ANTONIO D. OLANO es periodista de larga trayectoria en el ámbito cultural. Amigo personal de Pablo Picasso, es especialista en la figura del malagueño, de quien ha publicado una docena de libros.
Tiene nombre rotundo. Si, del latín rotundus, que en estos verbigracias nunca se ha de echar a faltar los latinajos, que hacen parecer al hombre o a la mujer de una cultura refinada. Define el diccionario que es semejante a redondo, uséase, lleno y sonoro… Añade: completo, preciso y terminante. Hay que buscarlo y pronunciarlo con rotundidad. Es preciso llenar los pulmones de aire, como te piden en los exámenes médicos, para no quedarse en el camino. Nada de esdrújulos ni agudos.
Solicito en la “Casa del libro”, escaparates casi tapados por la parada de de autobuses, remanso cultural de la Gran Vía por la que camino, unos libros científicos del doctor Juan José Rufilanchas Sánchez, entre otras cosas porque no hay aventura tan apasionante como la de la Ciencia y una amable empleada —los funcionarios de las librerías siempre extreman su cordialidad- y busca mi demanda en el ordenador.
“Quedan dos ejemplares…”.
Alguien repite el apellido de tirón. Si tropiezas en alguna sílaba has de volver a empezar como ocurre con los trabalenguas.
“Ese cirujano me operó a mi…bueno, antes a mi mujer. A mí me esperaba una muerte supitaña---bueno, debe decirse súbita. Y aquí nos tienes, nuestros corazones, como lo descritos por Jardiel, eran con freno y con marcha atrás”.
Y se me aparece, no hay seres humanos tan entrañables como los que, de pronto, se te aparecen, está a mi lado Pepe Asensi, el hombre que puso patitas arriba la entonces estática del papel impreso al que él aplicó su mágica estética. Estética periodística.
Después animan mi dejadez, uséase, miedo. A ellos y al matrimonio Pérez Puig debo la decisión de poner en las manos de Rufilanchas mi corazón entero, que ya no estaba para más aplazamientos y que jugaba sus últimos minutos de la prórroga.
“Levantarme mañanas o quemadme!
Recuerdo versos de Claudio Rodríguez (el emperador Claudio de la Poesía), junto a su mujer, la clara claridad de Clara. Me anima: ·”A una parienta mía, desahuciada, la operó Rufillanchas”.
Mi universo mundo de la Prosperidad, cuna, catapulta y refugio de los grandes de la Literatura universal, está en su casi totalidad operada por Rufilanchas.
Un apellido que puede parecer insólito, es coreado sin titubeos en todos los continentes del mundo. Eso te anima en los momentos, en circunstancias que solamente tú crees que has vivido. Sobre todo si recuerdas versos también rotundos:
“¡Que ahora de verdad , que va mi vida
En ello!
Mi aéreo corazón, ¿Dónde aldabea,
Con su sangre…”
Salgo a la Gran Vía, la cruzo y, con mis libros en la bolsa que les es propia, alcanzo la otra orilla, la que me conduce a los estudios de “Radio Madrid”. Allí me espera un matrimonio angelical: Paloma y Mariano Rivilla. Tienen la elegancia de no mirarme como a un resucitado. Enseño mis nuevos libros:
-Hombre, operado por Rufilanchas, así cualquiera…
Se me borró todo pensamiento al entrar en el quirófano. Volver o perderme entre la nada. Claudio de nuevo:
“De pronto estoy despierto y es de día”
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