Una velada espiritual con Deepak Chopra
Dascheñka Chong
El Panamá América
Entró pausadamente al salón, imponiendo su presencia con su aura de paz y sabiduría. Vestía pantalón caqui y suéter polo negro, más no tan negro como la profundidad de su mirada, que parecía escrutar a todos en la habitación. La presentación no era necesaria, todos sabíamos que estabamos ante el conocidísimo Dr. Deepak Chopra.
Obviando las formalidades de la mesa principal, Deepak se recostó cómodamente en ella frente a nosotros, presto para responder a nuestras interrogantes.
Empezó diciendo que su trabajo se fundamenta en que la consecuencia es la base del ser y que nuestro cuerpo físico y el universo son consecuencia de la conciencia. Ambos, nuestro cuerpo físico y universal nos pertenecen. El aire es nuestra respiración y la tierra es nuestro cuerpo. La identidad física y universal se lleva dentro de la piel.
Chopra citó estudios que dicen que el varón promedio crece emocionalmente hasta los 8 años, lo que justifica las actitudes infantiles de nuestros gobernantes, a quienes llamó enanos emocionales. Ellos se pelean unos con otros como lo harían los niños por un juguete y las pocas mujeres líderes que tenemos están copiando ese deficiente estilo de gobernar.
De acuerdo con Deepak Chopra, la muerte es la manifestación más creativa del universo, con cada nacimiento y muerte, éste se renueva.
Alguien preguntó si la religión condiciona y separa, él respondió que sí. “Las personas limitan su espiritualidad por la religión, Cristo no era cristiano; Buda no era budista ni Mahoma, mahometano, ellos eran almas humanas que se dieron cuenta de su universalidad. La religión es la politización de la espiritualidad”.
El amor es una condición de la conciencia y no una decisión, debemos amar. El amor es la verdad fundamental de la diferenciación y no de la separación, “Dios es amor”, manifestó.
En su libro “Guía de las Siete Leyes Espirituales para padres”, Chopra escribe que tenemos que dejarles dos cosas a nuestros hijos: raíces y alas. Las raíces para que se arraiguen a su espiritualidad y las alas para que sean libres en el mundo, teniendo el conocimiento de que estamos en el mundo, pero no somos de él.
¿Qué debemos transmitirles o enseñarles a nuestros hijos? Sólo amor. Ofrezcámosles y mostrémosles nuestro amor, así crecerán inteligentes y seguros. Enseñémosle, con nuestro ejemplo, ellos son listos y perciben la hipocresía, así que lo mejor, según el estudioso, es enseñar con el ejemplo.
Después del llamado “Martes negro”, la paranoia y el temor ha aumentado; sin embargo para el gurú, lo positivo es que sin el caos la creatividad no se da. El temor nos da un entendimiento más profundo de las cosas. Y es que como dice Deepak, no todo es blanco y negro como lo vemos.
Tanto los líderes estadounidense como los colaboradores de Bin Laden emplean los mismos argumentos: que Dios está de su lado, que su causa es justa y que ganarán. Pero en el horizonte están apareciendo personas con mentalidad crítica que dejan a un lado las diferencias y proponen la paz. Chopra y personas del medio artístico, cómo Ricky Martín, políticos, empresarios, comunicadores, intelectuales y demás forman la “Alianza Estratégica por la paz y el progreso”, para con su mentalidad crítica ver nuestras semejanzas y buscar la anhelada paz.
Esta mentalidad, cada vez más creciente, se ejemplifica con la demanda de personas a las tabacaleras por los daños y las muertes causadas por sus productos. Hace años siquiera se hubiera soñado con esto. No debemos sorprendernos, según Chopra, si en los años siguientes se entablan demandas contra los fabricantes de armas por los “daños colaterales” ocasionados en la vida de millones de hombres, mujeres y niños.
Obviando las formalidades de la mesa principal, Deepak se recostó cómodamente en ella frente a nosotros, presto para responder a nuestras interrogantes.
Empezó diciendo que su trabajo se fundamenta en que la consecuencia es la base del ser y que nuestro cuerpo físico y el universo son consecuencia de la conciencia. Ambos, nuestro cuerpo físico y universal nos pertenecen. El aire es nuestra respiración y la tierra es nuestro cuerpo. La identidad física y universal se lleva dentro de la piel.
Chopra citó estudios que dicen que el varón promedio crece emocionalmente hasta los 8 años, lo que justifica las actitudes infantiles de nuestros gobernantes, a quienes llamó enanos emocionales. Ellos se pelean unos con otros como lo harían los niños por un juguete y las pocas mujeres líderes que tenemos están copiando ese deficiente estilo de gobernar.
De acuerdo con Deepak Chopra, la muerte es la manifestación más creativa del universo, con cada nacimiento y muerte, éste se renueva.
Alguien preguntó si la religión condiciona y separa, él respondió que sí. “Las personas limitan su espiritualidad por la religión, Cristo no era cristiano; Buda no era budista ni Mahoma, mahometano, ellos eran almas humanas que se dieron cuenta de su universalidad. La religión es la politización de la espiritualidad”.
El amor es una condición de la conciencia y no una decisión, debemos amar. El amor es la verdad fundamental de la diferenciación y no de la separación, “Dios es amor”, manifestó.
En su libro “Guía de las Siete Leyes Espirituales para padres”, Chopra escribe que tenemos que dejarles dos cosas a nuestros hijos: raíces y alas. Las raíces para que se arraiguen a su espiritualidad y las alas para que sean libres en el mundo, teniendo el conocimiento de que estamos en el mundo, pero no somos de él.
¿Qué debemos transmitirles o enseñarles a nuestros hijos? Sólo amor. Ofrezcámosles y mostrémosles nuestro amor, así crecerán inteligentes y seguros. Enseñémosle, con nuestro ejemplo, ellos son listos y perciben la hipocresía, así que lo mejor, según el estudioso, es enseñar con el ejemplo.
Después del llamado “Martes negro”, la paranoia y el temor ha aumentado; sin embargo para el gurú, lo positivo es que sin el caos la creatividad no se da. El temor nos da un entendimiento más profundo de las cosas. Y es que como dice Deepak, no todo es blanco y negro como lo vemos.
Tanto los líderes estadounidense como los colaboradores de Bin Laden emplean los mismos argumentos: que Dios está de su lado, que su causa es justa y que ganarán. Pero en el horizonte están apareciendo personas con mentalidad crítica que dejan a un lado las diferencias y proponen la paz. Chopra y personas del medio artístico, cómo Ricky Martín, políticos, empresarios, comunicadores, intelectuales y demás forman la “Alianza Estratégica por la paz y el progreso”, para con su mentalidad crítica ver nuestras semejanzas y buscar la anhelada paz.
Esta mentalidad, cada vez más creciente, se ejemplifica con la demanda de personas a las tabacaleras por los daños y las muertes causadas por sus productos. Hace años siquiera se hubiera soñado con esto. No debemos sorprendernos, según Chopra, si en los años siguientes se entablan demandas contra los fabricantes de armas por los “daños colaterales” ocasionados en la vida de millones de hombres, mujeres y niños
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