miércoles, 31 de diciembre de 2014
¿Qué es un campo morfogenético?
Según el controvertido bioquímico y
parapsicólogo Rupert Sheldrake existe un campo morfogenético (morfo
viene de morphe = forma) que nos permitiría entender cómo los organismos
vivos, los cristales y hasta las moléculas, adoptan su forma y su
comportamiento.
De acuerdo con sus teorías, los sistemas naturales, tales como
una colonia de termitas, una bandada de pájaros o un grupo de flores,
heredan una memoria colectiva de todas las cosas de su tipo que han
existido previamente. Para Sheldrake, existe
un comportamiento en todo lo vivo que tiende a la consecución de una
meta. Pero la intención no sería un atributo único de la consciencia
humana, sino una parte esencial de todos los sistemas vivos. Rupert Sheldrake habló de la existencia de una especie de conexión telepática entre organismos. Sus ideas se aplican hoy, por ejemplo, a las “constelaciones familiares”, un sistema de terapia desarrollada por el alemán Bert Hellinger. En esta terapia se considera que existe una transmisión de conflictos, secretos familiares y hasta comportamientos que se transmiten de generación en generación y explican situaciones actuales. Sin embargo, esta transmisión no es genética ni aprendida sino dependiente de una memoria o consciencia colectiva.
Una teoría holística, no mecanicista
La biología ha considerado hasta ahora que los organismos vivos son máquinas que pueden explicarse por las leyes conocidas de la física y la química. Las corrientes holísticas en cambio, se han negado a aceptar que la naturaleza pueda explicarse en forma tan simplista y han propuesto modelos sistémicos que entienden que el todo es más que la simple suma de sus partes.Las ideas de Sheldrake están consignadas en su libro “Una Nueva Ciencia de la Vida: la Hipótesis de la Resonancia Mórfica”, publicado en 1981, donde cuestiona la visión mecanicista. Después de su publicación muchos experimentos se han hecho para tratar de demostrar la validez de sus hipótesis pero la ciencia oficial se ha negado a aceptar sus ideas como válidas.
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Para este libro, Rupert Sheldrake estudió por cinco años a miles de personas que tenían una mascota o trabajaban con animales y concluyó que existe una fuerte conexión entre animales y humanos que va más allá de cualquier explicación científica disponible.
¿Qué es un campo morfogenético?
Los campos morfogenéticos o campos mórficos serían una especie de depósito de información, no energía, que sería utilizable a través de espacio y tiempo. Difíciles de medir, porque no se trata de campos físicos (no tienen dimensiones, por ejemplo), ejercen influencia sobre sistemas organizados.Sheldrake cree que la mayoría de las cosas existentes en el universo se organizan autónomamente. Tomemos el ejemplo de un cristal que se organiza por sí solo. Los animales, los seres humanos, las plantas, crecen sin necesidad de intervención externa.
“… la forma de las sociedades, ideas, cristales y moléculas dependen de la manera en que tipos similares han sido organizados en el pasado,” escribió Sheldrake. “Hay una especia de memoria integrada en los campos mórficos de cada cosa auto-organizada.”
Estos campos mórficos evolucionarían a través del tiempo. El hábito, la repetición, sería el factor determinante en la creación de estos campos.
Bert Hellinger
Bert Hellinger
Anton Hellinger nació en una familia católica en Alemania en 1925.
Vivió en la Alemania nazi durante su infancia y juventud, pagó el precio
de la guerra en el frente, después en un campo de prisioneros y
finalmente con la muerte de su hermano. Desde muy joven vibraba con el
respeto a la libertad humana, viviendo a contra corriente para seguir su
propio criterio. A la edad de 10 años, dejó su familia para asistir a
una escuela católica en un monasterio dirigida por la Orden en la cual
él fue ordenado más tarde y ésta lo envió a Sudáfrica como misionero. La
división local de las Juventudes Hitlerianas intentó sin éxito reclutar
a Bert Hellinger cuando este era adolescente. Esto provocó que fuera
clasificado como ‘Sospechoso de Ser Enemigo del Pueblo’ en 1942.
Hellinger fue reclutado en el ejército alemán regular. Vivió el combate
en el frente Occidental. En 1945, fue capturado y encarcelado en un
campo aliado de prisioneros de guerra en Bélgica. Después de escaparse
del campo, volvió a Alemania. Hellinger entró en una orden religiosa
católica y se hizo sacerdote. Estudió filosofía, pedagogía y teología en
la universidad de Würzburg como parte de sus estudios hacia el
sacerdocio. A principios de los años 1950, fue enviado a Sudáfrica donde
se le encomentó la tarea misionera con los zulúes. Allí siguió sus
estudios en la universidad de Pietermaritzburg y la universidad de
Sudáfrica donde recibió un B.A. y un Diploma de Educación universitaria,
lo que le dio derecho a dar clases en escuelas secundarias públicas.
Hellinger vivió en Sudáfrica durante 16 años. Durante estos años sirvió como sacerdote de parroquia, profesor y, finalmente, como el director de una gran escuela para estudiantes africanos. También tuvo responsabilidades administrativas en el distrito diocesano entero que contiene 150 escuelas. Aprendió la lengua zulú con fluidez, participó en sus rituales, lo que le permitió tener una visión particular, en parte esotérica. Su participación en una serie de formaciones interraciales ecuménicas en la dinámica de grupo conducida por el clero anglicano en Sudáfrica a principios de los años 1960 supuso el primer paso para su salida del clero católico. El comienzo de su interés por la fenomenología coincidió con la disolución de sus votos al clero.
Después de abandonar al clero, encontró a su primera esposa, Herta, y se casó poco después de la vuelta a Alemania. Empleó varios años a principios de los años 1970 en la formación en Viena en un curso clásico en la psicoanálisis en la Wiener Arbeitskreis für Tiefenpsychologie (Asociación vienesa para la Psicología en Profundidad). Completó su formación en el Münchner Arbeitsgemeinschaft für Psychoanalyse (Instituto de Munich de Formación Psicoanalítica) y fue aceptado como miembro practicante de su asociación profesional. No tiene licencia de hacer psicoterapia en Alemania.
En 1973, dejó Alemania por segunda vez y viajó a los EE. UU para seguir su formación con la terapia primal de Arthur Janov en California.1 2 Hubo muchas influencias importantes que propiciaron su acercamiento. Uno de los más significativos fue Eric Berne y el Análisis Transaccional.
Llegando a la edad de 70, no había entrenado a estudiantes a continuar su método. Aceptó que el psiquiatra alemán Gunthard Weber registrara y corrigiera una serie de transcripciones de taller. Weber publicó el libro él mismo en 1993 bajo el título Zweierlei Glück [Fortuna Caprichosa; Posibilidad de Segundo de aka]. Esperaba vender dos mil copias dentro de la comunidad de psicoterapeutas alemanes interesados en acercamientos alternativos. Para sorpresa de todos, el libro fue recibido con la aclamación y rápidamente se hizo un éxito de ventas nacional, vendiendo doscientas mil copias. Durante los próximos 15 años, él escribió como autor o co-autor alrededor de 30 libros.
La relación de Hellinger con sus discípulos puede llegar a ser en ocasiones muy intensa. Miguel Ángel Schiavo, una de las personas que se han beneficiado de sus enseñanazas escribió en un homenaje a su maestro: “Como anécdota relato algo personal. En Toledo te alcancé un libro para que lo firmes y tú me saludaste y dijiste “Hola Miguel”. Y yo pregunté: “Hola. ¿De dónde me conoces? ¿Cómo es que te acuerdas de mí?” Siempre me sentí muy cerca. A pesar de que internamente me peleaba con muchas propuestas, terminaba como un perro con la panza hacia arriba y podías hacer cualquier cosa conmigo”. Otra discípula, Liliana Chaia, también se dirigió a su orientador y guía con palabras que evidencian la impronta personal que este maestro deja en sus alumnos: “Admiro tu mirada abierta, vacía, esa mirada que te permite exponerte y llegar a descubrir ese maravilloso regalo que nos fuiste dejando en cada encuentro. Tu mirada compasiva, tu mirada pícara, esa mirada que ubica, esa mirada global”. Alejandra Pistorio, otra alumna, recuerda un interesante episodio ocurrido con Hellinger en 2002 en un congreso sobre psicosis en Mallorca: “…mucha gente estaba muy enojada porque decías cosas diferentes a las que habías dicho antes. Recuerdo a una persona del público que dijo: “No. En un artículo alguna vez escribiste algo y ahora estás diciendo lo contrario”. Creo que se refería al aborto. Entonces dijiste una frase que la tengo muy guardada para mí: “Este conocimiento es como una llama, como el fuego, el que lo agarra y lo aprieta mucho lo apaga””. Y Tiuu Bolzman, discípulo de Hellinger de origen alemán recuerda una anécdota brillante : “En México un hombre se puso de pie y dijo: “Bert, en tu primer libro tú has dicho algo que contradice totalmente esto que acabas de decir”. Entonces mostraste tu sonrisa de siempre, esa sonrisa pícara, y respondiste: “¡Qué me importa lo que dije hace diez años!”.
Hellinger ha publicado más de 30 libros con ventas combinadas de un millón de copias en al menos diez lenguas. Algunos de sus libros traducidos al español incluyen.
Es ahora mi autor favorito.Hellinger vivió en Sudáfrica durante 16 años. Durante estos años sirvió como sacerdote de parroquia, profesor y, finalmente, como el director de una gran escuela para estudiantes africanos. También tuvo responsabilidades administrativas en el distrito diocesano entero que contiene 150 escuelas. Aprendió la lengua zulú con fluidez, participó en sus rituales, lo que le permitió tener una visión particular, en parte esotérica. Su participación en una serie de formaciones interraciales ecuménicas en la dinámica de grupo conducida por el clero anglicano en Sudáfrica a principios de los años 1960 supuso el primer paso para su salida del clero católico. El comienzo de su interés por la fenomenología coincidió con la disolución de sus votos al clero.
Después de abandonar al clero, encontró a su primera esposa, Herta, y se casó poco después de la vuelta a Alemania. Empleó varios años a principios de los años 1970 en la formación en Viena en un curso clásico en la psicoanálisis en la Wiener Arbeitskreis für Tiefenpsychologie (Asociación vienesa para la Psicología en Profundidad). Completó su formación en el Münchner Arbeitsgemeinschaft für Psychoanalyse (Instituto de Munich de Formación Psicoanalítica) y fue aceptado como miembro practicante de su asociación profesional. No tiene licencia de hacer psicoterapia en Alemania.
En 1973, dejó Alemania por segunda vez y viajó a los EE. UU para seguir su formación con la terapia primal de Arthur Janov en California.1 2 Hubo muchas influencias importantes que propiciaron su acercamiento. Uno de los más significativos fue Eric Berne y el Análisis Transaccional.
Llegando a la edad de 70, no había entrenado a estudiantes a continuar su método. Aceptó que el psiquiatra alemán Gunthard Weber registrara y corrigiera una serie de transcripciones de taller. Weber publicó el libro él mismo en 1993 bajo el título Zweierlei Glück [Fortuna Caprichosa; Posibilidad de Segundo de aka]. Esperaba vender dos mil copias dentro de la comunidad de psicoterapeutas alemanes interesados en acercamientos alternativos. Para sorpresa de todos, el libro fue recibido con la aclamación y rápidamente se hizo un éxito de ventas nacional, vendiendo doscientas mil copias. Durante los próximos 15 años, él escribió como autor o co-autor alrededor de 30 libros.
La relación de Hellinger con sus discípulos puede llegar a ser en ocasiones muy intensa. Miguel Ángel Schiavo, una de las personas que se han beneficiado de sus enseñanazas escribió en un homenaje a su maestro: “Como anécdota relato algo personal. En Toledo te alcancé un libro para que lo firmes y tú me saludaste y dijiste “Hola Miguel”. Y yo pregunté: “Hola. ¿De dónde me conoces? ¿Cómo es que te acuerdas de mí?” Siempre me sentí muy cerca. A pesar de que internamente me peleaba con muchas propuestas, terminaba como un perro con la panza hacia arriba y podías hacer cualquier cosa conmigo”. Otra discípula, Liliana Chaia, también se dirigió a su orientador y guía con palabras que evidencian la impronta personal que este maestro deja en sus alumnos: “Admiro tu mirada abierta, vacía, esa mirada que te permite exponerte y llegar a descubrir ese maravilloso regalo que nos fuiste dejando en cada encuentro. Tu mirada compasiva, tu mirada pícara, esa mirada que ubica, esa mirada global”. Alejandra Pistorio, otra alumna, recuerda un interesante episodio ocurrido con Hellinger en 2002 en un congreso sobre psicosis en Mallorca: “…mucha gente estaba muy enojada porque decías cosas diferentes a las que habías dicho antes. Recuerdo a una persona del público que dijo: “No. En un artículo alguna vez escribiste algo y ahora estás diciendo lo contrario”. Creo que se refería al aborto. Entonces dijiste una frase que la tengo muy guardada para mí: “Este conocimiento es como una llama, como el fuego, el que lo agarra y lo aprieta mucho lo apaga””. Y Tiuu Bolzman, discípulo de Hellinger de origen alemán recuerda una anécdota brillante : “En México un hombre se puso de pie y dijo: “Bert, en tu primer libro tú has dicho algo que contradice totalmente esto que acabas de decir”. Entonces mostraste tu sonrisa de siempre, esa sonrisa pícara, y respondiste: “¡Qué me importa lo que dije hace diez años!”.
Hellinger ha publicado más de 30 libros con ventas combinadas de un millón de copias en al menos diez lenguas. Algunos de sus libros traducidos al español incluyen.
- Hellinger, B. (2001). Las propias verdades del amor: Vinculación y equilibrio en relaciones cercanas (M. Oberli-Turner & H. Beaumont, Trans.). Phoenix, AZ: Zeig, Tucker & Theisen.
- Hellinger, B. (2002). Perspicacias: Conferencias e historias. (J. ten Herkel, Trans.). Heidelberg, Germany: Carl-Auer-Systeme Verlag.
- Hellinger, B. (2002). En vida & otras paradojas: Aforismos y pequeñas historias de Bert Hellinger (R. Metzner, Trans.). Phoenix, AZ: Zeig, Tucker & Theisen.
- Hellinger, B. (2003). Constelaciones familiares de despedida con descendientes de víctimas y autores (C. Beaumont, Trans.). Heidelberg, Germany: Carl-Auer-Systeme Verlag.
- Hellinger, B. (2003). La paz comienza en el alma: constelaciones familiares en el servicio de reconciliación (C. Beaumont, Trans.). Heidelberg, Germany: Carl-Auer-Systeme Verlag.
- Hellinger, B. (2006). Ningunas olas sin el océano: Experiencias y pensamientos (J. ten Herkel & S. Tombleson, Trans.). Heidelberg, Germany: Carl-Auer-Systeme Verlag.
- Hellinger, B. (2007). Con Dios en mente. Berchtesgaden, Germany: Hellinger Publications.
- Hellinger, B. & ten Hövel, G. (1999). El reconocimiento cual es: Conversaciones con Bert Hellinger. Phoenix, AZ: Zeig, Tucker & Theisen.
- Hellinger, B., Weber, G., & Beaumont, H. (1998). La simetría escondida del amor: Lo que hace el amor el trabajo en relaciones. Phoenix, AZ: Zeig, Tucker & Theisen.
Es un Psicologo
Anton Hellinger nació en una familia católica en Alemania en 1925. Vivió en la Alemania nazi durante su infancia y juventud, pagó el precio de la guerra en el frente, después en un campo de prisioneros y finalmente con la muerte de su hermano. Desde muy joven vibraba con el respeto a la libertad humana, viviendo a contra corriente para seguir su propio criterio. A la edad de 10 años, dejó su familia para asistir a una escuela católica en un monasterio dirigida por la Orden en la cual él fue ordenado más tarde y ésta lo envió a Sudáfrica como misionero. La división local de las Juventudes Hitlerianas intentó sin éxito reclutar a Bert Hellinger cuando este era adolescente. Esto provocó que fuera clasificado como ‘Sospechoso de Ser Enemigo del Pueblo’ en 1942. Hellinger fue reclutado en el ejército alemán regular. Vivió el combate en el frente Occidental. En 1945, fue capturado y encarcelado en un campo aliado de prisioneros de guerra en Bélgica. Después de escaparse del campo, volvió a Alemania. Hellinger entró en una orden religiosa católica y se hizo sacerdote. Estudió filosofía, pedagogía y teología en la universidad de Würzburg como parte de sus estudios hacia el sacerdocio. A principios de los años 1950, fue enviado a Sudáfrica donde se le encomentó la tarea misionera con los zulúes. Allí siguió sus estudios en la universidad de Pietermaritzburg y la universidad de Sudáfrica donde recibió un B.A. y un Diploma de Educación universitaria, lo que le dio derecho a dar clases en escuelas secundarias públicas.
Hellinger vivió en Sudáfrica durante 16 años. Durante estos años sirvió como sacerdote de parroquia, profesor y, finalmente, como el director de una gran escuela para estudiantes africanos. También tuvo responsabilidades administrativas en el distrito diocesano entero que contiene 150 escuelas. Aprendió la lengua zulú con fluidez, participó en sus rituales, lo que le permitió tener una visión particular, en parte esotérica. Su participación en una serie de formaciones interraciales ecuménicas en la dinámica de grupo conducida por el clero anglicano en Sudáfrica a principios de los años 1960 supuso el primer paso para su salida del clero católico. El comienzo de su interés por la fenomenología coincidió con la disolución de sus votos al clero.
Abandono del clero y casamiento
Después de abandonar al clero, encontró a su primera esposa, Herta, y se casó poco después de la vuelta a Alemania. Empleó varios años a principios de los años 1970 en la formación en Viena en un curso clásico en la psicoanálisis en la Wiener Arbeitskreis für Tiefenpsychologie (Asociación vienesa para la Psicología en Profundidad). Completó su formación en el Münchner Arbeitsgemeinschaft für Psychoanalyse (Instituto de Munich de Formación Psicoanalítica) y fue aceptado como miembro practicante de su asociación profesional. No tiene licencia de hacer psicoterapia en Alemania.En 1973, dejó Alemania por segunda vez y viajó a los EE. UU para seguir su formación con la terapia primal de Arthur Janov en California.1 2 Hubo muchas influencias importantes que propiciaron su acercamiento. Uno de los más significativos fue Eric Berne y el Análisis Transaccional.
Llegando a la edad de 70, no había entrenado a estudiantes a continuar su método. Aceptó que el psiquiatra alemán Gunthard Weber registrara y corrigiera una serie de transcripciones de taller. Weber publicó el libro él mismo en 1993 bajo el título Zweierlei Glück [Fortuna Caprichosa; Posibilidad de Segundo de aka]. >Esperaba vender dos mil copias dentro de la comunidad de psicoterapeutas alemanes interesados en acercamientos alternativos. Para sorpresa de todos, el libro fue recibido con la aclamación y rápidamente se hizo un éxito de ventas nacional, vendiendo doscientas mil copias. Durante los próximos 15 años, él escribió como autor o co-autor alrededor de 30 libros.
La relación de Hellinger con sus discípulos puede llegar a ser en ocasiones muy intensa. Miguel Ángel Schiavo, una de las personas que se han beneficiado de sus enseñanazas escribió en un homenaje a su maestro: "Como anécdota relato algo personal. En Toledo te alcancé un libro para que lo firmes y tú me saludaste y dijiste “Hola Miguel”. Y yo pregunté: “Hola. ¿De dónde me conoces? ¿Cómo es que te acuerdas de mí?” Siempre me sentí muy cerca. A pesar de que internamente me peleaba con muchas propuestas, terminaba como un perro con la panza hacia arriba y podías hacer cualquier cosa conmigo". Otra discípula, Liliana Chaia, también se dirigió a su orientador y guía con palabras que evidencian la impronta personal que este maestro deja en sus alumnos: "Admiro tu mirada abierta, vacía, esa mirada que te permite exponerte y llegar a descubrir ese maravilloso regalo que nos fuiste dejando en cada encuentro. Tu mirada compasiva, tu mirada pícara, esa mirada que ubica, esa mirada global". Alejandra Pistorio, otra alumna, recuerda un interesante episodio ocurrido con Hellinger en 2002 en un congreso sobre psicosis en Mallorca: "...mucha gente estaba muy enojada porque decías cosas diferentes a las que habías dicho antes. Recuerdo a una persona del público que dijo: “No. En un artículo alguna vez escribiste algo y ahora estás diciendo lo contrario”. Creo que se refería al aborto. Entonces dijiste una frase que la tengo muy guardada para mí: “Este conocimiento es como una llama, como el fuego, el que lo agarra y lo aprieta mucho lo apaga”". Y Tiuu Bolzman, discípulo de Hellinger de origen alemán recuerda una anécdota brillante : "En México un hombre se puso de pie y dijo: “Bert, en tu primer libro tú has dicho algo que contradice totalmente esto que acabas de decir”. Entonces mostraste tu sonrisa de siempre, esa sonrisa pícara, y respondiste: “¡Qué me importa lo que dije hace diez años!”.
Viajes y conferencias
Hellinger viaja en la actualidad extensamente, dando conferencias, talleres y cursos de formación en todas partes de Europa, EE. UU, América Central y América del Sur, Rusia, China, y Japón. Parece que tiene un gran éxito con sus demostraciones de "constelaciones familiares". Ha sido excluido y criticado por varias asociaciones profesionales como la DGSF [1], entre otras una agencia que se ocupa de psicosectas en Alemania ([2]). Hellinger se distanció de algunos colegas críticos de su comportamiento, como la realización de declaraciones generales que reducían cuestiones complejas a causas primordiales simples o a su manera de tratar a los clientes. También se ataca a Hellinger por sus comentarios sobre Hitler, el holocausto, el incesto, abuso infantiles y la homosexualidad. Aunque dichos comentarios sean producto de los resultados de su método, en terapias realizadas por facilitadores ajenos y fuera del entorno de Hellinger.Hellinger y su segunda esposa Maria Sophie Hellinger llevan la Escuela de Hellinger.
Controversia
Adolf Hitler
Hellinger creó un controvertido poema dedicado a Adolf Hitler en el que pide al lector identificarse con Hitler y respetar esa parte de uno mismo. Numerosos artículos relacionados con este tema aparecieron en la revista Holandesa antifascista "Alert!".3Incesto
La posición de Hellinger en la que el perpetrador de incesto ha suscitado numerosas críticas en la comunidad terapéutica. Su posición se resume en este abstracto de uno de sus recientes libros:- "Ahora sobre el incesto. Si usted se ha confrontado con una situación de incesto, una muy común dinámica es que la mujer no ha cumplido con su marido, ella rechaza mantener relaciones sexuales. Luego, como compensación, la hija toma su lugar. Este es un movimiento inconsciente, no consciente. Como ve, en el incesto, hay dos perpetradores, uno en la sombra y uno al descubierto. No puede resolver el problema a menos que salga a relucir el perpetrador escondido. Hay extrañas frases que salen a la luz. LA hija dice a su madre "Lo hice por ti." Y ella puede decir a su padre"Lo hice por mamá." ¿Cuál es efecto de estas palabras? El incesto no puede continuar. Si quiere pararlo, esta es la mejor manera, sin acusaciones. Si se lleva el perpetrador a la justicia, la víctima expiará por lo que se le ha hecho al perpetrador. "
Eso no significa que Hellinger dijera que la justicia no debería actuar ni que los responsables de abuso o de otros delitos no deban cumplir con lo dictaminado con la ley, muchas veces fue mal entendido. Hellinger se refiere a las dinámicas que se procesan, pero que cada uno deberá hacerse cargo de su pena por las trangresiones realizadas y pagar de alguna forma le hace bien al transgresor para recuperar su dignidad y honor.
Otras posiciones controvertidas de Hellinger
- "Una víctima de cáncer de mama puede querer morir secretamente por un conflicto inconsciente con su madre"
- "La homosexualidad puede resultar porque un niño asume de manera inconsciente los sentimientos de una tía o una tía-abuela fallecidas cuando no hay descendencia femenina en la línea descendente familiar"
- "Violación o incesto crea una relación; el perpetrador debe recibir un "debido respeto" antes que la víctima pueda establecer relación con otro alguien "5 6 7 8
No es ciencia
No existe evidencia científica publicada por revistas especializadas que avalen el carácter científico de las constelaciones familiares desarrolladas por Hellinger. Por lo tanto, su fundamento, utilidad y resultados no han sido sometidos a experimentación, lo que impide saber a la fecha si realmente existen resultados directamente atribuibles a esta técnica. Esta situación ha sido denunciada en diversas publicaciones que tampoco han evidenciado lo contrario9 Hellinguer jamás ha intentado justificarse científicamente, sin embargo algunos de sus seguidores han escrito varios ensayos relacionando la técnica desarrollada por Hellinguer con el trabajo de Rupert Sheldrake y su teoría de los campos morfogenéticos. 10Literatura crítica de Hellinger
- Traducción libre del artículo “La controversial terapia de Bert Hellinger”11
- Elisabeth Reuter: Gehirn-Wäsche. Macht und Willkür in der "systemischen Psychotherapie" nach Bert Hellinger. Nachwort von Klaus Weber. Berlin / Eugene / Shrewsbury: Antipsychiatrieverlag 2005. ISBN 978-3-925931-40-6
Trabajos
Hellinger ha publicado más de 30 libros con ventas combinadas de un millón de copias en al menos diez lenguas. Algunos de sus libros traducidos en el inglés incluyen:- Hellinger, B. (2001). Las propias verdades del amor: Vinculación y equilibrio en relaciones cercanas (M. Oberli-Turner & H. Beaumont, Trans.). Phoenix, AZ: Zeig, Tucker & Theisen.
- Hellinger, B. (2002). Perspicacias: Conferencias e historias. (J. ten Herkel, Trans.). Heidelberg, Germany: Carl-Auer-Systeme Verlag.
- Hellinger, B. (2002). En vida & otras paradojas: Aforismos y pequeñas historias de Bert Hellinger (R. Metzner, Trans.). Phoenix, AZ: Zeig, Tucker & Theisen.
- Hellinger, B. (2003). Constelaciones familiares de despedida con descendientes de víctimas y autores (C. Beaumont, Trans.). Heidelberg, Germany: Carl-Auer-Systeme Verlag.
- Hellinger, B. (2003). La paz comienza en el alma: constelaciones familiares en el servicio de reconciliación (C. Beaumont, Trans.). Heidelberg, Germany: Carl-Auer-Systeme Verlag.
- Hellinger, B. (2006). Ningunas olas sin el océano: Experiencias y pensamientos (J. ten Herkel & S. Tombleson, Trans.). Heidelberg, Germany: Carl-Auer-Systeme Verlag.
- Hellinger, B. (2007). Con Dios en mente. Berchtesgaden, Germany: Hellinger Publications.
- Hellinger, B. & ten Hövel, G. (1999). El reconocimiento cual es: Conversaciones con Bert Hellinger. Phoenix, AZ: Zeig, Tucker & Theisen.
- Hellinger, B., Weber, G., & Beaumont, H. (1998). La simetría escondida del amor: Lo que hace el amor el trabajo en relaciones. Phoenix, AZ: Zeig, Tucker & Theisen.
- Zweierlei Glück. Konzept und Praxis der systemischen Psychotherapie (1993)
- Ordnungen der Liebe (1994)
- Die Mitte fühlt sich leicht an (1996)
- Wo Schicksal wirkt und Demut heilt - ein Kurs für Kranke
- Wie Liebe gelingt (1999)
- mit Gabriele ten Hövel - Anerkennen, was ist. Gespräche über Verstrickung und Heilung
- Mit der Seele gehen
- Ordnungen des Helfens - Über die Ordnungen und Unordnungen sinnvollen professionellen Helfens
- Gedanken unterwegs
- Gottesgedanken - Über die Gottesvorstellungen der Menschen und ihre Wirkungen und Funktionen in Systemen.
- Wahrheit in Bewegung
- Der große Konflikt
- Ein langer Weg - Biographie (2005)
- Rachel weint um ihre Kinder - Familien-Stellen mit Überlebenden des Holocaust. Vorwort v. Haim Dasberg (Herder Verlag 3/2004, ISBN 3-451-05443-4)
Literatura crítica sobre Hellinger
- Werner Haas. Familienstellen - Therapie oder Okkultismus? Das Familienstellen nach Hellinger kritisch beleuchtet. Asanger Verlag, 2005, 170 S. ISBN3-89334-430-6
- Goldner, Colin (Hrsg.): Der Wille zum Schicksal. Die Heilslehre des Bert Hellinger
- Studentischer Sprecherrat der Universität München (Hrsg.): "Niemand kann seinem Schicksal entgehen..." Kritik an Weltbild und Methode des Bert Hellinger. Alibri-Verlag 2004, 165 S. 2. Auflage mit zusätzlichen Beiträgen 2005
- Claudia Barth: Über alles in der Welt - Esoterik und Leitkultur. Eine Einführung in die Kritik irrationaler Welterklärungen. Alibri Verlag 2003. 206 S. ISBN3-932710-36-3
- Elisabeth Reuter: Gehirn-Wäsche. Macht und Willkür in der "systemischen Psychotherapie" nach Bert Hellinger. Nachwort von Klaus Weber. 234 S. Berlin / Eugene / Shrewsbury: Peter Lehmann Antipsychiatrieverlag 2005. ISBN 978-3-925931-40-6
Referencias
- Bert Hellinger. «Love's Own Truths: Bonding and Balancing in Close Relationships» (en inglés). Consultado el 11 de enero de 2011.
- Joy Manné, Bert Hellinger. «Family Constellations: A Practical Guide to Uncovering the Origins of Family» (en inglés). Consultado el 11 de enero de 2011.
- Alert!. «Bert Hellinger's controversial therapy by Herman Nimis, September 2005» (en inglés). Consultado el 15 de Setiembre de 2013.
- Bert Hellinger. «Love's Hidden Symmetry: What Makes Love Work in Relationships» (en inglés). Consultado el 15 de Setiembre de 2013.
- How love works in couple relationships Bert Hellinger page 224
- Bonding and Balancing in Close Relationships By Bert Hellinger pages 406 - 417
- Acknowledging what is: conversations with Bert Hellinger By Bert Hellinger, Gabriele Ten Hövel, Colleen Beaumont pages 123-125
- http://skepdic.com/therapy.html
- Nimis, Herman. «La controversial terapia de Bert Hellinger». Alert!. Consultado el 27 de agosto de 2012.
- Alert!. «¿Qué son las constelaciones familiares? por Belem Medina Pacheco, Febrero 2009». Consultado el 9 de Abril de 2014.
- http://www.aech.cl/2012/08/constelaciones-familiares-la.html. Consultado el 15 de Setiembre de 2013. Falta el
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Enlaces externos
- hellinger.com Web oficial
- AGPF - Aktion für Geistige und Psychische Freiheit, página crítica, en alemán.
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lunes, 29 de diciembre de 2014
Bert Hellinger LA FELICIDAD QUE PERMANECE: LO ESENCIAL DE LAS CONSTELACIONES FAM ILIARES BERT HELLINGER
LA FELICIDAD QUE PERMANECE: LO ESENCIAL DE LAS CONSTELACIONES FAM ILIARES
RIGDEN, 2014
Resumen del libro
Con su proverbial sabiduría, Hellinger nos enseña a profundizar en nuestras relaciones humanas para que la felicidad dure en lugar de quebrarse ante la primera dificultad que se presente. Así, enseña lo esencial para la realización del amor en la pareja, en la paternidad, en la filiación, en las relaciones con los demás y c on nosotros mismos: el bienestar se asienta en el respeto al orden sutil de los sistemas familiares y en el logro del amor en nuestros vínculos. En ellos descansamos y logramos sentirnos plenos, cuando todos aquellos que forman parte de nuestra familia tienen un lugar en nuestro corazón, sin exclusiones. Esto requiere dar el salto desde la conciencia estrecha, que se orienta según criterios de buenos y malos, hacia el profundo abrazo al misterio de la vida tal como es y a todas las personas tal como son. El autor lo denomina `tomar más allá del bien y del mal´. Felicidad que permanece apasionará a todos los lectores interesados en comprender profundamente lo que nos hace felices, en una singular aproximación que prescinde de cualquier retórica intelectual para concentrarse en las dinámicas familiares que encierran la semilla del sufrimiento, con el objetivo de transformarlo en alegría y fuerza al servicio de la vida. Así, esta obra se convierte en imprescindible para todos aquellos que se han expuesto a la conmovedora vibración de las Constelaciones Familiares y que, ya como profesionales o como interesados, se sienten intrigados por su futuro: un futuro en sintonía con el espíritu o -como se afirma en la última frase del libro- `un futuro espiritual´. BERT HELLINGER estudió filosofía, teología y pedagogía, y trabajó durante dieciséis años como miembro de una orden misionera católica en Sudáfrica. Después se hizo psicoanalista, y llegó a configurar su propia terapia sistémica y familiar a través de la dinámica de grupos, la terapiadomingo, 28 de diciembre de 2014
Titulo: El efecto lucifer Autor: Philip Zimbardo
Titulo: El efecto lucifer
Autor: Philip Zimbardo
Editorial: Paidós
Acabo de terminar el libro de Philip Zimbardo "El efecto lucifer", psicólogo social y referencia en su campo gracias a su célebre Experimento de la Prisión de Standford, y más recientemente por su participación como asesor, en el caso de las torturas de la Prisión de Abu Ghraib.
Zimbardo es un tipo con una misión bastante elevada y poco común: eliminar la maldad del mundo. Y para ello lleva toda una vida realizando experimentos, analizando la realidad pasada y presente y estudiando su campo (la psicología social), tratando de identificar las causas de la maldad humana para poder combatirla.
Quien conozca el Experimento de la Prisión de Standford, del mismo Zimbardo, o la película que se hizo del mismo, "Das experiment", sabrá que hace unos 30 años, tuvo lugar un experimento encaminado a estudiar el efecto de la Situación (el contexto del momento concreto) y el Sistema (el contexto cultural), en contra de la Disposición (nuestra propia orientación y rasgos del carácter) que normalmente valoramos como única o máxima causa de todo comportamiento y decisión. El objetivo era valorar el peso de estos elementos sobre la psique y la conducta del individuo, poniendo a un grupo de personas buenas, psicológicamente normales y de similar condición, en un simulación de prisión, donde se controlasen los factores situacionales y sistémicos, pero de alguna manera todo se salió de madre y hubo de ser cancelado a mitad del mismo. A pesar de el contratiempo, la luz que arrojó sobre el comportamiento del ser humano, acabó por convertirlo en un experimento de referencia mundial sobre la fuerte influencia del contexto situacional y sistémico en nuestro comportamiento, en nuestra conducta y moral.
Este libro repasa, día a día, todo el experimento original de Zimbardo, así como otros experimentos representativos de diversos investigadores como Milgram o Asch, y situaciones reales como las recientesmatanzas de hutus y tutsis en Ruanda, la antigua matanza de May Lay en Vietnam por el ejército de los EEUU o los campos de exterminio nazis de la Segunda Guerra Mundial. Una vez analizado en detalle y convenientemente explicado el experimento, y una vez expuestos diversos casos históricos y documentados así como los diversos experimentos de otros autores, Zimbardo nos presenta el caso de lastorturas de Abu Ghraib, y demuestra de manera aplastante que lo que sucedió allí no fue un accidente, ni se debió a unas manzanas podridas, sino a una política común y deliberada que partió del gobierno de Bush (algo que 3 años más tarde de escribir el libro se está demostrando completa y oficialmente cierto). Pero lo más inquietante es que Zimbardo nos muestra que seguramente casi cualquier persona normal habría cometido esas atrocidades si se hubiera encontrado allí.
Este es un libro analítico y descriptivo, que aporta una abrumadora cantidad de datos, citas y detalles comprobables, pero a la vez es un libro escrito con pasión sobre el tema; y gracias al alto nivel de profundidad e implicación personal, consigue narrar una completa historia de la Maldad humana. Y digo Maldad con mayúscula, porque Zimbardo no habla de psicópatas o esquizofrénicos paranóicos cometiendo asesinatos, no habla de villanos de opereta o malas personas, sino de la peor maldad posible, la maldad que cometen hombres, mujeres y niños sin ser conscientes (o plenamente conscientes) de ella. La clase de maldad común que sorprendentemente puede mover a un grupo de personas buenas a cometer un genocidio, asesinar con machetes a sus vecinos, torturar a semejantes o maltratar de manera innecesaria a desconocidos. Habla de la "banalidad del mal", en palabras del propio Zimbardo.
También debo advertir que en ocasiones es un libro emocionalmente duro de leer, debido a que en ocasiones detalla la clase de horrores que se han llegado a cometer en determinados momentos y lugares, aunque nunca lo hace de manera gratuita, sino como un forense, en relación con algún aspecto particular de interés para el caso que nos presenta.
Finalmente el libro trata de terminar con un mensaje positivo, dando pautas para ser conscientes de y evitar las, fuerzas situacionales negativas. Estas pautas se recogen y amplían en el sitio web de El Efecto Lucifer (www.lucifereffect.com) al que le ha surgido un hermanito, (www.heroicimagination.org) que trata sobre el heroísmo y que se forma parte de un nuevo proyecto de Zimbardo. Este último sitio lo descubrí siguiéndo aZimbardo en Twitter, una herramienta dicho sea de paso, muy interesante para establecer o seguir conversaciones y cuyo potencial no había entendido hasta hace unos días.
Por último, además de recomendar encarecidamente la lectura de este libro, y antes de pasar a las citas del mismo, me gustaría recomendar también la lectura de "La tabla rasa" de Pinker, dado que en cierto modo son complementarios al centrarse uno en la disposición y otro en la situación.
Los extractos interesantes del libro... esta vez son bastantes, gracias a Evernote en su versión para Android.
Autor: Philip Zimbardo
Editorial: Paidós
Acabo de terminar el libro de Philip Zimbardo "El efecto lucifer", psicólogo social y referencia en su campo gracias a su célebre Experimento de la Prisión de Standford, y más recientemente por su participación como asesor, en el caso de las torturas de la Prisión de Abu Ghraib.
Zimbardo es un tipo con una misión bastante elevada y poco común: eliminar la maldad del mundo. Y para ello lleva toda una vida realizando experimentos, analizando la realidad pasada y presente y estudiando su campo (la psicología social), tratando de identificar las causas de la maldad humana para poder combatirla.
Quien conozca el Experimento de la Prisión de Standford, del mismo Zimbardo, o la película que se hizo del mismo, "Das experiment", sabrá que hace unos 30 años, tuvo lugar un experimento encaminado a estudiar el efecto de la Situación (el contexto del momento concreto) y el Sistema (el contexto cultural), en contra de la Disposición (nuestra propia orientación y rasgos del carácter) que normalmente valoramos como única o máxima causa de todo comportamiento y decisión. El objetivo era valorar el peso de estos elementos sobre la psique y la conducta del individuo, poniendo a un grupo de personas buenas, psicológicamente normales y de similar condición, en un simulación de prisión, donde se controlasen los factores situacionales y sistémicos, pero de alguna manera todo se salió de madre y hubo de ser cancelado a mitad del mismo. A pesar de el contratiempo, la luz que arrojó sobre el comportamiento del ser humano, acabó por convertirlo en un experimento de referencia mundial sobre la fuerte influencia del contexto situacional y sistémico en nuestro comportamiento, en nuestra conducta y moral.
Este libro repasa, día a día, todo el experimento original de Zimbardo, así como otros experimentos representativos de diversos investigadores como Milgram o Asch, y situaciones reales como las recientesmatanzas de hutus y tutsis en Ruanda, la antigua matanza de May Lay en Vietnam por el ejército de los EEUU o los campos de exterminio nazis de la Segunda Guerra Mundial. Una vez analizado en detalle y convenientemente explicado el experimento, y una vez expuestos diversos casos históricos y documentados así como los diversos experimentos de otros autores, Zimbardo nos presenta el caso de lastorturas de Abu Ghraib, y demuestra de manera aplastante que lo que sucedió allí no fue un accidente, ni se debió a unas manzanas podridas, sino a una política común y deliberada que partió del gobierno de Bush (algo que 3 años más tarde de escribir el libro se está demostrando completa y oficialmente cierto). Pero lo más inquietante es que Zimbardo nos muestra que seguramente casi cualquier persona normal habría cometido esas atrocidades si se hubiera encontrado allí.
Este es un libro analítico y descriptivo, que aporta una abrumadora cantidad de datos, citas y detalles comprobables, pero a la vez es un libro escrito con pasión sobre el tema; y gracias al alto nivel de profundidad e implicación personal, consigue narrar una completa historia de la Maldad humana. Y digo Maldad con mayúscula, porque Zimbardo no habla de psicópatas o esquizofrénicos paranóicos cometiendo asesinatos, no habla de villanos de opereta o malas personas, sino de la peor maldad posible, la maldad que cometen hombres, mujeres y niños sin ser conscientes (o plenamente conscientes) de ella. La clase de maldad común que sorprendentemente puede mover a un grupo de personas buenas a cometer un genocidio, asesinar con machetes a sus vecinos, torturar a semejantes o maltratar de manera innecesaria a desconocidos. Habla de la "banalidad del mal", en palabras del propio Zimbardo.
También debo advertir que en ocasiones es un libro emocionalmente duro de leer, debido a que en ocasiones detalla la clase de horrores que se han llegado a cometer en determinados momentos y lugares, aunque nunca lo hace de manera gratuita, sino como un forense, en relación con algún aspecto particular de interés para el caso que nos presenta.
Finalmente el libro trata de terminar con un mensaje positivo, dando pautas para ser conscientes de y evitar las, fuerzas situacionales negativas. Estas pautas se recogen y amplían en el sitio web de El Efecto Lucifer (www.lucifereffect.com) al que le ha surgido un hermanito, (www.heroicimagination.org) que trata sobre el heroísmo y que se forma parte de un nuevo proyecto de Zimbardo. Este último sitio lo descubrí siguiéndo aZimbardo en Twitter, una herramienta dicho sea de paso, muy interesante para establecer o seguir conversaciones y cuyo potencial no había entendido hasta hace unos días.
Por último, además de recomendar encarecidamente la lectura de este libro, y antes de pasar a las citas del mismo, me gustaría recomendar también la lectura de "La tabla rasa" de Pinker, dado que en cierto modo son complementarios al centrarse uno en la disposición y otro en la situación.
Los extractos interesantes del libro... esta vez son bastantes, gracias a Evernote en su versión para Android.
El Sistema incluye la Situación, pero es más duradero y más amplio, está formado por personas, por sus expectativas, sus normas, sus políticas y, quizá, sus leyes. Con el tiempo los Sistemas acaban adquiriendo una base histórica y, a veces, una estructura de poder político y económico que gobierna y dirige la conducta de quienes viven en su área de influencia. Los Sistemas son como motores: ponen en marcha situaciones que crean contextos conductuales, unos contextos que influyen en la actuación de quines se hallan bajo su control. Llega un momento en que el Sistema se convierte en un ente autónomo, independiente de quienes lo han creado o incluso de quienes parecen tener autoridad dentro de su estructura de poder. Cada Sistema acaba creando una cultura propia y, junto con otros Sistemas, contribuye a crear la cultura de la sociedad.
[...]
Queremos creer en la bondad esencial e invariable de la gente, en su capacidad de resistir ante las presiones externas, de evaluar de una manera racional las tentaciones de la situación y rechazarlas. Otorgamos a la naturaleza humana casi divinas, unas facultades morales y racionales que nos hacen ser justos y sabios. Simplificamos la complejidad de la experiencia humana eriguiendo un muro aparentemente infranqueable entre el Bien y el Mal. En un lado estamos Nosotros y están los Nuestros, los que son como nosotros; al otro lado de ese muro colocamos a los Otros y a los Suyos, a los que son como ellos. Paradójicamente, al haber creado este mito sobre nuestra invulnerabilidad a las fuerzas situacionales, nos hacemos aún más vulnerables a ellas por no prestarles suficiente atención.
[...]
En un entorno situacional adecuado, cualquiera de nosotros puede acabar repitiendo cualquier acto que haya cometido antes cualquier otro ser humano, por muy horrible que pueda ser.
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La mayoría de nosotros tenemos un poderoso prejuicio mental, el llamado "error fundamental de atribución", que nos impide pensar de esta manera. Las sociedades que fomentan el individualismo, como los Estados Unidos y otros países de Occidente, han acabado creyendo que la disposición de la persona tiene más importancia que la situación. Al explicar una conducta otorgamos demasiada importancia a la personalidad y le damos muy poca a las influencias situacionales.
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[Sobre una de las fuerzas situacionales usadas en el Experimento de la Prisión de Standford] Las normas constituyen un medio simplificado y formal de controlar conductas complejas e informales. Actúan estableciendo lo que es necesario, aceptable y recompensado, y lo que es inaceptable y, en consecuencia, punible. Con el tiempo, las normas acaban adquiriendo una vida arbitraria propia y la fuerza de una autoridad legal, aunque dejen de ser relevantes, sean vagas o cambien según el capricho de quienes las imponen.
Nuestros carceleros podían justificar la mayoría de sus maltratos haciendo referencia a "las normas".
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[Sobre la presión de la Disonancia Cognitiva] Por extraño que parezca, el efecto de la disonancia es mayor cuanto menor es la justificación [para las conductas]. Es lo que ocurre por ejemplo, cuando se lleva a cabo un acto repugnante por poco dinero, sin ninguna amenaza o con una justificación inadecuada o minimamente suficiente. La disonancia aumenta y los intentos para reducirla llegan al máximo cuando la persona cree tener libertad de acción o no es plenamente consciente de las presiones situacionales que la empujan a realizar el acto discrepante. Si este acto discrepante ha sido público, no se puede negar ni modificar. Por lo tanto, la presión para el cambio la reciben los elementos más "blandos" de la ecuación de la disonancia, es decir, los elementos internos y privados, los valores, las actitudes, las creencias y hasta las percepciones.
[...]
[Sobre la presión del Respaldo Social]
Normalmente, la gente tampoco es consciente de una fuerza aún mayor que guía su repertorio conductual: la necesidad de aprobación o respaldo social. La necesidad de gustar, de ser aceptado y respetado, de parecer normal, de integrarse, es tan poderosa, que estamos dispuestos a realizar las conductas más ridículas y extravagantes si un desconocido nos dice que ésa es la forma correcta de actuar. Nos reímos de los muchos episodios de Objetivo Indiscreto que revelan esta verdad, pero rara vez nos fijamos en las veces que nosotros mismos somos la "estrella" del Objetivo Indiscreto de nuestra propia vida.
[...]
[Sobre el experimento del psicólogo Robert Rosenthal y la directoria de escuela Lenore Jacobson, y el efecto Pigmalión o de profecía autocumplida]
Se hizo creer a unos profesores que ciertos niños de sus clases de primaria eran "superdotados latentes", esos niños acabaron destacando en los estudios aunque los investigadores los habían elegido al azar. Las expectativas positivas de los profesores en relación con esos niños modificaron su comportamiento hacia ellos de una forma que acabó aumentando el rendimiento de los niños. [...] Por desgracia, es probable que lo contrario ocurra aún con más frecuencia cuando los profesores esperan un rendimiento bajo de ciertos alumnos [minorías].
[...]
[Al hilo de como las personas acaban tratando a otros seres humanos como cosas, juguetes o ganado] Usando los términos de Martin Buber, las relaciones humanizadas son "yo-tú", mientras que las relaciones deshumanizadoras son "yo-eso". Con el tiempo, la persona deshumanizadora suele ser absorbida por la negatividad de la experiencia y luego el "yo" mismo cambia para producir una relación "eso-eso" entre objetos, o entre la persona y la víctima. El hecho de ver a esos "otros" como subhumanos, inhumanos, infrahumanso, prescindibles o "animales" se facilita mediante etiquetas, estereotípos, consignas e imágenes propagandísticas.
[...]
La lección más importante que podemos aprender del EPS [Experimento de la Prisión de Standford] es que las Situaciones las crean unos Sistemas. Los Sistemas proporcionan el apoyo institucional, la autoridad y los recursos que permiten que las Situaciones actúen como actúan. [...] Rara vez se plantea una pregunta fundamental: ¿Quién o qué hizo que sucediera lo que sucedió? ¿Quién tenía el poder de diseñar el entorno conductual y de hacer que actuara de una manera concreta? Dicho de otro modo, ¿a quién cabe hacer responsable de sus consecuencias y resultados? ¿A quién cabe atribuir el mérito de los éxitos y a quién la culpa de los fracasos? [...] Hallar esta respuesta no es tan sencillo cuando tratamos con organizaciones complejas y buscamos las causas del fracaso del sistema penitenciaro o del sistema educativo, de la corrupción de las grandes multinacionales o del sistema que se creó en la prisión de Abu Ghraib.
[...]
El Poder del Sistema supone una autorización o un permiso institucionalizado para comportarse de una manera prescrita y la prohibición o el castigo de los actos que no se atengan a ella. Proporciona una "autoridad superior" que valida el desempeño de unos roles nuevos, el cumplimiento de unas normas nuevas y la realización de unos actor que en otras circunstancias estarían limitados por unas leyes, unas normas, unos principios y una ética ya existentes. Esta validación suele ocultarse bajo el manto de una ideología. Una ideología es un eslogan o una proposición que suele legitimar los medios necesarios para lograr un objetivo. La ideología es la "regla suprema" a la que nadie se opone y que nadie cuestiona porque parece ser totalmente correcta para la mayoría de la gente en un lugar y en un momento concretos. Quienes ostentan la autoridad presentan esta ideología como algo bueno y lleno de virtudes, como un imperativo moral del máximo valor.
Los programas, las políticas y los procedimientos de actuación que se desarrollan para apoyar una ideología se convierten en un componente fundamental del Sistema. A medida que la ideología se va aceptando como algo sagrado, los procedimientos del Sistema se consideran cada vez más razonables y correctos.
Durante los años sesenta y setenta, cuando las juntas militarse fascistas gobernaban medio mundo desde el Mediterraneo a Latinoamérica, los dictadores siempre justificaban sus llamadas a las armas como defensa necesaria contra una "amenaza a la seguridada nacional" supuestamente planteada por socialistas o comunistas. Acabar con esa amenaza hacía necesario que el Estado legitimara la tortura por parte de los militares y la policía. También legitimaba el asesinato de los sospechosos de ser "enemigos del Estado" por parte de los llamados "escuadrones de la muerte".
[...]
[En relación al EPS y los participantes del mismo] Nuestros jóvenes participantes no eran unas "manzanas podrídas" que fueron a parar a un buen cesto. Al contrario, nuestro diseño experimental garantizaba que al principio fueran buenas manzanas y que acabaran siendo corrompidas por el poder insidioso del cesto podrido de nuestra prisión. Naturalmente, en comparación con la naturaleza perniciosa y letal de las prisiones civiles y militares de verdad, nuestra prisión de Stanford era relativamente benigna. Los cambios en la forma de pensar, sentir y comportarse que experimentaron nuestros voluntarios en aquel entorno fueron consecuencia de unos procesos psicológicos conocidos que actúan en todos nosotros de diversas maneras y en muchas situaciones, aunque no de una manera tan implacable e intensa.
[...]
[Hablando sobre el programa SERE de los Estados Unidos para la obtención de inteligencia en interrogatorios] En general, estos métodos minimizaban la aplicación de torturas físicas en favor de unos métodos "blandos" de tortura psicológica. Cinco tácticas básicas del programa SERE para hacer que los detenidos u otras personas sometidas a interrogatorio se muestren dispuestas a confesar y facilitar información son:
-Humillación y degradación sexual.
-Humillación basada en prácticas religiosas y culturales.
-Privación de sueño.
-Privación sensorial y sobrecarga sensorial.
-Tormentos físicos, como inmersión en agua o hipotermina (exposición a temperaturas gélidas) para crear miedo y ansiedad.
[...]
[Sobre algunas técnicas experimentales de Milgram para hacer que personas normales realicen actos brutales] 8.- Cambiar de una manera gradual la naturaleza de la figura de autoridad (el investigador en el estudio de Milgram) para que pase de se razonable y "justo" al principio, a ser "injusto" y exigente, e incluso irracional. Esto provoca una conformidad inicial y una posterior confusión, porque esperamos coherencia de las autoridades y de los amigos. El hecho de no reconocer que esta transformación se ha producido da origen a una obediencia irreflexiva (forma parte de muchas violaciones cometidas durante citas y es una razon de que las mujeres maltratadas por sus cónyuges sigan con ellos).
[Otra de las técnicas consiste en ] 10.- Ofrecer una ideología, o una gran mentira, para justificar el uso de cualquier medio con el fin de lograr una meta aparentemente imprescindible. [...] Esta táctica se conoce con el nombre de "tapadera" porque encubre los procedimientos que siguen y que podrían ser cuestionados porque no tienen sentido por sí solos. El equivalente de esto en el mundo real recibe el nombre de "ideología". La mayoría de los países se basan en una ideología, que suele mencionar las "amenazas a la seguridad nacional", para entrar en guerra o para suprimir la oposición política. Cuando los ciudadanos temen que la seguridad nacional esté amenazada, ceden sus libertades básicas a un gobierno que les ofrezca seguridad. El análisis clásico de Erich Fromm en "El miedo a la libertad" nos hizo tomar conciencia de la táctica que Hitler y otros dictadores han venido usando desde hace mucho tiempo para alcanzar el poder y mantenerse en él: ofrecer seguridad a los ciudadanos si éstos renuncian a sus libertades porque asó podrán controlar mejor la situación.
[...]
La profunda experiencia de Steiner con muchos hombres de las SS tanto en el plano personal como en el académico le condujo a plantear dos importantes conclusiones sobre el poder institucional y la expresión de la brutalidad: "Al parecer, el apoyo institucional a los roles violentos tiene unos efectos mucho más profundos de lo que en general se cree. Cuando hay sanciones sociales implícitas, y sobre todo explícitas, que apoyan estos roles, tienden a atraer a personas que no sólo pueden obtener satisfacción con la naturaleza de este trabajo, sino que son cuasi-verdugos tanto en sus sentimientos como en sus actos".
Luego, Steiner describe como pueden triunfar los roles sobre los rasgos del carácter: "Ha quedado muy claro que no todos los que desempeñan un papel brutal presentan unos rasgos sádicos en su carácter. Los que desempeñaban unos roles que inicialmente no casaban con su personalidad solían cambiar sus valores (es decir, tenían la tendencia a adaptarse a lo que se esperaba de ellos en esos roles).
[...]
El anonimato se puede otorgar a una persona no sólo con máscaras, sino también por la forma de tratarla en una situación dada. Cuando los demás no nos tratan como la persona que somos sino como un "otro" indiferenciado que es procesado por el Sistema, o si nuestra existencia se ignora, nos sentimos anónimos. La sensación de carecer de identidad también puede desembocar en una conducta a antisocial. Un investigador trataba a unos estudiantes que participaban en una investigación o bien de una manera considerada, o bien como "conejillos e indias". ¿Adivina el lector quienes le hurtaron algo cuando no estaba mirando? Más adelante, estos estudiantes se encontraron solos en el despacho del profesor-investigador, con la oportunidad de hurtarle unas monedas y unos bolígrafos de un cuenco lleno de ellos. Los que se encontraban en la condición de anonimato lo hicieron muchas más veces que los estudiantes que habían sido tratados con consideración. La amabilidad puede ser bastante más que una recompensa en si misma.
[...]
Lo único que hace falta para que el mál triunfe es que los hombres buenos no hagan nada. -Edmund Burke, estadista británico.
Debemos saber que aceptar pasivamente un sistema injusto es cooperar con ese sistema y, de ese modo, tener parte en su maldad. -Martin Luther King Jr.
[...]
A lo largo de la historia, la pasividad de quienes podían haber actuado, la indiferencia de quienes deberían haber tenido más conciencia, el silencio de la voz de la justicia cuando más importancia tenía; eso es lo que ha hecho posible que el mal triunfara. -Haile Selassie, último emperador de Etiopía.
[...]
La derechista Democracia Cristiana de la Italia de la década de 1970 empleaba la "estrategia de la tensión" [como el "nos interesa que haya tensión" de Zapatero] para el control político alimentando el miedo al terrorismo de las Brigadas Rojas (comunistas radicales) [como "la derecha que viene" del PSOE]. Y, naturalmente no debemos olvidar el ejemplo clásico de la Alemania nazi, cuando Hitler hizo que los judíos cargaran con la culpa del colapso económico de la década de 1930 [como ahora los neocon, Aznar y Bush]. Eran la amenaza interna [ahora es "la derecha"] que justificaba un programa externo de conquista y que exigía su exterminio tanto en Alemania como en todos los países ocupados por los nazis.
[...]
[Acerca de las técnicas necesarias para evitar se controlado por la situación] He elaborado un compendio de métodos para el lector; sin embarco, en un solo capítulo no es posible presentarlo en toda su extensión y con todos los pormenores. La solución es ponerlo a disposición de quien lo desee en Internet, en el sitio web que acompaña a este libro: www.lucifereffect.com De este modo, el lector lo podrá consultar cuando le venga bien y si así lo desea, tomar notas, revisar las fuentes en las que se basa y considerar en qué contextos de su propia vida puede poner en práctica estas estrategias de resistencia. Además, cuando vea que él mismo o alguna persona que conozca está siendo objeto de un método concreto de influencia social, podrá recurrir a esta guía para hallar soluciones y saber qué puede hacer para colocarse en una posición que le permita afrontar el reto.
Lo que la gente es Capaz de hacer si la apretan o la sacan de sus casillas PHILLIP ZIMBARDO
El efecto Lucifer es un libro fascinante y revelador. El subtitulo refleja la intención del autor: «el porqué de la maldad». Zimbardoes profesor emérito de psicología en la Universidad de Stanford, y fue el investigador principal del experimento que tuvo lugar en dicha universidad en 1971. El experimento de la Universidad de Stanford adquirió una gran notoriedad a raíz de dos acontecimientos que lo convirtieron en «un ejemplo capital de la psicología de la maldad»: un intento de fuga en la prisión de San Quintín y un motín en la prisión de Attica que finalizaron en sendas matanzas. El impacto sobre la opinión pública motivó que el experimento de Stanford adquiriera unas dimensiones inesperadas. De hecho, su relevancia continúa vigente. Ha inspirado incluso una película de Oliver Hirschbiegel que representó a Alemania en los Oscar de 2001 y recibió varios premios en su país, aunque el film se va alejando paulatinamente de la historia real para terminar con un episodio delirante y desproporcionado.
El experimento de Stanford consistió en seleccionar a un grupo de voluntarios y asignarles a unos el papel de reclusos y a otros el papel de guardias, recreando en los sótanos de la Universidad un escenario carcelario. Se pretendía estudiar de qué modo influirían en ellos los roles que iban a representar y la situación en la que se iban a desenvolver, si su carácter sufriría cambios. Los resultados fueron imprevisibles. La primera parte del libro se centra en dichos acontecimientos de una manera pormenorizada. Nos narra el día a día en ese microcosmos cerrado. Un grupo de reclusos y tres grupos de guardias, todos sometidos a las reglas establecidas desde el principio. La imposición de la autoridad va generando pequeños abusos que, de un modo casi imperceptible, se van haciendo cada vez más crueles. Y también más imaginativos, algo que Zimbardo llama «la maldad creativa». Apenas ocho horas después de iniciado el experimento, los guardias ya comenzaron a meterse con los reclusos «por puro aburrimiento». El turno de la tarde fue el que más maltrató a los reclusos, dicho turno empezaba a las 18:00 horas y finalizaba a las 2:00 de la madrugada. Apenas un día después de iniciado el experimento, se produjo una rebelión de los reclusos y esa misma noche tuvieron que dejar marchar a uno de ellos por la crisis de ansiedad que llegó a sufrir.
De este modo, un experimento que estaba previsto que durara dos semanas tuvo que abortarse antes de tiempo. Las detenciones y el ingreso en la prisión se llevaron a cabo un domingo y el viernes tuvo que interrumpirse la experiencia porque la situación se volvió insostenible y el grado de crueldad y degradación llegó a sobrepasar los límites de lo aceptable. Pero lo curioso es que quien llamó la atención sobre esto tuvo que ser una persona que se unió a la investigación con posterioridad, Christina Maslach, pues quienes la seguían desde el principio se habían ido sumergiendo paulatinamente en dicha escalada de crueldad y ni siquiera parecían ser conscientes de ella.
Zimbardo recuerda ese experimento a raíz de ver las fotos tomadas en la prisión de Abu Ghraib, todas las fotos, incluso las que no llegaron a la opinión pública: «centenares de imágenes horripilantes». Recuerda que el comportamiento humano, y concretamente su lado más malvado y cruel, es una consecuencia directa de la situación en la que se encuentre el individuo. Es lo que se denomina «psicología situacional». Los ejemplos que sirven para confirmar dicha argumentación son contundentes y espeluznantes.
La narración de todos estos acontecimientos se desarrolla con gran agilidad y muy detalladamente. Conocemos a los reclusos y a los carceleros, su día a día, sus reacciones.Zimbardo demuestra su pasión por el tema que trata y el libro está muy bien estructurado y avanza implacable extrayendo inquietantes conclusiones sobre la naturaleza humana. A veces, no puede contener su impaciencia y nos adelanta asuntos que desarrollará más adelante. Y el lector no puede sino seguirlo en ese viaje, compartiendo su curiosidad y con la convicción de estar descubriendo algo que, de modo tácito, tendemos a negar. Siempre pensamos que esas cosas les pasan a los demás, que nosotros no nos comportaríamos de esa forma, que seríamos diferentes. Todo el mundo sabe que, en una situación de peligro, hay que mantener la calma porque las avalanchas son peores que cualquier otra cosa; y sin embargo, la mayoría de la gente no duda en correr ciegamente, arriesgándose al aplastamiento. Los gritos contagiosos de los fans de cantantes, víctimas de ataques de histeria colectiva, los actos vandálicos callejeros… Zimbardo nos advierte que «cuando la gente se encuentra en un entorno que fomenta el anonimato, su sentido de la responsabilidad personal y cívica se reduce».
Por lo general, las personas sienten la necesidad de integrarse en un grupo, y esto puede llevar a un estado de conformismo, incluso de sumisión, dentro del propio grupo, pero también a un odio irracional hacia un colectivo antagónico, o tan sólo diferente. Zimbardo dedica algunos capítulos a repasar varios estudios de dinámica social. El clásico estudio de Milgram, que consistió en comprobar si la gente es capaz de infligir dolor a un desconocido sólo porque alguien con autoridad se lo ordene. Existen variaciones sobre este asunto, como el experimento que consistió en saber si una enfermera obedecería una orden errónea dada por un médico desconocido. También hay espacio para relatar la experiencia que llevó a cabo un profesor de historia (Ron Jones) en un instituto de Palo Alto, creando un sistema totalitario de claras connotaciones nazis. Dicho episodio fue novelado por Morton Rhue en un libro titulado La ola, y se han rodado varias versiones cinematográficas basadas en dicha experiencia: la última es una producción alemana dirigida por Dennis Gansel. También hay sitio aquí para recordar un acontecimiento como el suicidio colectivo de Jonestown, en la Guyana o la matanza de tutsis a manos de los hutus: «Antes sabía que un hombre podía matar a otro porque es algo que siempre ha sucedido. Ahora sé que hasta la persona con la que has compartido comida, o con la que has dormido, te puede matar sin problemas. El vecino más cercano te puede matar con los dientes: esto es lo que he aprendido del genocidio, y mis ojos ya no ven el mundo como antes». Son las palabras de una superviviente tutsi llamada Berthe, recogidas por Jean Hatzfeld en su libro Una temporada de machetes.
Después de este incómodo recorrido, estamos preparados para adentrarnos en la cárcel de Abu Ghraib y enfrentarnos a lo que ocurrió allí dentro. Los soldados tenían que dormir en celdas como las de los prisioneros pues la prisión era atacada continuamente y el patio exterior no ofrecía seguridad, las condiciones higiénicas eran deplorables, los turnos de trabajo extenuantes y la masificación excesiva. “Allí dentro había menores, hombres, mujeres y enfermos mentales todos juntos”. Nadie supervisaba el día a día de las instalaciones. Apenas aparecían mandos militares y, si lo hacían, era con rapidez y sin prestar atención a lo que estaba ocurriendo allí dentro. Por otra parte, interrogadores civiles daban órdenes a los soldados y les pedían que prepararan a los prisioneros para que se derrumbaran pronto en los interrogatorios. Cuando esto sucedía así, felicitaban a los soldados por su trabajo. El viaje no es cómodo, entrar en Abu Graib, siquiera a través de las paginas de este libro, es una experiencia desasosegante y terrorífica.
El libro “plantea la pregunta fundamental de hasta qué punto nos conocemos a nosotros mismos, hasta qué punto podemos predecir con seguridad lo que haríamos o dejaríamos de hacer en situaciones en las nunca nos hemos encontrado”. Ciertamente, no es un tema baladí y este no es un libro que se deba dejar pasar por alto. Es importante adentrarse en el lado oscuro del ser humano, en sus debilidades, para conseguir ser mejores. De hecho,Zimbardo, que durante todo el trayecto nos recuerda que no pretende excusar las acciones reprobables, sino tan sólo que se tenga en cuenta que bajo determinadas circunstancias todos podemos llegar a actuar de un modo del que nos creemos incapaces, dedica el último capítulo a hablar de cómo “Resistir las influencias situacionales y celebrar el heroísmo”. Un libro imprescindible.
“Si colocamos a gente buena en un lugar malo, ¿la persona triunfa o acaba siendo corrompida por el lugar?” Ésa es la pregunta que nos plantea El efecto Lucifer. ¿Somos capaces de enfrentarnos a la respuesta?
Enlaces de interés:
El autor.
El Experimento de la Prisión de Stanford.
El experimento de Stanford consistió en seleccionar a un grupo de voluntarios y asignarles a unos el papel de reclusos y a otros el papel de guardias, recreando en los sótanos de la Universidad un escenario carcelario. Se pretendía estudiar de qué modo influirían en ellos los roles que iban a representar y la situación en la que se iban a desenvolver, si su carácter sufriría cambios. Los resultados fueron imprevisibles. La primera parte del libro se centra en dichos acontecimientos de una manera pormenorizada. Nos narra el día a día en ese microcosmos cerrado. Un grupo de reclusos y tres grupos de guardias, todos sometidos a las reglas establecidas desde el principio. La imposición de la autoridad va generando pequeños abusos que, de un modo casi imperceptible, se van haciendo cada vez más crueles. Y también más imaginativos, algo que Zimbardo llama «la maldad creativa». Apenas ocho horas después de iniciado el experimento, los guardias ya comenzaron a meterse con los reclusos «por puro aburrimiento». El turno de la tarde fue el que más maltrató a los reclusos, dicho turno empezaba a las 18:00 horas y finalizaba a las 2:00 de la madrugada. Apenas un día después de iniciado el experimento, se produjo una rebelión de los reclusos y esa misma noche tuvieron que dejar marchar a uno de ellos por la crisis de ansiedad que llegó a sufrir.
De este modo, un experimento que estaba previsto que durara dos semanas tuvo que abortarse antes de tiempo. Las detenciones y el ingreso en la prisión se llevaron a cabo un domingo y el viernes tuvo que interrumpirse la experiencia porque la situación se volvió insostenible y el grado de crueldad y degradación llegó a sobrepasar los límites de lo aceptable. Pero lo curioso es que quien llamó la atención sobre esto tuvo que ser una persona que se unió a la investigación con posterioridad, Christina Maslach, pues quienes la seguían desde el principio se habían ido sumergiendo paulatinamente en dicha escalada de crueldad y ni siquiera parecían ser conscientes de ella.
Zimbardo recuerda ese experimento a raíz de ver las fotos tomadas en la prisión de Abu Ghraib, todas las fotos, incluso las que no llegaron a la opinión pública: «centenares de imágenes horripilantes». Recuerda que el comportamiento humano, y concretamente su lado más malvado y cruel, es una consecuencia directa de la situación en la que se encuentre el individuo. Es lo que se denomina «psicología situacional». Los ejemplos que sirven para confirmar dicha argumentación son contundentes y espeluznantes.
La narración de todos estos acontecimientos se desarrolla con gran agilidad y muy detalladamente. Conocemos a los reclusos y a los carceleros, su día a día, sus reacciones.Zimbardo demuestra su pasión por el tema que trata y el libro está muy bien estructurado y avanza implacable extrayendo inquietantes conclusiones sobre la naturaleza humana. A veces, no puede contener su impaciencia y nos adelanta asuntos que desarrollará más adelante. Y el lector no puede sino seguirlo en ese viaje, compartiendo su curiosidad y con la convicción de estar descubriendo algo que, de modo tácito, tendemos a negar. Siempre pensamos que esas cosas les pasan a los demás, que nosotros no nos comportaríamos de esa forma, que seríamos diferentes. Todo el mundo sabe que, en una situación de peligro, hay que mantener la calma porque las avalanchas son peores que cualquier otra cosa; y sin embargo, la mayoría de la gente no duda en correr ciegamente, arriesgándose al aplastamiento. Los gritos contagiosos de los fans de cantantes, víctimas de ataques de histeria colectiva, los actos vandálicos callejeros… Zimbardo nos advierte que «cuando la gente se encuentra en un entorno que fomenta el anonimato, su sentido de la responsabilidad personal y cívica se reduce».
Por lo general, las personas sienten la necesidad de integrarse en un grupo, y esto puede llevar a un estado de conformismo, incluso de sumisión, dentro del propio grupo, pero también a un odio irracional hacia un colectivo antagónico, o tan sólo diferente. Zimbardo dedica algunos capítulos a repasar varios estudios de dinámica social. El clásico estudio de Milgram, que consistió en comprobar si la gente es capaz de infligir dolor a un desconocido sólo porque alguien con autoridad se lo ordene. Existen variaciones sobre este asunto, como el experimento que consistió en saber si una enfermera obedecería una orden errónea dada por un médico desconocido. También hay espacio para relatar la experiencia que llevó a cabo un profesor de historia (Ron Jones) en un instituto de Palo Alto, creando un sistema totalitario de claras connotaciones nazis. Dicho episodio fue novelado por Morton Rhue en un libro titulado La ola, y se han rodado varias versiones cinematográficas basadas en dicha experiencia: la última es una producción alemana dirigida por Dennis Gansel. También hay sitio aquí para recordar un acontecimiento como el suicidio colectivo de Jonestown, en la Guyana o la matanza de tutsis a manos de los hutus: «Antes sabía que un hombre podía matar a otro porque es algo que siempre ha sucedido. Ahora sé que hasta la persona con la que has compartido comida, o con la que has dormido, te puede matar sin problemas. El vecino más cercano te puede matar con los dientes: esto es lo que he aprendido del genocidio, y mis ojos ya no ven el mundo como antes». Son las palabras de una superviviente tutsi llamada Berthe, recogidas por Jean Hatzfeld en su libro Una temporada de machetes.
Después de este incómodo recorrido, estamos preparados para adentrarnos en la cárcel de Abu Ghraib y enfrentarnos a lo que ocurrió allí dentro. Los soldados tenían que dormir en celdas como las de los prisioneros pues la prisión era atacada continuamente y el patio exterior no ofrecía seguridad, las condiciones higiénicas eran deplorables, los turnos de trabajo extenuantes y la masificación excesiva. “Allí dentro había menores, hombres, mujeres y enfermos mentales todos juntos”. Nadie supervisaba el día a día de las instalaciones. Apenas aparecían mandos militares y, si lo hacían, era con rapidez y sin prestar atención a lo que estaba ocurriendo allí dentro. Por otra parte, interrogadores civiles daban órdenes a los soldados y les pedían que prepararan a los prisioneros para que se derrumbaran pronto en los interrogatorios. Cuando esto sucedía así, felicitaban a los soldados por su trabajo. El viaje no es cómodo, entrar en Abu Graib, siquiera a través de las paginas de este libro, es una experiencia desasosegante y terrorífica.
El libro “plantea la pregunta fundamental de hasta qué punto nos conocemos a nosotros mismos, hasta qué punto podemos predecir con seguridad lo que haríamos o dejaríamos de hacer en situaciones en las nunca nos hemos encontrado”. Ciertamente, no es un tema baladí y este no es un libro que se deba dejar pasar por alto. Es importante adentrarse en el lado oscuro del ser humano, en sus debilidades, para conseguir ser mejores. De hecho,Zimbardo, que durante todo el trayecto nos recuerda que no pretende excusar las acciones reprobables, sino tan sólo que se tenga en cuenta que bajo determinadas circunstancias todos podemos llegar a actuar de un modo del que nos creemos incapaces, dedica el último capítulo a hablar de cómo “Resistir las influencias situacionales y celebrar el heroísmo”. Un libro imprescindible.
“Si colocamos a gente buena en un lugar malo, ¿la persona triunfa o acaba siendo corrompida por el lugar?” Ésa es la pregunta que nos plantea El efecto Lucifer. ¿Somos capaces de enfrentarnos a la respuesta?
Enlaces de interés:
El autor.
El Experimento de la Prisión de Stanford.
Página oficial del libro El efecto Lucifer.
Vídeo sobre el Experimento de la Prisión de Stanford.
Vídeo sobre el estudio de Milgram.
Trailer de la película La ola, de Dennis Gensel.
Todas las fotografías son de la página oficial del libro.
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