lunes, 4 de julio de 2011

Facundo Cabral

En uno de los originales diálogos que el cantautor Argentino Facundo Cabral intercala en sus conciertos, dice que deberían de hacer una escuela para desaprender. El cantautor se refiere a la cantidad de conceptos erróneos, de teorías filosóficas dogmáticas o enquistadas que arrastramos por el resto de nuestras vidas. Más adelante cita a Bernard Shaw, quien dijo: «Mi educación fue muy buena hasta que el colegio me la interrumpió».


La idea de formar una nueva concepción del mundo partiendo de nuestra propia realidad; la búsqueda de la felicidad individual a través del rompimiento con todos los esquemas que limitan nuestra necesidad de expandirnos libremente, no constituye una pensamiento novedoso.

El anhelo de imponer a los hombres un concepto propio de felicidad, por parte de ideólogos y filósofos, ha provocado más desdicha que felicidad. Errados dogmas, impuestos durante nuestra educación, han llevado a ciertos prejuicios e ideas que, al pasar los años, desearíamos que ni siquiera hubiesen rozado nuestro pensamiento.

En el libro de ensayos El salto interior, del historiador cubano Ángel Velazquez Callejas (Guantánamo, 1962), el autor nos propone un “salto interior” que dé al traste con toda atadura del espíritu. Callejas subvierte y estimula a una indagación en nuestra propia personalidad, liberada de la intelectualización a la que ha sido arrastrada por la Historia.

En "El salto interior" se aborda además la cultura cubana con una visión hacia ese eje mítico que forman Lezama y Martí. Callejas evoca el caótico pensamiento martiano, haciendo énfasis en que no sólo aspiraba a la creación de un Gobierno y una República «con todos y para el bien de todos», sino a la total liberación del individuo. En su ensayo "José Martí y la conciencia universal", se cuestiona, sin embargo, si es posible que esa aspiración martiana a un “Estado de la dicha” pueda ser alcanzable. Callejas se pregunta: “¿Cómo este hombre puede adoptar dos formas, dos aptitudes para con la vida contrapuestas entre sí, política vs dicha? ¿Se puede ser un político dichoso? La dicha es tan espaciosa que la política no puede llenarla”.

Con cierta irreverencia, que rompe con cánones, Callejas inquiere: «¿Es Lezama un poeta?». Por supuesto que la respuesta es más que afirmativa. Dirá «que es uno de los grandes poetas en verso, debido a que su poética es ilustrativa de la imagen», pero lo contrapone directamente a la poética del hombre común, el “poeta en acto”, diciendo que "fue Martí quién primero estableció esa diferencia cuando dijo: tengo miedo a no llegar a ser un poeta en acto".

En "El salto interior", Callejas argumenta que el conocimiento de la Historia, de las corrientes del pensamiento que provocan los hechos, nos pueden dar una luz sobre lo que ha de venir. Propone también partir de un nuevo vacío que sea llenado con conclusiones basadas en cada una de nuestras vidas. Dicho en otros términos: «cada individuo debía descubrir su síntesis dentro de su evolución espiritual. De ahí la expresión de que el hombre tiene que reconquistarse a sí mismo», única vía posible para el salto interior.

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