La perspectiva
sistémica propone observar y comprender a la persona vinculada con el
contexto al que pertenece, con sus actitudes y sentimientos.
Las personas formamos
parte de diferentes sistemas, en los cuales nos relacionamos y
crecemos; entre estos, nuestro primer sistema es la familia, donde
nacemos e iniciamos nuestro desarrollo en esta vida.
Nuestras actitudes
se desarrollarán en función de los vínculos y relaciones que se
establezcan con nuestro entorno y con los sistemas a los que
pertenecemos, teniendo en cuenta además que cada sistema desarrolla su
propio patrón y código de comportamiento.
Un sistema es en sí
mismo dinámico pues está formado por un conjunto de elementos que,
interrelacionados, están en continua relación de cambio. Los sistemas
humanos se estructuran conforme a una serie de órdenes o “leyes
naturales” que, en la medida que se consideran, facilitan el bienestar
de las personas que los integran (Bert Hellinger lo denomina “Ordenes
del amor”).
EL VINCULO
El bienestar y el
destino de las personas con las que estamos vinculados afecta también
a nuestro propio bienestar. Estos vínculos y relaciones nos engloban
tanto con nuestra familia actual como con nuestra familia de origen, aun
cuando no somos conscientes de ello. Lo que vivieron nuestros
antepasados tambien condiciona nuestro vivir, en lo que nos fortalece y
tambien en lo que nos debilira.
Así, a menudo,
dificultades y limitaciones persistentes que nos acompañan en nuestro
devenir diario y que nos impiden vivir la vida con plenitud, están
relacionadas con vivencias trágicas padecidas por personas “anteriores”
de nuestro sistema familiar a las que estamos vinculados, consciente o
inconscientemente.
El enfoque sistémico
nos va a permitir comprender dinámicas y comportamientos que, por sí
mismos, parecen incomprensibles. Cuando miramos a la persona en el
contexto o sistema en el que se desenvuelve y el contexto o sistema al
que pertenece su actitud “cobra sentido”.
Desde esta
perspectiva podremos comprender y abordar las diferentes problemáticas,
conflictos y enfermedades que vivimos. Dicho enfoque lo aplicaremos
utilizando la metodología de Constelaciones Familiares, desarrollada
por Bert Hellinger y que se resume en la configuración espacial de los
principales elementos del sistema, tal que nos permita observar la
dinámica de fondo que subyace en cada situación. Al configurar mediante
representantes los elementos del sistema más próximamente vinculados a
la situación o conflicto que vive la persona en este momento
(Constelación Familiar), podremos comprender el origen del problema y
podremos a su vez comenzar el proceso para su solución.
Esta metodogía es
muy eficaz asímismo para cualquier situación problemática que se
presenta en una organización (Constelaciones Organizacionales).
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