lunes, 26 de diciembre de 2011

Rosa Regas la desgracia de ser mujer

La escritora Rosa Regás denuncia la infinitud de "tormentos" que viven las mujeres en el libro La desgracia de ser mujer. "Todas las mujeres han sufrido en algún momento de su vida alguna vejación, sobre todo si tienen un cargo público", reconoce esta autora, que fue directora de la Biblioteca Nacional desde el año 2004 al 2007.

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Vivimos en una sociedad machista desde hace siglos, y eso no termina solo en un par de generaciones"Con este libro quiero demostrar que ser mujer, para el 85% de las mujeres del mundo, es una desgracia", explica esta escritora, para quien las religiones y la tradiciones tiene gran parte de culpa de esa situación de desigualdad frente a los hombres.

La autora asegura que en España vivimos en una "sociedad machista" desde hace siglos y eso no se termina solo en un par de generaciones.

"Solo quiero insistir en los infinitos tormentos que sufren las mujeres sin justificación ninguna desde el momento de nacer, tormentos que ignoran los derechos de igualdad, justicia y libertad", señala Rosa Regàs en este ensayo.

Violencia de género

En este sentido, considera imprescindibles las políticas de apoyo a las mujeres maltratadas o la existencia de un Ministerio de Igualdad.

Las mujeres, desde tiempos inmemoriales, viven dominadas bajo conceptos como sumisión y sentimentalismo"Una comunidad que no se estremece por las docenas de mujeres muertas a manos de sus agresores no puede decir que se ha erradicado la injusta diferencia de trato que reciben los hombres y las mujeres en lo social, religioso, político y familiar", alega esta autora.

En este misma línea, afirma que las mujeres viven desde tiempos inmemoriales dominadas bajo conceptos como el "sentimentalismo" el amor romántico, la necesidad de pureza o la sumisión.

"Siempre nos han dicho que tenemos que aguantar por amor y que renunciemos a nuestra individualidad", explica.

Asimismo asegura que, desde el primer empleo, las mujeres son el "blanco de las iras furibundas, de las frustraciones, creencias absurdas o prepotencia de sus jefes, parejas o ex parejas".

En esta misma línea, denuncia que las pocas mujeres que consiguen algún puesto directivo soportan "el enconamiento de sus colegas y las feroces críticas de los medios de comunicación a los que siempre les sale algún periodista misógino por alguna rendija que vierte en ellas insultos o burlas mucho más feroces que las que dedica a los hombres".

"Libertad económica"

"La lista de las afrentas y violaciones de los más elementales derechos del ser humano que se ejercen contra la mujer es inacabable y no vemos que ni la sociedad ni los gobiernos tomen medidas", indica esta autora, y recuerda que no hay libertad para las mujeres sin "libertad económica".

Sobre este respecto, señala la cantidad de mujeres que hoy en día todavía "se venden por un plato de lentejas" o por mantener un buen status económico gracias al matrimonio.

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