Robert Ressler es un criminólogo que trabajó durante 20 años para el FBI. Fue pionero en la introducción de los perfiles psicológicos que analizan los rasgos comunes de los criminales y fue la persona que introdujo el término “asesino en serie” que tan bien conocemos hoy en día. Durante su carrera, participó en multitud de casos de homicidios múltiples, una experiencia que ha recopilado en diversos libros dedicados a la materia. Uno de ellos es Dentro del monstruo.
Aunque existen infinidad de títulos dedicados a los asesinos en serie más famosos, escritos por gente más o menos experta en el tema, los libros de Ressler poseen el valor de estar escritos por alguien que ha tratado con ellos en primera persona. No se trata, pues, de obras morbosas que se limitan a describir con precisión las barbaridades que han llegado a cometer ciertas personas. Lo mejor de Ressler es que profundiza en las motivaciones que tiene esta gente cuando comete sus crímenes.
En Dentro del monstruo comenta algunos casos en los que participó después de abandonar la oficina del FBI. Sus investigaciones lo conducen por diversos lugares del planeta como Japón, África y, por supuesto, su Norteamérica natal. Además de describir lo sucedido, Ressler completa la información con sus opiniones sobre el perfil de cada asesino determinado. Pero lo que hace de este libro una lectura realmente interesante son las entrevistas que incluye con dos célebres maniacos: John Wayne Gacy y Jeffrey Dahmer.
Gacy fue condenado a la pena de muerte por el asesinato de 33 muchachos entre 1972 y 1978. A pesar de lo que pudiera parecer, este inquietante personaje tenía una vida pública de lo más activa, e incluso actuaba en numerosas fiestas infantiles de su ciudad vestido de payaso. Durante la conversación con Ressler, su técnica consiste en negar sistemáticamente cualquier relación con los asesinatos que se le imputaban y tratar de desviar la culpa hacia terceras personas.
Mucho más esclarecedor es el testimonio obtenido del gélido Jeffrey Dahmer, conocido como “el carnicero de Milwaukee”. No voy a entrar en detalles de las atrocidades que cometió con sus víctimas, pero puedo decir que superan con creces hasta la más retorcida ficción. Al contrario que Gacy, Dahmer reconoce sus asesinatos y habla de ellos con una frialdad pasmosa. Su motivación más fuerte era la sensación de poder absoluto que tenía sobre sus víctimas, algo común en muchos asesinos en serie.
Con Dentro del monstruo apenas rozamos la superficie de las mentes de estos individuos. Es muy probable que en el futuro, cuando la psique humana deje de ser un misterio tan insondable, podamos saber con mayor fidelidad qué se le pasa a esta gente por la cabeza. Sin embargo, este libro es un documento muy revelador a pesar de todo. Nos abre las puertas más oscuras de la mente humana y nos deja un montón de preguntas que quizá algún día podamos responder.
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