Soledad y pasión lírica, claves del poeta español Cernuda, afirma su biógrafo
(MÉXICO) CULTURA-ESPECTACULOS,LITERATURA-LIBROS | > AREA: Arte, cultura y espectáculos
23-05-2011 / 22:40 h
"Él para lo que vivía era para su poesía, una poesía alimentada por su propia soledad", explicó en una entrevista el autor de una extensa biografía dedicada al poeta sevillano cuyo segundo volumen presenta estos días en México.
La obra, titulada "Luis Cernuda. Años del exilio (1938-1963)" (2011), complementa un primer volumen publicado en 2008 dedicado a los "Años españoles" de la vida de autor, de 1902 a 1938.
El período referido está marcado por su partida, en 1937, de una España inmersa en la Guerra Civil (1936-1939) al Reino Unido, un país adonde llegaría a dar unas conferencias a favor de la República y donde viviría los estragos de la II Guerra Mundial (1939-1945).
"Cernuda pasa de 1936 a 1945, una década, en países en guerra (...) Cuando no se está produciendo guerra en España, sucede en el continente (europeo). Eso le afecta", recuerda Rivero.
En septiembre de 1947, empapado de la tradición lírica inglesa, emigraría a "un lugar inhóspito para él", el Mount Holyoke College de South Hadley, Nueva Inglaterra (EEUU), una universidad para mujeres donde "no encuentra un ambiente donde desarrollarse".
Cuando en 1949 llega a México por primera vez en unas vacaciones se produce un "deslumbramiento" por el contacto de nuevo con "la lengua, la luz" y "el calor" del país norteamericano, algo "esencial" para el poeta, explica Rivero.
En 1952 se instala definitivamente en la capital mexicana tras romper con una vida relativamente cómoda en EEUU y cierra así un círculo de admiración por México que había abierto en 1941, cuando "lee con gran interés la biografía de Hernán Cortés que escribe Salvador de Madariaga y empieza a evocar en él un mundo lleno de misterio del que ha oído hablar".
En este país publicará parte de su obra en las revistas "Romance" y "El hijo pródigo", y posteriormente los poemarios "Desolación de la Quimera", "Poemas para un cuerpo" y "Variaciones sobre tema mexicano".
En su obra el biógrafo refiere varios aspectos clave de la vida de Cernuda (1902-1963), algunos muy conocidos, como su homosexualidad, otros menos, como la relación que mantuvo de 1952 a 1957 con su amante mexicano, el culturista Salvador Alighieri, y su propensión a aislarse de los demás.
"En múltiples ocasiones personas que lo querían, que le daban abrigo, fueron rechazadas por él. Tenía una especie de pulsión de romper con todo y con todos", señala Rivero.
No duda en describir al poeta como "una persona esquiva" que habitaba "una soledad que a él en muchas ocasiones le mortificaba, pero que iba indisolublemente ligada a su carácter".
"Allá donde iba Cernuda tuvo relaciones amistosas que por lo general se interrumpieron y casi siempre, hay que ser claros, por culpa suya", agrega.
Con todo y esa personalidad particular de Cernuda dice que ha sido "claramente el poeta español más admirado por otros poetas en el último medio siglo", lo que representa "una especie de gloria póstuma" para un autor que no gozó de gran reconocimiento en vida.
Esa admiración trascendió fronteras, como queda claro en el ensayos como el del mexicano Octavio Paz (1914-1998) "La palabra edificante", uno de los más hermosos sobre el poeta andaluz exiliado.
El mexicano José Emilio Pacheco llegó a decir de Cernuda que "vivió en una arisca soledad cercada de rencor por todas partes", una circunstancia que rodeaba a "un ser vulnerable en extremo, de un caído en el infierno que acepta el mal y, al expresarlo, lo conjura".
Rivero Taravillo ofrecerá hoy una conferencia sobre Cernuda en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a la que seguirá otra en la misma institución esta semana y dos más en el Ateneo Español y el Colegio Madrid, todas en la capital mexicana.
El conjunto biográfico le valió a Rivero (Melilla, 1963) el XX Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias, otorgado por la editorial Tusquets. EFE act/pmc/tg
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