"Todos queremos ser felices, pero es distinto para cada persona", advierte el coach español Pedro Amador, quien trabaja el tema con una metologìa propia. Su colega uruguaya Leticia Brando se centra preferentemente en el amor, a partir del trabajo en valores, creencias y autoestima, incluyendo el papel de los roles de gènero en la comunicación entre mujeres y hombres. El pròximo 14 de febrero, día de San Valentìn, juntos ofrecerán un taller sobre "Cómo conseguir la felicidad en el amor". En extenso diàlogo previo conLa Repùblicade las Mujeres, Brando y Amador adelantaron conocimientos sobre el coaching, la metodologìa de crecimiento y desarrollo personal que practican.
El taller “Cómo conseguir la felicidad en el amor” tendrà lugar en el hotel Sheraton de Montevideo, el 14 de febrero de 19.30 a21.30 horas. Las inscripciones se realizan en el sitio www.amadoresmicupido.com donde también se puede acceder al taller que Pedro Amador ofreció el año pasado.
Otros datos se encuentran en Facebook (eventos): cómo conseguir la felicidad en el amor.
- ¿En qué consiste la propuesta propuesta conjunta para el próximo 14 de febrero?
- Leticia Brando: Pedro emplea la metodología del autocoaching, que es todo un sistema de la felicidad y yo, que en 2005 fui la primera single coach en España asesorando en amor a las parejas y ya hice varios talleres, voy a trabajar los valores, las creencias y la autoestima.
-Pero el taller no está dirigido solamente a personas sin pareja.
- LB: No, contempla todas las situaciones: parejas que están en crisis, personas recién separadas, gente que se ha dado cuenta que sus sistemas de relaciones no han sido efectivos, que se ha comunicado mal. Vamos a trabajar la comunicación y cómo nos acercamos al otro.
- Pedro Amador: No solo lo necesario para fortalecer una pareja o buscar una pareja nueva, sino también lo que hace que se mantenga. No nos han enseñado que hay que reinventarse, reformularse continuamente porque en tu cada día tienes que hacer lo necesario para mantener a tu pareja al lado.
DEL CONFLICTO A LAS SOLUCIONES
-¿Qué es el coaching?
- PA: A mi me gusta definirlo como el proceso de convertir tus sueños en realidad. Estamos muy acostumbrados a la idea del mentor o al consultor, quienes te dicen que hay que hacerlo así o asá. En cambio el coach lo que hace es, a través de preguntas potentes, comenzar a explorarte para que tú mismo seas consciente de cuales son tus obstáculos. Estamos llenos de creencias del tipo “yo quiero esto pero no lo voy a lograr nunca”, entonces el coach trabaja mucho en la escucha, en el habla y sin juzgar te ayuda a ver cuál es el problema, qué barreras tienes y cómo puedes superarlas marcándote objetivos.
A mi me ayudó mucho porque yo era muy yuppie, muy agresivo. La sociedad hoy en día te mete en esa espiral de maestrías, doctorados, especializaciones, llega un momento que dices “yo he creado el mundo” y son todas tonterías. La inercia te lleva tan rápido que te olvidas por completo de cuál es el sentido de tu vida.
- ¿Qué cambió tan radicalmente tu enfoque?
- PA: Tuve un grave accidente, me atropelló una moto, salí volando, estuve en coma. El daño físico fue muy serio y para mí significó la muerte. Tengo una minusvalía e implicò que no podía hacer lo que hacía antes: 16 horas de trabajo al día, 6 días a la semana. Vengo de una formación en ingeniería de sistemas, muy cuadriculado… Entonces comencé a ver, por ejemplo, la neurolingüística que te ayuda a ver como hablas, a qué atiendes, como aprendes para tratar de recuperar mis aptitudes. Luego vi “El secreto”, empecé a escuchar a algunos gurús y algunas historias, porque me veía en silla de ruedas el resto de mi vida.
-En tus libros planteas que las personas estamos llenas de mandatos sociales, pero nos cuesta saber realmente lo que queremos.
- PA: Me disgustan bastante los gurús que han hecho estudios sobre la felicidad en una muestra de x personas y dicen que la felicidad es eso y esto. Viaja por el mundo y verás que hay pueblos muy pobres en China, Tailandia o en África, para los cuales la felicidad no tiene nada que ver con tener el último móvil (celular), la última versión del Iphone o ganar mucho dinero, sino con valores espirituales y sociales y eso lo estamos perdiendo en la cultura occidental. Hoy parece más importante hacerse las lolas, ir a Gran Hermano…tener que ser.
La Psicología se vende mucho a nivel estadístico y yo considero que cada persona es un mundo: todos queremos ser felices pero es distinto para cada persona.
- LB: La Psicología siempre se ha centrado en el conflicto y el coaching se centra en las soluciones, por eso hablamos de un plan de acción hacia el futuro. Trabajamos el aquí y ahora, tenemos en cuenta el pasado histórico pero es otro enfoque, un cambio de paradigma. Hay mucha gente a la que le cuesta definirse, no sabe lo que quiere y eso es porque tiene problemas de autoestima.
- PA: Hace unos 7 años escribí mi primer libro intentando racionalizar, sin faltar a las emociones, los pasos que puede seguir una persona para ser feliz. No partir del “tu sueña lo que quieres”, no, sino que antes de irte con el pensamiento al cielo hay que saber como estás, definir qué es lo que tu quieres y luego plantearse como puedes alcanzarlo. El coaching es una metodología de crecimiento y desarrollo personal.
- Leticia, tú siempre estuviste muy centrada en el tema del amor. ¿Por qué?
- LB: Yo creo que estamos viviendo en tiempos muy carentes, la gente no se está comunicando bien, los hombres y las mujeres no se están encontrando –de eso hablo en mi libro “Los hombres y las mujeres que no aman demasiado”- y las tensiones que hay entre los géneros porque la mujer ha progresado mucho en lo económico y en lo social, ha conquistado el espacio público y eso al hombre le genera malestar. Hay una tendencia de las mujeres a ser más emocionales, más dependientes por más que hayan logrado independencia económica y el hombre, mentalmente, es económico, es blanco o negro, no pone muchos matices, mientras que las mujeres ponen muchos colores, se hacen toda una película.
- Está muy arraigado culturalmente…
- LB: Si, si. Yo creo que los géneros estamos en un momento de transición, hay un cambio de roles evidente que crea tensiones y tenemos que negociar, con paciencia y respeto.
La familia es una base muy potente en nuestra sociedad y eso hace que aquì la gente quiera mucho más estar en pareja. En España hay tanto individualismo que el soltero se regodea en su soltería, los hombres más que las mujeres.
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