Nadie que haya conocido a Fabián Estapé podrá olvidar su explosiva personalidad ni pasar por alto su obra de profesor. Las anécdotas que recogen su especial concepto inconforme de la vida son parte de la pequeña historia de la profesión económica.
Recuerdo haberle oído contar algún incidente de su paso por el Rectorado de la Universidad de Barcelona, en los últimos tiempos del franquismo. Una representación de los estudiantes de la Facultad de Económicas le visitó para que suspendiera las clases con motivo de la muerte de Ho Chi Minh. Les contestó: "No sabía que estuviese delicado…" Y a continuación les preguntó, muy serio: "Pero ¿ustedes que buscan realmente?" Cuando los estudiantes le contestaron que la caída del General Franco, les replicó: "Eso lleva unas pólizas". Luego repartió unos puros para que salieran fumando de su despacho. Me confió su intención: unos líderes que salen del despacho del rector saboreando un habano no pueden conducir las masas a la Revolución.
De Estapé, hay que alabar sobre todo su magisterio de un grupo de jóvenes que luego destacaron por su visión contestataria de la Economía. Estoy pensado, sobre todo, en el malogrado Ernest Lluch, asesinado por ETA en el momento en que daba sus mejores frutos intelectuales. Destacaré la admiración de Estapé por Schumpeter y Galbraith, cuyos estudios de la figura del empresario innovador y de la empresa capitalista, llenaron muchas de sus lecciones en la cátedra de Zaragoza y Barcelona.
Los alumnos no se perdían una sola de sus clases, llenas de humor y erudición. También tuvieron gran importancia sus trabajos de historia del pensamiento económico, afición transmitida a sus discípulos, no sólo de las dos Universidades mencionadas sino también en la de Valencia. Sus Ensayos de esa materia de 1971 y su edición de Textos olvidados de 1973 son libros que atesoro en mi biblioteca. Pero cuando quiera recordarle, leeré otra vez Sin acuse de recibo (2000), cuyo título refleja bien el desenfado de esas, sus memorias.
Para quien no le conociera, diré que se perdió uno de esos "raros" de los que hablaba Carande, un profesor soprendente e inclasificable: sub-comisario de la Comisaría de Desarrollo con López Rodó, el todopoderoso ministro de Franco; afiliado luego a Comisiones Obreras y al PSUC; inspirador de nacionalistas catalanes de izquierdas: un ave tropical de plumaje multicolor en el gallinero de la Universidad española.
Fabián Estapé (Portbou, Gerona, 1923), maestro de economistas, catedrático de Economía Política de la Universidad de Barcelona, falleció en León este miércoles 1 de febrero, a los 88 años de edad.
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