domingo, 19 de febrero de 2012

Marcelo Usabiaga: Lucho por la vida

Para 1938 Marcelo Usabiaga, joven comunista irunés, ha combatido como miliciano en Guipúzcoa y desde las Milicias Vascas Antifascistas ha participado en la epopeya de la defensa de Madrid. Ha vivido toda la campaña del norte, primero como soldado del Rosa Luxemburgo, luego como gestor del periódico Pionero y, finalmente, desde la ejecutiva de la JSU (Juventud Socialista Unificada). Cuando cayó Gijón pudo escapar in extremis en un pesquero que, con grandes dificultades, arribó a Francia (1). Ya en Barcelona, Marcelo vuelve a la lucha(2): “Tras unos días en Francia Antonio Bueno y yo llegamos a Barcelona. Era octubre de 1937. Fui a ver a mi familia. A mi padre, como ferroviario, lo recolocaron en los tranvías. Mis padres, mi hermano menor y mi hermana, que trabajaba en el Ministerio de Defensa, vivían en una villa burguesa de Sarriá, en Tres Torres. Era una mansión burguesa incautada, con piscina y pista de tenis Todos los días íbamos a la sede de la JSU del Hotel Colon, en la plaza de Cataluña. La situación estaba complicada tras la caída del norte. El caso de Astigarribía, consejero comunista del Gobierno vasco, dio mucho que hablar. Fue criticado por la conferencia de Valencia y se le puso en cuarentena con Larrañaga (3). Lo cierto es que la autonomía del Partido Comunista de Euzkadi era, cuando menos, muy relativa y así siguió durante muchos años.

Se planteó publicar un semanario titulado Reconquista de Euskadi para los exiliados vascos. Me eligieron para organizarlo por mi experiencia con el Pionero, del que habíamos sacado 2 ó 3 números en Bilbao entre abril y junio, y porque había corregido artículos en el Euzkadi Roja. Busqué una imprenta y un dibujante, uno de Irún, el pintor Bienabás García. En noviembre estuvimos recorriendo colegios, residencias y hospitales de Gerona y Tarragona donde hubiese vascos para encontrar corresponsales que contasen sus experiencias y problemas. Al final no sé si el periódico salió o no, porque lo dejé. Me planteaba: ¿Qué coño hago yo aquí con los 21 años que tengo? ¡Mi papel es el de combatiente, no el de periodista! Con todos mis amigos en el frente no quería quedarme en Barcelona. Yo quería ser piloto y Antonio Bueno, que era de la ejecutiva de la JSU, me hizo la gestión para que fuese a una academia en La Barceloneta donde se hacía el curso previo para cuando realizaban la convocatoria oficial de la academia de pilotos. Pero lo de La Barceloneta no me cuadraba, no me parecía serio. Así que cuando desde la JSU me avisaron que habían llegado tanques de la Unión Soviética y necesitaban personal, intenté desplazarme a su base en Archena. Pero no pude conseguir billetes de tren y no había posibilidad de trasladarse hasta allí. Así que, como también estaba llegando material antiaéreo ruso a Cataluña, marché a la DECA (4), la Defensa contra Aeronaves, a Gerona. Esto era a principios de 1938. En un primer momento en el cuartel sólo estábamos de maniobras porque no había aún material. Luego llegaron a Rosas los cañones rusos, que recogimos en el fuerte de Figueras (5). Entonces ya empezamos el curso más en serio: estudiábamos algo de topografía, balística, tiro, identificación de los aparatos por las siluetas, formaciones aéreas... (6). Nos aclararon que la primera misión de la DECA no era derribar aviones: No se equivoquen ustedes. Su misión no es derribar aviones, es evitar que el avión enemigo alcance sus objetivos. Obligarle a volar más alto o a que se desvíe y evitar así que cumplan su misión (7). Disponíamos de piezas del 7´62, para aquel tiempo muy buenos cañones (8), similares al famoso 8 con 8 alemán. Había que calcular la altura, la velocidad y la trayectoria del enemigo y se regulaban las espoletas para que explotasen en determinado tiempo. Con cada tres cañones se formaba una batería, con tres baterías un grupo y con cada tres grupos, una agrupación antiaérea. El jefe de la batería era un militar profesional y el comisario político, un madrileño. Dependíamos entonces de Aviación porque no éramos un cuerpo diferenciado. Y ya con cierto adiestramiento y disciplina salimos al frente de Lérida y luego a Tremp. El 76,2 Mod.1931 Sovietico

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