleno de erratas, que fueron corregidas en una segunda edición de 1969. Sin embargo, de modo sorprendente, las incorrecciones serían recuperadas en las ediciones siguientes y no apareció la versión definitiva, corregida por el propio Pla y por Narcís Garolera, hasta 2012. La primera traducción al castellano fue realizada por Dionisio Ridruejo en 1975 (Ed. Destino, col. Áncora y Delfín). El libro es un compendio de notas de viaje, juicios políticos, crítica literaria, paisajes, retratos y sobre todo de vivencias cotidianas de todo tipo e instantáneas íntimas y únicas. Y es que tal como afirma Gómez-Flores, Pla es un hombre que sabe vivir. El propio autor lo dice: "Sí, se ha de poner atención en vivir", a lo que suma la observación de cada detalle, espontáneo o calculado, y su descripción precisa, directa, sencilla y natural, de modo que sus frases constituyen, en muchos casos verdaderos aforismos o sentencias, más aún si se leen poco a poco algunas páginas cada día, y se descubre su capacidad para analizar y comprender la realidad intelectual y humana en multitud de temas.
Para conocer a Pla hay que leerlo. Él lo ha dicho de forma clara: "Mi obra no es perentoriamente más que una suma de hojas de un diario íntimo... [?] una sucesión de reflejos de mi insignificante pero auténtica existencia?". Un experto del autor y su obra, Josep María Castellet Diaz de Cossio(Barcelona 1926- 2014), lo definió como conservador, liberal, escéptico y pesimista. Ciertamente Pla era un individualista sustancial, enemigo de cualquier forma de fanatismo. Él mismo escribió algo que en la actualidad puede ser válido -júzguenlo mis lectores-: "La política en este país no va muy bien? [?] La confusión es muy oscura; la verbosidad, inextricable; los puntos de vista, de una irrisoriedad minúscula. Hace el efecto de que no hay nadie que tenga el país en la cabeza". Pero al tiempo, tiene sentido de la transitoriedad y transcendencia de la vida: "Aunque la presión del paso del tiempo es dolorosa y a veces insoportable, soy partidario de no eludirla, porque mi experiencia me lleva a creer que solo quienes sienten ese dolor sordo -o agudo- aprovechan la vida, en el sentido más general del término, y aprovechan para tener alguna idea de sus maravillas". Por eso es triste que muchos se limiten: "Nadie cree ya en la felicidad de futuro. Es el pasado el que se ha convertido de utopía, en ilusión, en deseo?". O, asimismo, nos aconseja escapar de localismos absorbentes y excluyentes: "No hay nada como alejarse un poco para curarse de la psicosis de proximidad, de la deformación de la proximidad, de la que todos estamos atacados?"
Bien, pues salvando enormes distancias -en mi detracción- pero epatado hasta el asombro y la sorpresa permanente por Pla, me atrevo a construir mis propias Simplezas.
Los voraces se dejan bigote para volver a saborear las viandas.
El bigote del hipocondríaco asegura la toma de muestras en caso de intoxicación alimenticia.
Solo los inmensamente mediocres no se equivocan nunca.
La intimidad absoluta ni se expresa ni se comparte.
El "yo ya me entiendo" es el paradigma de la ofuscación y la impasibilidad.
El descanso y la inactividad realzan mi apariencia, pero el trabajo y la actividad engrandecen mi realidad.
¡Vaya paradoja!: vivir para morir y rehuir pensar en la muerte.
El llanto y la alegría más sinceros se expresan en soledad.
No es justo pero es: la lejanía se premia y la cercanía se castiga.
En política me siento despreciado por el que dice que tiene la solución y no explica cómo.
A la hora de votar me inclino por lo previsible. Los genios están demasiado ocupados en resolver los misterios y no se dedican a la política.
Prefiero ir tirando que abandonarme en brazo del que dice saberlo todo y no acredita nada.
El triunfo del ofendido es tener memoria sin resentimiento.
El escritor con lectores tiene interlocutores asegurados.
Al llegar a una edad nos gusta todo menos marcharnos.
Tratar de no molestar es magna contribución a la buena marcha de la vida.
Educar no es uniformar al gusto del educador, es cultivar lo mejor y lo más personal de cada hombre.
El riesgo de las frases hechas es convertirlas en falsos dogmas.
Los libros son evasión, la vida es servicio.
Nada abruma ni obliga tanto como pensar que otros creen en ti.
Si el obstáculo lo pone un envidioso, allanarlo es su problema, no el tuyo.
El sabio disimula su conocimiento, el ignorante exalta su ineptitud.
La palabra debería ser borrada en el diccionario porque todo se acaba, por muerte o por olvido.
Nuevo rico es el que cambia de casa, de mujer y de traje, pero se queda con su mediocridad y estupidez.
El ideal familiar es ser muchos y unidos, la realidad cotidiana es ser pocos y desavenidos.
Una verdad absoluta, aunque sea de Perogrullo, es que en la vida eres lo que te propones, lo que puedes y lo que te dejan.
Es mentira que mañana será otro día y el tiempo lo soluciona todo. Después de calcular hay que encontrar la respuesta.
El mejor olor de un hombre o de una mujer es no oler a nada.
Demagogia es falta intencionada de memoria.
Triste realidad: no le hacemos daño al indiferente y herimos al que queremos.
Las pompas fúnebres y los cementerios son sorprendentes, incluso bellos, pero huelen demasiado a remordimientos postreros.
El mejor futuro del viejo es cuidar su presente.
A los muy pobres y a los nuevos ricos les une la vulgaridad y les separan las joyas.
Mala compañía es que te corresponda a tu lado un hombre que no ha nacido para hablar y no sabes nunca lo que dice.
Para algunos comer es el arte de llenar vacíos. No requieren paladar ni cubiertos y, por su modo masivo de ingerir, precisarían una hormigonera.
La acritud del carácter de algunos lleva a pensar que el principal condimento de sus comidas es el vinagre.