Gestionando emociones con el desfibrilador emocional
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Primer paso: Identificar la preocupación.
Es indispensable que seamos capaces de reconocer la emoción que nos preocupa y nos complica la existencia. Muchas veces son las personas cercanas quienes mejor detectan nuestro apego a la emoción y nos advierten de ello. Puede que tengan o no razón, pero no hay que evitar escuchar a nuestro interior y ser capaces de meditar sobre qué implicaciones está teniendo en nosotros. ¿De verdad descansamos por las noches con esa emoción que tenemos? ¿Creemos que no hay problema cuando en realidad no paramos de pensar en ello? ¿Sentimos que nos estamos limitando y no nos damos la oportunidad de empezar cosas nuevas?
Puedo compartir muchas experiencias propias que seguro resultan bastante cercanas. Por ejemplo, más de una vez he creído con locura que había encontrado a la mujer de mi vida, y como mi oferta era maravillosa, debía ser igualmente correspondido. Al sentirme rechazado, no era capaz de comprender el motivo. Una y otra vez le daba vueltas a la cabeza sin querer aceptar la situación. Muchos amigos me advertían “olvídate de ella”, pero mientras uno no quiere ver la realidad, es difícil dar los pasos para salir de esa relación tóxica de no correspondencia. También las obsesiones con el trabajo o con una tarea concreta son ataduras que nos pueden asfixiar lentamente. Algunas veces nos obsesionamos en conseguir algo, para lo que no estamos del todo preparados, o simplemente no somos los más adecuados. Cuanto más tardemos en aceptarlo, más tardaremos en aislar nuestro sentimiento de orgullo que nos impide pedir la ayuda correcta.
Para identificar la preocupación es bueno comprobar si tu descanso o la forma de actuar están siendo afectadas. Suelen ser el síntoma que nos alerta para entrar alquirófano y comenzar el tratamiento. Pasarás a la siguiente fase una vez que hayaspreparado el quirófano y estés dispuesto a tratar la emoción limitante.
Segundo paso: Racionalizar emociones y sentimientos.
Comienza siendo consciente de la salud. No es bueno para tu fortaleza mental darle vueltas a la preocupación todo el día. ¿Verdad que quieres estar fuerte como un roble? ¿Verdad? No te llames a engaño, y siente que tu vida es más importante que cualquier atadura emocional. Si para ti es más importante el sentimiento que tu propia salud, puedes abandonar el ejercicio. Sería respetable, ya que hay gente que prefiere morir antes de dar su brazo a torcer. Pero seguro que si estás leyendo esteblog es porque sabes encontrar muchos motivos por los que valorar tu salud por encima de todo.
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