viernes, 8 de febrero de 2013

La Antropologa DOLORES JULIANO


Dolores Juliano, antropóloga

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Dolores Juliano
Entrevista a Dolores Juliano, antropóloga, durante la 26 Muestra Internacional de Cine de Mujeres de Pamplona (Película ‘Sur la planche’ de Leila Kilani, Marruecos 2010).
22/06/2012
IPES
Dolores Juliano. Estudió Antropología en Argentina y se doctoró en la Universidad de Barcelona, donde ha sido profesora titular hasta su jubilación. Trabaja desde hace muchos años en temas de género, inmigración y discriminación, y ha publicado diversas obras sobre el tema. Destacan Excluidas y marginales (Madrid, Cátedra, 2004) o Marita y las mujeres de la calle (Barcelona, Bellaterra, 2004). Ha recibido el premio “Creu de Sant Jordi” en 2010 por su trayectoria académica y científica.

¿Qué nos puede contar de la película ‘Sur la planche’?

Es la historia de Badia (Soufia Issami), una muchacha de 20 años que ha ido de Casablanca a Tánger a trabajar. Trabaja en la escala más baja del trabajo asalariado, pelando gambas en una gran factoría. Es una historia de una mujer joven con muy escasos recursos y sin ningún tipo de vínculos familiares ni regionales, porque está viviendo en una ciudad diferente a la de su origen.

La exclusión y la pobreza femenina es uno de los temas de la película. ¿Cómo se han enfrentado las mujeres a la exclusión? ¿Qué estrategias han desarrollado?

De entre las estrategias que han desarrollado las mujeres contra la exclusión una importante y significativa es la fabricación de redes, de vínculos. Es algo muy propio de las estrategias femeninas de supervivencia. En el caso de la película este aspecto se ve de forma clara en un caso concreto. La protagonista establece un vínculo profundo y de intercambio con el personaje de Imane (Mouna Bahmad)la amiga con la que trabaja. Con las compañeras de trabajo prácticamente no hay trato y con otras dos “amigas” que hacen a lo largo de las peripecias de la película, hay una desconfianza mutua muy marcada porque proceden de clases sociales diferentes.

Por lo tanto, hay un único vínculo. Curiosamente, a diferencia de lo que podría verse en una película occidental en la que tendería a crear vínculos con el novio en este caso se crea con una amiga. Esta película, más musulmana, muestra un mundo más separado. Las posibilidades de alianzas se dan más entre las mujeres que entre mujeres y hombres. Son mundos muy distantes.

La crisis actual que vivimos, que no es únicamente económica, ¿cómo afecta a las mujeres?

En todas las partes las crisis económicas afectan a los sectores que ya parten de una base con menos recursos. Hace unos años ya se consideraba que las mujeres eran las dos terceras partes de los pobres del mundo. En España por ejemplo algunas mujeres ganan el 30 % menos que los hombres y copan la mayor cantidad de puestos precarios. es de suponer que afecta más profundamente.

De todas manera en términos del mercado laboral de baja cualificación, se ha deteriorado menos el de las mujeres que el de los hombres. Las mujeres trabajan en el sector servicios en el cual la demanda se mantiene. De forma especial en el ámbito de los cuidados. Los hombres con baja cualificación trabajan en ramas tales como el sector de la construcción que ha sido mucho más deteriorado.

Toda su trayectoria profesional está relacionada con el feminismo. ¿Con la perspectiva que dan los años, qué recorrido histórico ha realizado el feminismo? ¿Cómo lo ve en la actualidad?

He estado ligada al feminismo desde las opciones personales y políticas. El movimiento feminista nace con una vocación de ser múltiple. Era y es una manera de oponerse a la mirada androcéntrica que se postulaba como la única mirada posible. Señala que hay otros puntos de vista igualmente legítimos y que dependen de la posición del observador y la observadora dentro de la estructura social. Parte de esa premisa que multiplica por sí misma. Es decir, si las mujeres tienen derecho a proponer la legitimidad de su mirada en contraposición al modelo único, es también evidente que distintos sectores de mujeres pueden proponer sus distintos puntos de vista, sus distintas miradas con la misma legitimidad.

Desde sus inicios en el feminismo surgen cuestionamientos por ejemplo entre las mujeres que planteaban su principal reivindicación en los derechos civiles, que eran mujeres de clase media que tenían otros problemas resueltos, y aquellas cuya principal reivindicación se daba en términos laborales. Lo mismo ocurre entre grupos hegemónicos como eran las mujeres blancas en Estados Unidos y las mujeres de color. O mujeres del primer mundo y mujeres del tercer mundo.

Todos estos factores hacen que haya diferentes posibilidades, diferentes miradas. Lo que pasa es que estas miradas no forzosamente son opuestas. Mi tendencia es considerar que pueden llegar a ser complementarias aunque los ejes se pongan en un aspecto u otro y haya desacuerdos, incluso importantes, sobre asuntos esenciales.

Uno de los temas claves de los feminismos en la actualidad es el tema de la intergeneracionalidad. ¿Cómo percibe el tema del relevo generacional? ¿Se está realizando?

Hace 10 ó 15 años se notaba mucho que había un hueco. Que existía un feminismo clásico que había luchado con la implantación de la democracia y no se había producido un relevo. Se mantenían prácticamente las mismas personas. Pero en los últimos años, al menos en los ámbitos que yo conozco hay un avance importante y considerable de los aportes y la significación de las mujeres jóvenes dentro del movimiento feminista.

De este aspecto se ha tomado conciencia a partir de las Indignadas. Ellas plantean sobre un fondo de reivindicación común, porque las indignadas no están indignadas por otros motivos que el resto de la población. Pero plantean unas estrategias de acción, unos medios de comunicación, una formación de redes que son diferentes de las que se habían utilizado. Esto va calando y se toma en consideración cada vez más. Se reivindica un espacio propio, insisto, no porque las reivindicaciones sean muy diferentes sino porque las maneras de organización son diferentes. También las estrategias.

El mundo actual es un mundo diferente. Las que venimos del mundo del papel nos cuesta insertarnos en el digital. Las que se han incorporado cuando las nuevas tecnologías tenían su peso se mueven con mucha más comodidad. Todo esto está cambiando el mundo en muchos aspectos y también dentro del movimiento feminista. Es suficiente ver cómo el feminismo tradicional cita papel en los trabajos y las nuevas generaciones citan páginas de internet. No es que un mundo desconozca al otro pero la diferencia es muy importante.

¿La revolución será feminista o no será?

La revolución será feminista y, más aún, la revolución feminista es la única revolución que ha triunfado en el siglo XX y no tiene paso atrás, porque nadie desaprende lo aprendido.

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