Y tú, ¿cómo te motivas?
La palabra motivación viene del latín “motivus” movimiento y del sufijo “ción” acción o efecto. Como cuenta el psicólogo deportivo Gary Mack, los deportistas pueden “moverse” buscando el placer o evitando el dolor y el castigo. Así que la motivación estaría basada en buscar el éxito o evitar el miedo de fallar.
Los que evitan el dolor o el castigo, sufren más. Y el sufrimiento genera estrés, miedo, ansiedad, frustración…en definitiva, emociones que no ayudan a la hora de competir y entrenar. Muchos deportistas relacionan el castigo y el sufrimiento con la responsabilidad. “Una persona responsable debería estar preocupada por sus marcas, por los resultados, por no cometer errores y por no fallar”. Lo cierto es que la responsabilidad es hacer lo que tienes que hacer. No hay ninguna definición que contenga “y para hacerlo tendrás que sufrir”. Obsesionarte con no fallar solo te llevará a fallar más. Porque toda tu atención estará puesta en el error y eso impedirá que te concentres en cómo sentir y ejecutar de forma correcta.
Si eres un deportista popular y empiezas a obsesionarte con la ropa deportiva, el reloj, las marcas, las carreras, la alimentación y con querer controlarlo todo, acuérdate de esto: un día tu hobby dejará de ser un hobby. Se convertirá en una esclavitud más que en lugar de darte buenos ratos, te dará exigencias y sufrimiento. No olvides nunca el motivo por el que empezaste a hacer deporte y recuerda momentos en los que disfrutaras mucho.
Los deportistas de alto rendimiento que solo piensan en ganar, en la beca, en la mínima y olvidan lo que tienen que hacer para conseguir todo esto, tienen más probabilidad de cometer errores y que la ansiedad y el bloqueo los deje en el camino. Está más que demostrado que fluir y disfrutar te llevan al rendimiento. Créetelo. No es irresponsable reírte y pasarlo bien con tu profesión o afición. Es de lo más saludable y provechoso que puedes hacer.
En el otro grupo, tenemos a los que se motivan disfrutando. Un ejemplo de ellos serían aquellas personas que corren por sensaciones y que disfrutan del camino más que de la meta.Aquellos deportistas que tienen puesto su objetivo en las señales de bienestar, el solecito, la técnica de la zancada, sentir la respiración y cómo ésta oxigena los pulmones, los amigos con los que corren o montan en bici, y el propio placer de estar haciendo ejercicio y sentirse a gusto. Estas personas no salen pensando en lo que tienen que conseguir, porque el propio hecho de practicar su actividad ya es placentero en sí.
No se castigan si no consiguen un tiempo determinado porque no lo buscan. Su motivación está en disfrutar de lo que hacen. Y si un día no corren, no pasa nada.
No se castigan si no consiguen un tiempo determinado porque no lo buscan. Su motivación está en disfrutar de lo que hacen. Y si un día no corren, no pasa nada.
Los deportistas de alto rendimiento orientados al placer buscan superarse, se concentran en lo que tienen que hacer en lugar de evitar el error. Conocen sus rutinas, sensaciones y todo lo que suma en su ejecución deportiva.
La motivación puede estar en pensar en tu familia, en recordar qué te llevó a practicar ese deporte, en el sentido por el que lo practicas, pero nunca en evitar sufrir y machacarte. Nada ayuda más que la automotivación. Las personas deseamos vivir una vida plena y esto se relaciona con el placer.
Perseguimos lo que nos hace sentir bien. Por eso es tan importante que tu motivación en el deporte, y en la vida, esté relacionada con la satisfacción.
Y tú, ¿tienes tu misión, sabes por lo que luchas, qué te atrae, que hace que palpite tu corazón?
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