"Cuando nuevos vientos soplan, algunos construyen refugios y se ponen a salvo... Otros construyen molinos y se hacen ricos". – Claus Möller
Estos días es imposible escuchar la radio, ver la tele, o leer los periódicos sin enterarnos de una nueva víctima de “la crisis”. Parece que todos los males del mundo son culpa de ella. Bancos, empresas multinacionales y gobiernos, por igual, imploran ser rescatados de las garras de la crisis que los ha condenado al fracaso.
Cam Los medios anuncian que se avecinan malos tiempos, que lo peor está por venir, que las ventas están por el suelo y que los clientes están postergando sus decisiones de compra. Por su parte, las empresas y los comercios no saben qué hacer; despiden vendedores, lanzan promociones ridículas, venden a pérdida, abren más tarde y cierran más temprano, y como anota Andrea Consolini, consultora de negocios, pronto descubren que la desesperación ante la caída de las ventas conduce a la implementación de medidas apresuradas e ineficaces que no dan resultados.
Lo peor de todo es que dondequiera que miremos, podemos estar seguros de encontrar algún experto, gurú, coach, consultor o escritor motivacional, ofreciéndonos una nueva receta sobre cómo superar la crisis.
Yo no me voy a quejar de la crisis, ni la voy a culpar de nada, ni voy a ofrecer recetas para evitarla. Por el contrario, yo quiero celebrarla. Por eso grito a los cuatro vientos: ¡Viva la crisis! Algunos pensarán que estoy loco, o que ésta es mi manera de lidiar con el enorme estrés provocado por la crisis, pero no, dice Camilo Cruz, autor del libro, Secretos del vendedor más rico del mundo. 1602551480
Lo hago por dos razones. Primero, porque las crisis, las caídas y los fracasos no sólo son inevitables, sino que son parte esencial del éxito. Las crisis cumplen la función de enseñarnos lecciones y ayudarnos a corregir el rumbo; lecciones que, de ser aprendidas, nos pueden conducir al éxito.
La compañía de autos Honda, por ejemplo, ha enfrentado los mismos problemas de todos sus competidores. De hecho, sus ventas en los Estados Unidos cayeron un 7.9% en el 2008. ¿Qué hizo? Mientras la Ford y la General Motors argumentaban ante el congreso la necesidad de una ayuda del gobierno, Honda enfocó sus esfuerzo en el mercado Chino y vio sus ventas aumentar en un 11.7% durante ese mismo año. Esto nos enseña que lo verdaderamente importante no son las crisis sino cómo respondamos a ellas.
La segunda razón es que la inmensa mayoría de las estrategias, tácticas y consejos que buscan ayudarnos a responder a la crisis están basadas en premisas erradas. Asumen que las crisis son eventos negativos, cuando lo cierto es que no es así. El diccionario define la palabra crisis como un “punto o situación crucial o decisiva”, pero no indica que sea de naturaleza negativa. De hecho, en el lenguaje Chino la palabra crisis, (wei-ji) contiene el símbolo "wei" que significa peligro, y el símbolo "ji", que significa oportunidad. Una crisis nos presenta un momento tanto de peligro como de oportunidad.
¿Cuál es el peligro? Permitir que las noticias negativas y el pesimismo reinante nos indique cómo pensar y actuar, nos haga desistir de nuestras metas o nos lleve a renunciar a nuestras responsabilidades. ¿Cuál es la oportunidad? Los momentos de crisis nos permiten crecer, aprender, replantear prioridades, desaprender viejos hábitos, explorar nuevas opciones, ser más creativos e innovadores; y todo esto es positivo.
Aquellas empresas dispuestas a aprovechar esta oportunidad han visto premiados sus esfuerzos:
* McDonald’s ha visto sus ventas globales aumentar en un 8.2% enfocando su esfuerzo en otros mercados como Asia, el Medio Oriente y África. De hecho, estos tres mercados representaron un aumento de un 11.5% en el 2008.
* La industria farmacéutica proyecta un aumento de un 9.4% anual en las ventas hasta el 2012 debido a las ventas a través de canales menos tradicionales, como el mercadeo directo.
* Las ventas de motocicletas y bicicletas en Australia aumentaron un 7.6% en el 2008. La industria se ha encargado de posicionar sus productos como una mejor alternativa en esta economía, con los precios de la gasolina como están, y con la preocupación de la gente con la salud y los cambios climáticos.
Así que como ven, no todo el mundo ha decidido participar en la crisis. Existe un dicho Japonés que dice, “…no importa que te caigas siete veces, mientras que te levantes ocho”. Yo creo que lo único negativo de una crisis; es que pase sin que hayamos aprendido nada de ella. Recuerda, no hay errores, sólo lecciones; y estas lecciones se nos continuarán presentando hasta que decidamos aprenderlas. Entonces, ¡bienvenida la crisis y todas sus enseñanzas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario