CONCEPTO, DEFINICIÓN Y OBJETO DE ESTUDIO DE LA PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD.
1. INTRODUCCIÓN
1.1 APROXIMACIÓN CONCEPTUAL A LA HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD:
La Psicología de la Personalidad (PP) adquiere identidad como disciplina científica dentro de las ciencias sociales en la década de los años 30, como consecuencia de la integración de distintas líneas de investigación dentro de un cuerpo de conocimientos en el que destacan las aportaciones de ALLPORt (1937), MURRAY (1938) y LEWIN (1935). Se ha caracterizado, desde su origen por prestar especial interés por la persona considerada en su totalidad, el problema de la motivación humana definida en términos de impulsos internos, dinámicos y no observables, así como por el estudio de las diferencias individuales.
En el periodo que va desde 1930 a 1950, se consolida como una disciplina científica, organizada y diferenciada de las demás. En cuanto a las principales aportaciones de esta etapa señalar:
La aparición en 1938 de la obra “personality: a psychological interpretation” Allport, que supondrá la entrada formal de esta disciplina en la escena de las ciencias sociales. A través de esta obra se defiende una visión global y general del campo de la personalidad centrada en el estudio de la persona individual.
La aparición relevante de la publicación en 1937 del libro “Exploration in personality” de Murria, en el que defiende la consideración de la persona en su totalidad, aunque diferencia en cuanto que plantea una visión en la que la mente humana es menos racional, más apasionada y sometida a los avatares de constantes conflictos y emociones.
La obra de Lewin “A dinamic theory of personality” publicada en 1935 en la que el autor plantea que la persona y el ambiente son dos aspectos diferenciados dentro de un espacio integrado en la vida.
Junto a estas tres grandes aportaciones también es obligado referirse, por un lado, a la integración del psicoanálisis y la teoría del aprendizaje, destacando los trabajos de Millar y Dollar en el 41 y 50, que reformulan el psicoanálisis en términos de la teoría del aprendizaje en base a la creencia de que la conducta era aprendida dentro de un contexto social, cultural e histórico y, por otro lado, el desarrollo, a partir de los trabajos de Catell en el 46 y el 50, del análisis factorial, como técnica estadística fundamental para la identificación de los principales rasgos de personalidad.
Destacan (en este periodo) varias tendencias que se muestran de forma consistente:
La mayoría de las teorías de la personalidad asumen que la persona puede ser estudiada desde diversas y distintas perspectivas y niveles, aunque todas coinciden en que la personalidad es una totalidad organizada.
La mayoría de los planteamientos consideran, implícita o explícitamente, que la conducta esta fuertemente determinada por variables personales u organismicas.
La mayoría de los planteamientos existentes dentro del ámbito de la personalidad introducen variaciones respecto a la consideración de la motivación como una reducción de la tensión.
Muchos autores conciben el desarrollo de la personalidad en términos de aprendizaje o socialización. La mayoría entienden que la persona es producto de su ambiente en el sentido de que los rasgos, sentimientos y actitudes y motivos son aprendidos.
El periodo que va de 1950 a 1970 se inicia con el regreso, tras finalizar la segunda guerra mundial, de la psicología a las universidades, con el consecuente desarrollo, de las distintas áreas de la psicología que va a desembocar en un incremento de la especialización. Como consecuencia de esto, la psicología d ela personalidad sufre una crisis fuerte de identidad hasta el extremo de que pasa a ser sinónima de psicología clínica o social.
En definitiva en este periodo se pueden encontrar 3 tendencias en el estudio de la Psicología de la Personalidad:
Abandono del estudio de la persona como totalidad para ser abordada mediante la identificación y el estudio de distintos constructor de personalidad descontextualizados.
La idea de que la motivación humana esta asociada a una reducción de la tensión es cuestionada desde distintos ángulos, en el sentido de que la motivación no obligatoriamente supone la reducción de la tensión.
La revolución cognitiva empieza a surgir y la psicología de la personalidad comienza a utilizar términos cognitivos (planes, metas…) para explicar la conducta.
El último periodo que va de 1970 hasta la actualidad se caracteriza por la duda, el desconcierto en un primer momento ( ya que se debate si la conducta era determinada por la persona o por la situación con la aceptación) y el optimismo y resurgimiento que se inicia hacia el año 80 y se hace patente en los 90 ya que va a adquirir una gran vitalidad y creatividad como consecuencia de la conjunción de distintos factores. (Tabla 1.2).
Tabla 1.2. Tendencias que facilitan el desarrollo de la psicología de la personalidad durante la década de los 80 y 90.
1. La expansión del interaccionismo a distintos campos de la psicología.
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2. El renovado interés por el estudio de los procesos de autorregulación y control de creencias, como consecuencia del planteamiento interaccionista según el cual los individuos activamente constituyen sus ambientes.
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3. El aumento del número de estudios longitudinales en los que se hacía un seguimiento de un amplio grupo de individuos durante un largo período de tiempo que permitía analizar el papel de los factores sociohistóricos (MAGNUSSON, 1988).
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4. El replanteamiento del estudio de los procesos emocionales e inconscientes por parte de la psicología cognitiva y la neurociencia.
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5. El nacimiento de la psicología evolucionista que plantea el estudio y explicación de la conducta en base a la existencia de mecanismos mentales específicos a cada dominio de la conducta cada uno de los cuales permitiría la solución de problemas particulares adaptativos (PINKER, 1997).
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6. El resurgimiento de los modelos estructurales de rasgos o disposiciones.
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7. Los avances en el análisis sociocognitivo de la estructura y funcionamiento de la personalidad, dando respuesta a muchas cuestiones relacionadas con la motivación, la emoción, el autocontrol, la coherencia, etc., que siempre le habían interesado a la psicología de la personalidad.
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1.2 INDIVIDUO, PERSONA Y PERSONALIDAD
La P de la P busca dar respuesta a una serie de cuestiones, para responder a esas y otras cuestiones relacionadas con el estudio de la personalidad, parece razonable asumir que la P de la P debería darnos una visión unitaria del individuo y/o persona en base. Sin embargo esa idea de integrar todos los datos psicológicos es lo que le confiere su grandeza y su servidumbre, y posiblemente, sea la principal razón que ha venido impidiendo un desarrollo único de esta disciplina, dando lugar a la aparición de numerosas teorías de la personalidad que se han atribuido para sí sola el ser la verdadera teoría de la personalidad.
En lo que no hay duda es en afirmar que la P de la P debe centrarse en el estudio de la actividad que el individuo y/o persona desarrolla. El concepto de personalidad aparece estrechamente unido a los conceptos de individuo y persona, y en este sentido, parece razonable que se aborde primero la relación entre los conceptos de personalidad, individuo y persona, antes que su objeto de estudio y en qué consiste.
Individuo: “cada ser completo y separado, de una especie o género que es indivisible”. El individuo constituye una unidad en si mismo y no se puede descomponer en partes.
Persona: Individuo miembro de la especie humana. Abarcaría todos los aspectos físicos y psíquicos que caracterizan al individuo humano como único e indivisible. (Tabla 1.3).
Tabla 1.3. Significado o acepción de la palabra persona.
La persona es referida al conjunto de cualidades personales que le caracteriza (p. ej, ser generoso).
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La persona se refiere a la apariencia que uno quiere dar a los demás de sí mismo (p. ej, comunicativo, agresivo, etc.) No existe independencia entre las características que le definen y el papel que representa.
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La persona denota las características y cualidades del papel que juega en su entorno inmediato (p ej, Pedro es un líder).
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La persona se refiere al conjunto de cualidades que le dan dignidad y distinción (p ej, Juan es una personalidad en el mundo de los negocios).
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Personalidad: totalidad del individuo humano cuya naturaleza vendría determinada por los aspectos cognitivos, motivacionales y emocionales que caracterizan el comportamiento del ser humano.
2. CONCEPTO Y DEFINICIÓN DE PERSONALIDAD:
La mejor forma de empezar este apartado sería con la siguiente frase: “todo el mundo sabe lo que es la personalidad pero nadie puede explicarlo”, porque de alguna manera recoge, la dificultad que los investigadores y estudiosos de este tema tienen a la hora de definir este termino.
Por lo tanto existirían dos maneras de aproximarse a la pregunta sobre ¿Qué es la personalidad?
No cientifica. La personalidad, sin tener en cuenta cuál puede ser su definición, es fundamental para comprender lo que las personas hacen o dicen, y en general, tiende a ser inferida a partir de los actos que la gente realiza en su vida cotidiana. No tiene valor, ni entidad en si misma, es inferida a partir de la configuración que el observador hace de la conducta de la persona que esta observando. Si embargo, no siempre la conducta de un individuo se corresponde con su personalidad, ni todas las situaciones son igualmente relevantes para conocer la personalidad.
La personalidad, por tanto, se caracteriza por:
Ser algo a lo que las personas conceden gran valor.
Tener contenidos valoratorios.
Presentar una concepción múltiple de personalidad.
Hacer referencia, en muchas ocasiones a aspectos problemáticos de naturaleza subjetiva e intima (problemas personales, económicos…).
En resumen, desde este punto de vista, podemos asumir que el término personalidad se puede entender como “algo que se emplea con gran frecuencia, relacionada con aspectos íntimos y afectivos de la persona, relevante y de gran valor”.
Científica: no existe una definición de personalidad aceptada por la mayoría de los teóricos e investigadores dedicados a su estudio.
Es posible identificar una serie de notas distintivas a las distintas definiciones de personalidad que han ido surgiendo, (siempre asumiendo que este termino esta exento de cualquier tipo de juicio de valor referente a las características que definen la persona) de acuerdo con la propuesta de Bermúdez:
La personalidad se ocupa de toda la conducta, tanto observable como la no observable directamente.
Implica características relativamente constantes y estables a lo largo del tiempo y de las distintas situaciones.
La personalidad supone que el individuo tiene un carácter “singular” y “único” que vendría dado por una organización única de los elementos que definen la personalidad.
La personalidad hace referencia a algo que no existe en la realidad, que no podemos observar directamente, sino que se infiere a partir de la observación de la conducta.
Pero, nos preguntaremos ¿es posible, desde una perspectiva científica, abordar el estudio de la personalidad sin contar con una definición estándar?
Si. Al igual que otros conceptos, es susceptible de estudio, independientemente de que se cuente o no con una definición aceptada por la comunidad científica, mediante la identificación de las propiedades que configuran su naturaleza (procesos motivacionales, emocionales, aptitudes…).
No obstante y a pesar de que es posible el estudio de la personalidad sin la existencia de una definición de la misma ampliamente aceptada por a mayoría de los estudiosos e investigadores, parece oportuno y necesario que en un testo de personalidad se proponga algún tipo de definición que muestre la conceptualización del término.
En este sentido, habría dos caminos: proponer una definición nueva, u optar por alguna de las ya establecidas. Y justamente, por esta última nos hemos decidido: haciendo nuestra la definición de Larse y Buss en el 2002 de su libro “Personalidad” según la cual la personalidad se define como “el conjunto de rasgos y mecanismos psicológicos que posee el individuo, organizados y relativamente duraderos que influye en sus interacciones y adaptaciones al ambiente tanto intrapsíquico como físico y social”.
No quiere decir que sea la única definición correcta sino que recoge elementos esenciales como son los rasgos psicológicos entendidos como características descriptivas de la personalidad del individuo, mecanismos psicológicos entendidos como procesos procesos de personalidad relacionados con el individuo que procesa, almacena, recupera información, y que están en el individuo, con rasgos organizados relativamente duraderos a lo largo del tiempo que influyen en como el individuo interacciona y se adapta a su medio ambiente.
Así pues, es posible identificar, como señala Mischel, un aspecto común a la mayoría de las definiciones de personalidad, en el sentido de que “suele referirse a los patrones distintivos de conducta (incluyendo pensamientos y emociones>) que caracterizan la adaptación de cada individuo ante las situaciones que se le presentan en la vida”.
3. OBJETO Y OBJETIVOS DE ESTUDIO DE LA PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD.
El estudio de la personalidad se centra en el individuo como un todo. Conocer la personalidad supone estudiar todos sus aspectos al mismo tiempo y ver como interactúan. Se ocupa, por tanto del estudio de los individuos en general, en cuanto todos poseen una serie de procesos generales comunes, así como aquellas características que hacen al individuo único en su conducta global.
Tabla 1.7. Objetivos específicos de la P de la Personalidad.
Descripción fiable y útil de las personas en base a sus características físicas y psicológica (a partir de la observación de la conducta).
Predicción fiable de las diferentes formas de comportarse de las personales (diferencias individuales) en una misma situación o situaciones similares.
Predicción, una vez identificado el patrón de conducta y actitudes de la personalidad, de cómo o bajó que condiciones se adquiere y mantiene dicho patrón de conducta.
Explicación a partir de la identificación de aquellos factores personales y situacionales determinantes de la conducta, de cómo y por qué se modifica y puede modificarse el comportamiento de las personas.
Por otro lado si el objeto de estudio de la psicología de la personalidad se centra en los procesos psicológicos existentes de la persona, entonces sería razonable pensar que otro aspectos importante del estudio de la personalidad es la identificación de los principales subsistemas que la constituyen. Siguiendo el planteamiento que hace Puedo en 1996 podríamos distinguir 4 subsistemas básicos generales, dentro del ámbito de la P de la P: temperamento (rasgos temperamentales), constitución (rasgos morfológicos o fisiológicos), carácter (actitudes y creencias) , inteligencia (aptitudes y habilidades).
Constitución y Temperamento: conceptos surgidos en el ámbito clínico, dentro de la teoría de los humores propuesta por Hipócrates en el S. IV a.C y desarrollada por Galeno en el s.II d.C. La Constitución hace referencia a la estructura biológica o biofísica responsable de todos aquellos aspectos relacionados con la salud y la enfermedad, tanto en la vertiente física como mental, el Temperamento se refiere al conjunto de rasgos motivacionales y emocionales relativamente estables de la personalidad determinados, en gran medida,. Por factores biológicos.
El Carácter, etimológicamente hace referencia a la marca grabada en un objeto para hacerle reconocible y que en su acepción psicológica se utiliza para hacer referencia al estilo de vida propio y personal del comportamiento de un individuo que le identifica frente a los demás. El estudio de este término dentro de la personalidad ha sido rechazado y se debe, en gran medida, a que este concepto implicaba, según Allport cualidades morales que suponían una valoración de la personalidad, aspecto que dificultaba su estudio de manera objetiva.
Tabla 1.8 Diferencias entre temperamento y Personalidad (Strelau, 1983)
TEMPERAMENTO
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PERSONALIDAD
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Relevancia de factores biológicos.
Se manifiesta en los primeros años de vida.
Tiene su paralelismo en otras especies animales no humanas.
Describe características energéticas temporales y de estilos de conducta.
Es poco modificable y muy estable.
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Relevancia de factores ambientales.
Se manifiesta principalmente en la edad adulta por efecto de la socialización.
Es específica de los humanos.
Se refiere al contenido o propósito de la conducta.
Es más modificable y más inestable
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Aunque a nivel cotidiano es frecuente la utilización del concepto de carácter y temperamento como sinónimos, a nivel científico es conveniente señalar que mientras en el temperamento la influencia de los aspectos contitucionales es fundamental, en elc aso del carácter, los elementos esenciales serían los hábitos y reglas que van adquiriendo a lo largo de la vida. Así pues el “carácter sería la manera de actuar de un individuo, como consecuencia de su temperamento e inteligencia, y de una serie de influjos personales y ambientales de toda índole”.
Finalmente, la dimensión cognitiva de la personalidad o autoconcepto haría referencia a la representación cognitiva que el individuo tiene de su propia personalidad y estaría representada por las estructuras cognitivas complejas que contendrían toda la información referente a uno mismo (autoesquemas) y otras menos complejas.
4. IMPORTANCIA DE LA TEORÍA DE LA PERSONALIDAD
En términos generales una teoría nos ofrece una explicación científica sistemática y coherente de los fenómenos objeto de estudio e investigación. Cuando se elabora una teoría lo que se pretende es, por un lado, explicar el conjunto de fenómenos de los que se ocupa y debe ser capaz de sugerir aspectos y relaciones desconocidos. Esto es, debe permitirnos hacer predicciones nuevas acerca del fenómenos que pretende explicar. Esta función predictiva de las teorías es, sin duda, la faceta más apasionante para cualquier investigador interesado en proponer una teoría sobre la personalidad, a la vez, que la más difícil de elaborar.
En definitiva podemos decir, que una teoría Científica, es un Conjunto de supuestos lógicamente organizados sobre relaciones específicas entre los fenómenos observados que nos permiten explicar ciertas observaciones de la realidad y hacer predicciones de fenómenos pendientes de explicar.
Asi, pues la teoría tiene como función por un lado, relacionar, organizar e integrar los hallazgos obtenidos a través de la observación, y por otro lado, señalar posibles reacciones que deberían ser estudiadas o verificadas mediante la experimentación.
Si partimos de que los objetivos fundamentales de una teoría son: explicar los fenómenos psicológicos objetos de estudio ya conocidos y predecir nuevos fenómenos psicológicos, entonces claramente los criterios de utilidad, verificabilidad y parsimonia son los que debemos tener en cuenta para evaluar una teoría.
Respecto al primer criterio, la utilidad, una teoría no es verdadera o falsa, sino útil o inútil, y en este sentido, la utilidad vendría determinada por el grado en que es capaz de generar cuestiones que pueden ser respondidas utilizando el método científico y por la capacidad para organizar e integrar los hallazgos obtenidos experimentalmente.
El segundo criterio, el de la verificabilidad, supone que todo teoría debe no solo ser capaz de generar posibles nuevas relaciones e hipótesis, sino que también debe permitir experimentalmente tales predicciones con el fin de que puedan ser confirmadas o descartadas.
El tercer criterio, el de la parsimonia, señala que toda teoría no solo debe englobar y explicar el mayor número posible de observaciones, sino que debe hacerlo con un número reducido de conceptos manteniendo la coherencia entre los mismos.
4.1 TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD
Como se ha señalado anteriormente, la P de la P aborda el estudio de la persona en su totalidad, y en este sentido, una de las características es la búsqueda de teorías generales que le permitan explicar toda la conducta humana. Desgraciadamente dada la naturaleza de su objeto de estudio y el hecho de que su campo de acción es muy extenso y se entremezclan con otras áreas de la psicología, si algo caracteriza el estudio de la personalidad es la existencia de múltiples teorías.
Dichas teorías han ido haciéndose más específicas, focalizándose en determinados aspectos más concretos de la personalidad. Este proceso ha hecho que ninguna de las teorías actuales sea capaz de explicar en su totalidad en que consiste la personalidad y como funciona. Subrayan determinadas características e ignoran otras.
En este sentido, parece razonable que en vez de hablar de una teoría de la personalidad, debemos referirnos a distintas perspectivas teóricas, que difieren en cuanto a la naturaleza de la personalidad que subyace a cada una de ellas.
Dichas perspectivas, en las que no existen consenso entre las diversas teorías, pueden producir cierta confusión en los investigadores que se plantean el estudio de la personalidad.
Recogiendo el planteamiento que hacen Caprara y Cervone podemos señalar que a pesar de la diversidad de teorías de personalidad existentes, podemos distinguir distintos temas y premisas comunes que guían la investigaron en personalidad. Más concretamente defienden que existe un cierto consenso sobre varios postulados generales básicos respecto al funcionamiento de la personalidad que son ampliamente aceptados por gran parte de las teorías e investigaciones que actualmente se desarrollan en torno al estudio de la personalidad:
La personalidad es considerada como un sistema psicológico complejo de estructuras y procesos.
La personalidad se desarrolla a través de una relación recíproca entre la persona y su medio ambiente.
La personalidad, considerada en su totalidad, muestra coherencia y continuidad tal y como se observa en su organización a lo largo de la vida.
Así, pues, el estudio de la personalidad es abordada desde distintas perspectivas, cada una de las cuales presenta argumentos significativos, de todo que probablemente ninguna de ellas sea más importante que otra, dado que todas contribuyen a la comprensión última de lo que es la personalidad.