domingo, 31 de octubre de 2010

El Poder de la Persuasión: Nicholas Boothman

El poder de persuasión puede ser de gran alcance de hecho - y es que usted puede aprender, según el autor Nicholas Boothman.

Él es un experto en hacer que la gente dice 'sí' o ver las cosas a tu manera, y dice que hay que saber cómo hacerlo.

Así que él comparte sus secretos en su último libro, cuyo título lo dice todo: "convencerlos de que en 90 segundos o menos: Conéctate instantánea que rinda frutos en los negocios y en la vida." (Leer un fragmento)

Botas dijo "Early Show" co-presentadora Maggie Rodríguez, Jueves significa 90 segundos o menos literalmente.

"Usted puede hacerlo en menos de 90 segundos", dijo Botas. "Anuncios de televisión lo hacen en 30 segundos publicidad en revistas tomar tres o cuatro segundos Si convincente le lleva -.. Si se llega a cinco minutos o así, he perdido -. Cinco minutos o más para convencer a alguien porque hacemos decisiones muy rápidamente. Especialmente decisiones emocionales. "

Es cierto que usted puede hacer una primera impresión en tan sólo tres segundos?

"En realidad," Botas respondió, "son dos. La escuela de Harvard de Ciencias de la Salud dice que decidir cómo nos sentimos acerca de alguien (en dos segundos). Es inconsciente. Es la respuesta de lucha o de vuelo. Acabamos de recoger las señales que alguien le da. Básicamente, estamos diciendo, estamos seguros o no con alguien. Si nos sentimos seguros, y nos gusta, buscamos oportunidades para decir «sí» a ellos. Y tendemos a ver lo mejor de ellos. Y si no lo hacemos, vemos a la inversa. "

Entonces, ¿cómo alguien puede hacerlo? claves que, Botas, dice, son la confianza, la claridad y el impacto emocional, y tienen que ocurrir al mismo tiempo.

"La gente tiene que decir, inconscientemente," confío en ti, que tenga sentido, y me mueve "," Botas dice. "Cuando usted puede hacer todas estas cosas, usted puede convencer a alguien. Así que la confianza, obviamente, proviene de la primera impresión y proviene de un montón de lenguaje corporal.

"... La claridad: Su mensaje tiene que tener sentido ... y por lo general tiene que ser en el sentido positivo..

"No es bueno decir a mi hija, no te metas hasta su habitación," cuando me refiero, "Ordena tu cuarto." Si le dices a un cliente, no dude en ponerse en contacto conmigo, 'no saben lo que quieres decir. Lo que realmente quieren decir es, "Teléfono me viernes, o," Llámame si necesitas algo de ayuda. " '

"La gente para quienes la comunicación es fácil de poner esas cosas en la gente positiva y (para quién) es una lucha, que tienden a ponerlo en el negativo. Por lo tanto la formación de sus palabras es importante.

"Pero el impacto emocional es la más grande. Ochenta por ciento de las veces, las personas toman decisiones basadas en sus emociones, a pesar de que piensan que están siendo racional. Los mercados de valores se elevan y se estrellan en las emociones, a pesar de que piensan que están siendo racional Mira los anuncios en revistas para los coches o lo que sea, o cuando usted está convenciendo a alguien para hacer algo, si lo puede conseguir -.. si puedes conseguir una imagen en la cabeza de alguien, que se quedará allí Warren Buffett es un genio en este. Recientemente, se le preguntó, '¿Cómo te sientes acerca de tu trabajo?' Él dijo, 'tap dance a trabajar. " Ese es el tipo de lenguaje que se pega en la cabeza y dice mucho. "

Sé feliz y positiva, Botas sugiere, y su mensaje "estancia".

Por último, Botas informa, atiende a su "ABC": el trabajo en su actitud, su lenguaje corporal, y su congruencia.

"Sólo modifica las actitudes útiles, a diferencia de las actitudes inútiles", dice. "Útil puede ser ingenioso o acogedor y entusiasta. Inútil pueden ser hostiles o que aparecen de esa manera. El lenguaje corporal, ábrala. Hacer un poco de contacto visual, etc Sincronizar, como (Maggie y yo estamos) haciendo en este momento. Estamos sentados los la misma manera. Y la congruencia significa que su lenguaje corporal, el tono de sus palabras siempre debe estar diciendo lo mismo. No hay mensajes mixtos. No como mi madre-en-ley decía, 'bueno verte, querido "(como ella se encogió!). De modo que podemos elegir que hasta muy rápido en las personas. "
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Brown Landone

Se ha declarado a menudo que ningún movimiento religioso en la historia producida como muchas personalidades vitales y grande en sus primeros cien años de crecimiento como el Movimiento de Metafísica de América. Brown Landone era uno de ellos, y muchos miles han sido ayudados por su instrucción, su ministerio de sanidad y sus escritos radiante. Su nombre será recordado junto a Mary Baker Eddy, Emma Curtis Hopkins, Annie Rix Militz, Nona L. Brooks, Cramer Malinda, Prentice Mulford, Charles y Myrtle Fillmore, Ralph Waldo Trine, Troward Thomas, Christian D. Larson, Emmet Fox, y Ernest Holmes.

Brown Landone nació antes de los días de la "fiebre del oro", el 6 de marzo de 1847, y vivió para ver todas nuestras modernas invenciones día llegar a madurar - incluyendo la bomba atómica! Nació en alta mar, en un barco norteamericano, de padres británicos. Pasó pacíficamente y en buen estado de salud aparente, en Winter Park, Florida el 10 de octubre de 1945, edad 98 años.

Brown Landone había sido un médico antes de venir a la obra del Nuevo Pensamiento, y era un destacado escritor y profesor durante muchos años. Él nació en una familia acomodada, en Filadelfia, y fue conocido siempre como un niño enfermizo que tenía que ser alimentado a través de una enfermedad tras otra.

Cuando tenía unos trece años, sucedió algo que comenzó piensa el chico de una manera nueva. Antes de este tiempo había tenido las enfermeras de todo el día. Lo levantó, lo vistió y lo llevó a una silla. Se sentó allí mientras comía una comida simple y tan pronto como se terminó una enfermera le volvieron a la cama a dormir la siesta. Jóvenes Brown vivió la rutina habitual de un enfermo.

Un día, cuando él y una enfermera estaban solos en la casa, la enfermera descubrió que una botella de medicina especial del muchacho estaba vacía. Ella le preguntó si iba a estar bien mientras ella iba a la farmacia a cierta distancia. Él le aseguró que lo haría.

Cuando la enfermera se había ido de menos de cinco minutos, Brown empezó a oler el humo y sabía que algo estaba en llamas. Recordó que su padre había dado instrucciones a los funcionarios sobre una cosa importante que debe hacer si alguna vez la casa se incendió. Él les había dicho que un cofre de metal en el ático que figuran todos los documentos valiosos que poseía. Tenían que conseguir que fuera el pecho de metal.

El muchacho, con el olor del humo en la nariz, podía pensar en nada más que el pecho de metal. No estaba al tanto de los acontecimientos que siguieron sus pensamientos en cuestión hasta que se encontró de pie en la acera junto a la preciosa caja. De repente se dio cuenta de que, el supuesto inválido, había ido a la buhardilla, dos pisos por encima de su dormitorio y cinco pisos de la calle. Allí se había recogido el pecho pesado y se lo llevó a la acera. Cuando llegó a la realización de lo que su subconsciente le había hecho hacer, se desmayó.

El fuego fue extinguido sin gran daño y la enfermera dispuesta a poner el joven paciente en la cama. Se negó a ir. "Quiero sentarme en esta silla y pensar", le dijo.

En años más tarde, le dijo que en el momento del incendio se había despertado al hecho de que había realizado una hazaña extraordinaria, sin conciencia de ello. Si pudiera hacer eso inconscientemente cuando estaba enfermo, motivado, sin duda podría hacerlo conscientemente. Él decidió que no iba a volver a la cama, excepto para dormir por la noche, y nunca lo hizo. Landone Brown, el hombre maduro, estaba perfectamente bien y feliz hasta el final de sus días.

Dr. Landone comprimido en su siglo de vida una carrera increíble de los descubrimientos, los servicios y enseñanzas. Fue educado por tutores privados en Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Estudió para el ministerio episcopal en la Alta Iglesia de Inglaterra y recibió el título de Doctor en Divinidad. Sin embargo, sus intereses cambiaron. Estudió medicina y se licenció en medicina. En su práctica médica se enteró de que la sugerencia hizo más por sus pacientes que tenía la medicina. Se hizo conocido como uno de los neurólogos en primer lugar, más tarde llamado psiquiatras, a través de su trabajo en la localización de los centros del cerebro.

Dr. Landone tenido una vida más fructífera. En 1895 se organizaron las actividades a los niños primero "en la YMCA Fue un historiador internacionales, educador, autor y escritor de muchos libros y cursos. Su trabajo en el arte fue tan destacado que los líderes en cinco capitales de Europa le hizo el presidente del Instituto Internacional de Ciencias de las Artes en París. Fue formación científica, pero siempre de mente espiritual. Fue Presidente del Comité Internacional de la Nueva Educación en 1905, en 100 de los más grandes educadores en 17 países. En 1911 él y otros trataron de formar un Estados Unidos de Europa. Fue editor en jefe de una "Historia de la Civilización" con editores asociados Lorado Taft, William Hubbard, James Edmund y otros educadores señaló.

En 1913 fue profesor en la Universidad de Oxford en Inglaterra. Dio conferencias en la Sorbona de París en 1913-14. Fue enviado a Alemania a hacer un estudio económico del entonces Imperio alemán, que terminó a principios de 1914. En una conferencia en la Sorbona le dijo al pueblo francés que Alemania la guerra en seis meses y fue ridiculizado. Él repitió esta declaración en una conferencia en la Queen's Hall en Londres en mayo de 1914 y se silbó. La Primera Guerra Mundial se inició en julio de 1914.

Durante la Primera Guerra Mundial, el Presidente de Francia designó al Dr. Landone embajador especial para Francia a los Estados Unidos. Alrededor del mismo período de tiempo también fue consultor de los gerentes de ventas de Ford Motor Company, de acero de EE.UU., y la vida metropolitana, y después de un estudio económico del socialismo en Alemania, el método expuesto por el cual el Gobierno Imperial Alemán hizo el socialismo de Estado parecen rentables. También descubrió los elementos ocultos en los informes del gobierno japonés, que mostró que estaban a continuación, utilizando fondos de la escuela para construir los submarinos en secreto.

Dr. Landone tenía tres hijos, todos ellos víctimas de la guerra. Esta experiencia se volvió su interés a la promoción de la paz. Jugó un papel decisivo en la formación de la Fundación Europea de la Paz. Esta cita dice mucho sobre la filosofía del Dr. Brown Landone. "Nunca habrá paz permanente en la tierra hasta una transformación es causada por el amor en el corazón del hombre."

Se le conocía cariñosamente como "BL" por sus amigos y compañeros de trabajo. Durante muchos años fue profesor regular en Nueva York, el mantenimiento de su oficina y los cuartos de publicación en Newton, Nueva Jersey. Más tarde se trasladó a Winter Park, Florida, donde mantuvo un personal de las oficinas grandes y emitió sus publicaciones de su casa extensa allí. Sus intereses se extendían de ancho. En 1930, cuando las películas mudas fueron cambiando a hablar de películas fue llamado a Hollywood para ayudar a encajar la voz al micrófono y el micrófono para la voz. Llevaba en muchos experimentos con un arbusto asiático, ramio, una fibra utilizada en la industria textil. Sus manifestaciones que tuvieron lugar en su casa del Parque de Invierno, asistieron personalidades de todo los Estados Unidos. La Fundación Landone, fundada por el Dr. Landone, llevó a cabo una granja experimental en Zellwood y con éxito creció Ramio en grandes cantidades.

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Tenía una cualidad única de ser siempre capaces de sintetizar la Verdad, con los últimos avances en los campos científicos. Era casi tan bien conocido por su trabajo de investigación científica como para su carrera metafísica. A través de los años que había sido un amigo cercano de muchos de los grandes artistas, escritores y celebridades internacionales y habló ante casi todos los grupos cívicos y los clubes de América, como el Club Rotario, Kiwanas, y los organismos científicos. Su capacidad de trabajo era interminable y dedicó todo su tiempo a ella, manteniendo una plantilla de secretarios de noche y de día para mantenerse al día con su expresión rápida de nuevas ideas. A través de los años su único tema principal de la enseñanza ha de ser siempre conscientes de las nuevas ideas, y para su expresión en el amor por el bien de todos.

Dr. Landone fue un escritor prolífico, autor de más de 100 libros, que abarcan temas tales como liderazgo, la civilización, la paz y la religión. Entre ellos se encuentran títulos como "El camino directo a su objetivo", "Los métodos de la verdad que yo uso", "La transformación de su vida en 24 Horas", "El ABC de la Verdad" y "revelaciones espirituales de la Biblia."

En junio de 1940 comenzó una columna en el Herald de Winter Park llamado "La Voz del Mundo", más tarde cambiado a "Este mundo cambiante." El último artículo impreso de esta columna apareció el 19 de octubre, nueve días después de su muerte.

Landone Brown fue uno de los líderes verdaderamente grandes e interesantes personajes y principios del Movimiento del Nuevo Pensamiento. Un trabajador en activo en la Alianza del Nuevo Pensamiento desde sus comienzos, casi todos los internacionales programa del Congreso lleva su nombre, y siempre atrajo a grandes audiencias a su Congreso de conferencias. A pesar de que estaba en su década de los noventa el Dr. Landone llegó al Congreso de INTA en Louisville en 1944, y dio otro de sus mensajes vitales implorando a sus oyentes a hacer el Amor Divino en la escena del mensaje de la Verdad para la era post-guerra. Él sirvió varios términos en el Consejo Ejecutivo de la INTA, y también como Presidente del Distrito de los Estados de Nueva York, Nueva Jersey y Florida.

Dr. Landone fue un destacado maestro de la Verdad para más de sesenta años. Sus escritos han ayudado a millones, y que sin duda tuvo el mayor número de seguidores personales de cualquier maestro que ha formado parte del Movimiento del Nuevo Pensamiento. Miles de estudiantes cada semana estuvieron en contacto con él a través de la correspondencia personal, y su capacidad para convertirse en enormes cantidades de escritos, cursos, cartas personales, etc, siempre asombró a los otros maestros en el campo.
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jueves, 28 de octubre de 2010

Todos Creamos lo que Hacemos: Andrew Corentt

Al hablar de las leyes que gobiernan nuestras vidas y el universo entero, muchas personas se encuentran con conceptos desconocidos y desconcertantes. El término “Karma” es uno de esos conceptos.

Algunas personas explican que hay un equilibrio en el universo y que hay algo allí afuera que responde a lo que hagamos con nuestra libertad. Si haces algo bueno eso de allí afuera te premia, si haces algo malo, eso de allí afuera te castiga.

La verdad del karma es mucho más profunda y al mismo tiempo, más simple.

Para entender el karma es necesario comprender una o dos cosas. Una de ellas es adoptar la idea de que lo único que existe es un solo ser, es decir, no hay “algo que yo soy”, y algo fuera de mi que es un “no yo”. Y otra cosa saber es que ese ser se manifiesta en toda la diversidad de cosas existentes en la naturaleza y el universo. Y, ¿quién es ese ser? ese ser es usted. Usted es el que crea todo este universo.

Entonces lo que las personas creen que es una reacción por una acción, es en realidad, un aspecto creativo de una fase de ellos mismos.

En su libro YO SOY FELIZ, YO SOY RICO, de donde lo anterior ha sido tomado, Andrew Corentt explica que el karma es creación y que lo que una persona piensa de sí misma y de los demás es lo que obtiene en su vida.

Si una persona desea lo mejor para otras personas, entonces eso es lo que obtendrá para sí misma, no por reacción, sino por creación directa. Para la mente solo existe usted. Todo es usted.

De allí, que si usted desea obtener algo en la vida, solo debe desearlo en su mente a los demás. ¿Desea más dinero? use el karma, vea en su mente como otras personas se llenan de dinero, vea como la vida les sonríe. Usted no lo está haciendo solo por ellos, lo hace por usted mismo.

Si lo desea para los demás, si lo visualiza por los demás, entonces usted lo está recibiendo para usted mismo.

Jesús dijo hagan con los demás como quieren que hagan con vosotros.

Si desea algo debe darlo, si desea amor debe dar amor. Ese es parte del secreto del karma.

En su libro YO SOY FELIZ, YO SOY RICO, Corentt presenta información impactante. Información que cambiará su modo de ver y vivir la vida. Con solo leerlo usted se llenará de un poder enorme para crear su vida y su realidad. Cada página que lea será una barrera que derribe y convierta en impulso para obtener todo lo que desea llámese riqueza, mejores relaciones, felicidad o lo que más desee.

El Karma

Energia que se va construyendo a base de actuar bien.
Si haces bien y lo conveniente vas creando y acumulando esta energia que te ayuda a seguir transitando por el bien.

Mejorar Mi Vida:

Éxito sin límites

El secreto del éxito es: Todo el éxito es suyo. En esta obra usted aprenderá a darse cuenta de su increíble éxito y como usarlo para obtener todo lo que usted desea.

Su éxito depende solo de usted mismo. Usted no necesita de nada fuera de usted mismo, para obtener todo lo que desea.

Todo el universo se desenvuelve en su interior y usted tiene todo el poder que necesita para crear la vida según sus sueños más profundos.







¿Por qué La Ley de la Atracción es un Error?


Muchas personas han visto o leído “El Secreto” y creen a ciegas en la Ley de la Atracción, sin entender que la ley de la atracción es, en realidad, un error de concepto, en un mundo regido por la creación personal.


La Ley de la Atracción, en realidad, resta poder creador a las personas. En esta obra usted conocerá realmente como ocurre la creación. Usted sabrá que usted crea(no atrae) todo en su vida, y lo sabrá de forma que su poder personal crecerá hasta el infinito.

Después de leer este poderoso mensaje, Usted estará en capacidad de crear todo lo que desea al conocer la verdad sobre el proceso creativo del universo. Usted desatará todo el poder creador de su Ser y rápidamente será lanzado como un cohete hacia todo aquello que desea.









Aumente hasta el infinito su Poder Personal


Cuando usted lea esta maravillosa y reveladora obra, su Poder Personal crecerá hasta el infinito. Usted sabrá todo lo que debe saberse sobre la creación en el universo y de cómo su poder creador genera este universo.

Usted despertará a todo su poder creador. Usted será consciente de todas sus capacidades.
Usted literalmente nacerá de nuevo. Nacerá a una vida de Abundancia, Felicidad, Poder, Autoestima, Amor, Excelentes Relaciones, y sobre todo Libertad.








Los Secretos de la Mente


¿Cuál es a diferencia entre mente subconsciente, mente inconsciente y mente consciente? Muchos autores confunden estos términos y usan las palabras subconsciente e inconsciente como sinónimos. Andrew Corentt le muestra la diferencia entre estas mentes o fases de la mente y cual es su poder respectivo y como usarlo.


Cada mente trabaja de forma distinta, se activa de distintas formas. Las herramientas de activación deben ser especificas si usted desea obtener lo mejores resultados.
En esta fabulosa obra usted conocerá los secretos de la mente humana: como desarrollar una mente creativa, como dominar la mente, como construir una mente maestra y su importancia.

Todos los poderes de la mente están a su alcance, solo debe leer la información correcta y completa y hacer las prácticas adecuadas. En este súper libro usted encuentra todo, absolutamente todo, lo que necesita para volverse poderoso y obtener toda Riqueza y Felicidad que desea y merece.


Es su derecho ser Rico y Feliz.






Los Secretos de la Energía y su Importancia



Muchas personas dicen: yo doy, yo imagino, yo visualizo, yo soy positivo y sin embargo no obtengo lo que deseo. ¿Qué está pasando?



¿Cual es la importancia de la energía?. Todo se paga con energía. La mayoría de las personas desperdician su energía y como resultado no obtienen lo que desean.



Andrew Corentt le muestra la forma correcta de utilizar su energía para enriquecerse y obtener todo lo que usted desea.



No hay limite a lo que usted puede aspirar. Usted puede tener todo lo que desea si aprende lo que este libro le muestra sobre la energía.








La Impresionante Verdad


Muchas personas pasan su vida buscando “la Verdad”. ¿Cuál es la Verdad? ¿Qué es la Verdad?

Muchas personas se dedican a comprar libros para saber la verdad. Y esos libros les dejan más dudas que respuestas.

Basta de medias verdades, basta de ambigüedades.

En este impresionante libro usted conocerá la verdad. Esa verdad de la cual Jesús dijo que lo volvería libre.

Usted merece conocer la verdad. Es su derecho saber la verdad.


La verdad lo volverá Libre y Poderoso. La Verdad lo volverá Rico.








El Secreto de El Karma


Andrew Corentt le enseña como usar el Karma para enriquecerse. Este libro le muestra la verdad mas profunda sobre este concepto.

Usted estará encantado al conocer esta verdad. Usted se enriquecerá con esta verdad. Mejorará sus relaciones. Obtendrá todo lo que desea.

La verdad del karma es que depende de usted mismo. Nada fuera de usted mismo lo castiga o lo premia. El karma no es algo que este fuera de su control. Usted gobierna al karma. El karma puede estar totalmente bajo su control.

Cuando usted lea este libro, el karma trabajará para usted. El karma le traerá todo lo que usted desea. Usted gobernará al karma totalmente.


Usted será dueño de su destino.






De lectura fácil y con un planeamiento completamente nuevo, el autor lo lleva por un fascinante recorrido que lo conduce a conocer su verdadero poder aquí en la tierra y en el cielo.

Andrew Corentt presenta en este libro verdades asombrosas con una claridad impresionante. Sin rodeos, ni ambigüedades. Directo al punto. Nada de medias verdades o amplias divagaciones. Todo directo y claro.



YO MEREZCO RIQUEZAS Y PODER. MEREZCO FELICIDAD.




Verdades explosivas



• Usted genera toda su Riqueza en su mente
• Usted crea todo su universo
• La ley de la Atracción es un error.
• Usted tiene poderes ilimitados
• Usted es exitoso.

• Usted afecta a su pasado tanto como a su futuro.
• Usted siempre ha tenido éxito
• Todas sus ideas sobre la economía, la vida y el universo son tan solo creaciones suyas



YO LO VALGO. YO SERÉ FELIZ.







Algunas de las cosas que aprenderá en esta increíble obra:



Por que la Ley de la Atracción es un error

La verdad acerca del Karma y como usarlo para enriquecerse

Como vencer todos sus miedos, dudas y limitaciones

Herramientas poderosas para obtener todo lo que desea

La diferencia entre consciente, subconsciente e inconsciente

Como afectar su pasado









Esto es lo que le sucederá con solo leerlo la primera vez:



Cambiará su visión de si mismo
Mejorará su autoestima
Comenzará a pensar seriamente en ser millonario
Se desarrollará en usted un deseo de hacer aquello que ama
Cambiara su visión del mundo para siempre
Se volverá feliz
Amará a sus semejantes y ellos lo amarán a usted
Su sensación de poder será increíblemente potenciada
Las culpas desaparecerán.







Esto es lo que le sucederá al leerlo continuamente:



Comenzará a tener ideas espontaneas que le generarán decenas de miles de dólares y en poco tiempo se volverá millonario
Vivirá en un estado de seguridad y armonía perpetuas
Se encontrará con felices coincidencias
Experimentará la más pura de las libertades
Las culpas desaparecerán completamente








Esto es lo que sucederá si lee, hace las prácticas y usa todas las herramientas proveídas en esta fabulosa oferta



Pronto estará gozando de una inmensa Riqueza.
Será todo lo que usted deseaba ser
Hará lo que ama hacer y con eso ganará millones
Gozará de una felicidad sin límites
Todo le será posible
Rejuvenecerá
Gozará de excelentes relaciones con su familia, amigos, socios, empleados, la comunidad y país.







Super Promoción por tiempo limitado

¿Cuánto Debo Invertir para Transformar mi vida?

Un libro como este,imagen YO SOY FELIZ, YO SOY RICO con información de poder, información que por sí sola cambiará tu mundo, no se habría publicado unos años antes. Esto vale oro. Muchos ni siquiera sueñan con lo que aquí está escrito. ¿Qué valor tiene para ti transformar tu mundo y su visión de él? ¿Qué valor tiene la libertad?

En este impresionante libro YO SOY FELIZ, YO SOY RICO: usted dispone de información que no encontrará en ningún otro lado de forma tan directa, clara y sencilla. y ademas con ejercicios sencillos.

YO SOY FELIZ, YO SOY RICO por ANDREW CORENTT

En este magnífico libro se presentan todos secretos para lograr cualquier deseo en la vida, la mayoría de las personas buscan felicidad, amor, paz, riqueza, espiritualidad, etc. ¿Cómo lograrla? Acá se muestran técnicas y métodos totalmente efectivos para programar en usted el éxito en el área que usted decida escoger, la verdad se ha revelado hasta ahora, si es bien decir muchas cosas importantes se han mencionado sobre la felicidad y la prosperidad, pero la historia no nos la han contado totalmente, es por eso que muchas personas aún no logran los grandes propósitos en la vida, cuando termine el libro YO SOY FELIZ, YO SOY RICO por ANDREW CORENTT su visión del mundo habrá cambiado, usted comprenderá el universo, sabrá cómo descubrir y usar el poder que está en su interior, su vida será maravillosa, irradiará paz y libertad…la oportunidad usted la ha atraído, la está leyendo en este momento, llegó la hora de ser un triunfador…adelante, usted ha elegido cambiar su vida para siempre…

Arturo Perez-Reverte: Moratinos sí LLora

Los hombres sí lloran. Y qué
Lo raro ya no es que un líder derrame lágrimas de tristeza o alegría en público sino la reacción machista e hiriente - Ellos exhiben cada vez más sus emociones pero aún existen límitesEl reto es "que los chavales se liberen del miedo a sentir", dice un sociólogo

NAIARA GALARRAGA 28/10/2010
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"La gente me observa. Aun así lloro. Tengo el hombro de Dios para llorar. Y lloro mucho. Lloro mucho en mi trabajo. Apuesto a que he derramado más lágrimas de las que usted puede contar". Con esta naturalidad contaba en una biografía el entonces político más poderoso del mundo, George W. Bush, su facilidad para el llanto. Miguel Ángel Moratinos no está solo. Ni mucho menos. Pero el escritor Arturo Pérez-Reverte le zahirió por llorar al despedirse como ministro de Exteriores, un cese inesperado: "Por cierto, que no se me olvide. Vi llorar a Moratinos. Ni para irse tuvo huevos", escribió el novelista en su Twitter el sábado a las 20.25.

* Los deportistas gritan cuando ganan y lloran después

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La llantina de Bustamante en 'OT' "fue un cambio cósmico"

"Casi todos estamos hartos de gente tan procaz y zafia", recalca un activista

Y claro, los internautas reaccionaron. Noventa y tantos lo rebotaron de inmediato. Y él respondió a las dos horas con una retahíla de perlas : "No se es menos hombre (hablamos del ministro Moratinos) por llorar. Nadie habla de eso" (a las 22.49), "A la política y a los ministerios se va llorado de casa" (22.52) o "Moratinos, gimoteando en público, se fue como un perfecto mierda" (22.53). Y el tema se convirtió en la sensación del momento en la red de microblogs. ¿Cómo gestionan los hombres sus sentimientos? ¿Cada vez se acepta mejor el llanto masculino en público? ¿Y la expresión de otras emociones? ¿El cambio ha llegado a la política?

La tradición pesa. Ya lo decían The Cure en Boys don't cry o Miguel Bosé en Los chicos no lloran . Y mucho antes, según una leyenda, se lo dijo a Boabdil su madre cuando abandonaban Granada tras la derrota: "No llores como una mujer por lo que no has sabido defender como un hombre". La tradición pesa, ahí está Pérez-Reverte, pero las actitudes cambian.

Erick Pescador Albiach, sociólogo experto en cuestiones de género, da un ejemplo de anteayer, de un grupo de discusión con adolescentes varones de 13 a 16 años en Sagunto (Valencia). El llanto fue uno de los asuntos tratados. "Reconocen que lloran, que lo hacen en presencia de amigos, por ejemplo. Y que lo admitan, que lo digan ante otros chavales... era impensable hace 10 años", asegura este especialista que da talleres en escuelas desde hace una década.

"Lloran pero con límites ¿eh? El límite anteayer era que los demás les consideren blandengues, mariquitas", cuenta. Persiste el miedo a parecer menos hombre. David Bustamante, con sus frecuentes llantinas en la primera edición de OT, "fue un cambio cósmico para los adolescentes", recalca este experto. Lo solía poner como ejemplo ante los estudiantes. Ahí estaba Bustamante, un hombre, un albañil, que se permitía el lujo de llorar en aquel programa que le descubrió como cantante. "Dejé de ponerlo como ejemplo cuando empezó a pegarse", explica.

El reto para Pescador es "conseguir que los chavales se liberen del miedo a sentir, porque así serán más libres, porque las emociones no debilitan a los hombres sino que les fortalecen". Este experto opina que el que un varón exprese en público ciertos sentimientos está mejor visto hoy, siempre y cuando la gente que representa el modelo de poder tradicional masculino -"como Pérez-Reverte", dice- no se sienta amenazada.

Moratinos es solo el ejemplo más reciente. "Es que los hombres también lloran", les dijo a sus compañeros socialistas el sábado pasado sobre sus lágrimas en el Congreso de los Diputados. Y tanto que lloran. Ahí van unos cuantos ejemplos que han dado la vuelta al mundo: el brasileño Lula da Silva lloró sin consuelo cuando Río de Janeiro ganó los Juegos Olímpicos de 2016 . Y no pudo contener el llanto por dos veces en una entrevista televisiva este verano. "Creo que estoy mayor", comentó al final. Un lagrimón sobre la mejilla de Bush hijo, en el homenaje póstumo a un héroe de una guerra, la de Irak, que él empezó -un uniformado que se echó sobre una granada para salvar a sus compañeros- fue portada en 2007. Barack Obama lo hizo al recordar a su abuela Madelyn, muerta horas antes, justo la víspera de ganar las elecciones. El príncipe Federico de Dinamarca no paró de llorar el día de su boda; por fin se casaba con Mary Donaldson, que, por cierto, no derramó una lágrima. El llanto, en la victoria y también en la derrota (y esto es menos frecuente en el deporte), es una seña de identidad del tenista Roger Federer . La Copa del Mundo convirtió a Iker Casillas en un mar de lágrimas. El presidente afgano, Hamid Karzai, lloró hace menos de un mes en un discurso televisado al explicar que si el país se pone aún más peligroso quizá tenga que enviar a su hijo Mirwais, de tres años, a vivir al extranjero. O el entonces primer ministro libanés, Fouad Siniora, en una reunión de ministros árabes en Beirut en plena guerra contra Israel. Suma y sigue.

"Debemos normalizar y no montar el espectáculo cuando un ministro llora al irse", argumenta Gaspar Hernández, periodista, escritor y presentador del programa Bricolaje emocional de la catalana TV3. Y explica por qué: "Porque cuando se está triste se llora. Y si se está alegre se ríe". Puede sonar a obviedad pero se ve que no lo es. Explica que contener el llanto "es cultural". "Es reprimir una emoción. Y para tener salud emocional es necesario gestionar y canalizar las emociones de modo adecuada". Sostiene que los españoles tienen mucho que mejorar. E Insiste: "No somos menos hombres por llorar ni somos más hombres por insultar o usar violencia verbal". Frente al ejemplo de Federer, quien a ojos de muchos es un tipo entrañable gracias a su llantina, este periodista recuerda el ejemplo de John McEnroe, que hacía exhibicionismo de su ira mal canalizada al destrozar raquetas. Advierte que una cosa es llorar cuando te lo pide el cuerpo y otra muy distinta es "exhibir las emociones sin sentido". Pone de ejemplo al casi eterno presidente del Barça Josep Lluís Núñez, "que convirtió el llanto en una marca de la casa, que lloraba para hacerse querer más. Y esa ya no es una gestión correcta de las emociones".

Ejemplos españoles también hay, por supuesto: Manuel Fraga lloró a lágrima viva al visitar Manatí, Cuba, donde se conocieron sus padres y él vivió de crío. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, no pudo evitar las lágrimas (y mira que se esforzó) al elogiar al veterano Fraga en 2007. El recién fallecido Manuel Alexandre lloraba a menudo. Javier Bardem también lo hizo, y a raudales, en la puerta de la sala donde se leyó el fallo que le dio la Concha de Plata en el festival de San Sebastián en 1994, o Alfredo Landa al recibir el Goya honorífico en 2008.

"Pérez-Reverte es una mina de comentarios machistas y misóginos, de defensa del hombre de siempre, del energúmeno de siempre", dice de entrada Hilario Sáez, miembro del movimiento Hombres por la Igualdad. No es, para nada, el único que lo opina. Sostiene que tiene "tirón en el sector masculino tradicional". "Pero el resto de la sociedad estamos hartos de gente tan procaz y zafia empeñada en los estereotipos". Para Hernández, uno de los promotores de la primera manifestación de hombres contra la violencia machista, en 2006, "lo que no nos permiten enseñar a los hombres es la vulnerabilidad". "El mundo masculino es un mundo de depredadores. Se pueden mostrar sentimientos pero en la dirección socialmente aceptada".

Eso nos lleva al terreno del deporte, a los futbolistas. "Puedes tocar a otro, tirarte encima de los compañeros cuando ganas. Pero no puedes llorar si pierdes. Si muestras vulnerabilidad, la gente te señalará como perdedor". Al sociólogo Pescador le parece que considerar los achuchones entre deportistas como reflejo del cambio es contraproducente. "Me parece contradictorio porque son cariñosos [en las celebraciones] tras ser extremadamente violentos [en el terreno de juego]".

Hernández, de Hombres por la Igualdad, define así al escritor: "No es ni neomachista. Este es machista de toda la vida. Un cartagenero chulo. Lo digo yo, que soy de Cartagena".

Pérez-Reverte no respondió ayer las llamadas de este periódico. El lunes escribió (a las 12.18) en su Twitter. "No esperaba este éxito. 2.000 seguidores nuevos en 24 horas, gracias al extinto ministro". Un minuto después añadió: "Si lo llego a saber, lo insulto mucho antes". Se despidió con una frase que es un guiño a los más fieles a Twitter: "Cualquier comparación con Chuck Norris es insultante. Chuck Norris no tiene ni media hostia". Y se fue a Italia a promocionar uno de sus libros.

Héctor Abad Faciolince

Héctor Abad Faciolince

Jaime A. Orrego

Illinois Wesleyan University

Esta entrevista se efectuó el 4 de Julio del 2006 en la sala patrimonial de la biblioteca de la Universidad EAFIT de Medellín.

J.A.O. En una entrevista usted hablaba de sus inicios como poeta a los 13 años y de los comentarios que recibía de Manuel Mejía Vallejo y Carlos Castro Saavedra. Por qué no nos habla sobre cómo era la relación de un adolescente con dos escritores tan importantes dentro de la cultura antioqueña.

H.A. Mi papá era muy amigo de los dos. Concretamente, Carlos Castro tenía una casa cerca de la casa de nosotros. Con Manuel mi papá y él habían nacido en Jericó, compartían un pasado en común. Incluso Manuel fue novio durante muchos años de una prima hermana de mi papá, una hija de una hermana de mi abuelo de apellido Santamaría Abad. Fueron novios durante muchos años. A esta prima de mi papá no la dejaron casar con Manuel porque era un bohemio. Toda la vida conservaron un amor muy bonito y muy intenso.

En realidad mis poemas yo se los entregaba a una poeta de Puerto Rico y Antioquia que se llama Olga Elena Matei quien era muy amiga de Manuel Mejía Vallejo. Yo era compañero del colegio de un hijo de ella, entonces yo le mandaba los poemas con su hijo. Pero ella además de leerlos y comentármelos, también se los mostraba a Manuel Mejía Vallejo. En una ocasión el me mandó unas anotaciones y unos comentarios sobre los poemas. En realidad nunca fue directamente. Con Carlos Castro era porque mi papá se los mostraba a él. Yo no estaba muy contento pues a mí no me gustaba mucho mostrar lo que escribía y estuve en desacuerdo que mi papá se los hubiera mostrado a Carlos Castro entonces eso se suspendió. Yo nunca estuve en el taller de Manuel. Lo conocí pocas veces a través de mi papá. Lo admiré mucho como escritor en lo poco que lo leí. Y solamente al final de su vida, cuando él había sufrido el derrame, lo visite algunas veces en Ziruma. Ya en ese momento él había perdido una de sus virtudes más grandes que era la de ser un extraordinario conversador como todo el mundo lo decía, entonces realmente me perdí esta faceta.

J.A.O. ¿Cómo fue recibido en su familia la noticia que quería dedicarse a las humanidades?

H.A. Yo creo que mi papá siempre tuvo el sueño de ser escritor. Tal vez a él le hubiera gustado ser escritor. Entonces el hecho que yo hubiera escogido esta profesión a él no sólo le gustaba sino que le entusiasmaba y la apoyó con muchísimo afecto. Yo empecé a estudiar medicina y no vi un gran entusiasmo de parte de él y cambié muchas veces de carrera y siempre me apoyo completamente en todos los cambios. Tuve la suerte de estar en un ambiente familiar muy propicio a las humanidades y también probablemente el hecho que dos de sus grandes amigos fueron Manuel Mejía Vallejo y Carlos Castro Saavedra. Él la ve como una profesión de mucho prestigio y mucho valor así no fuera de valor económico. Ninguno de los dos era rico, sobre todo Carlos Castro era bastante pobre. Mi papá lo tuvo que ayudar incluso económicamente; pero él contaba con un gran prestigio intelectual y espiritual para decirlo así, entonces siempre me apoyó mucho.

J.A.O. ¿Cómo ha sido crecer bajo la sombra de García Márquez?

H.A. Como afortunadamente yo soy de una generación muy distinta a la de él, yo lo veo más como un gran ejemplo; como un gran ejemplo de dedicación vital a un oficio y también como una esperanza. El que un colombiano logre imponerse en Estados Unidos, en Europa y en el mundo entero como escritor es algo muy difícil. Es como pensar que un poeta del Putumayo pueda imponerse en Bogotá. Todos sabemos que eso es muy difícil. Entonces él en realidad lo que ha hecho es abrirnos muchas puertas. Lo que ha hecho es demostrarle al mundo entero que un escritor colombiano de un país aparentemente el infierno, el culo del mundo, que también en ese sitio, en ese potrero, se puede escribir gran literatura. Entonces realmente García Márquez lo que es, es un motivo de orgullo y esperanza. Yo tuve la suerte de haberlo conocido, de haberlo tratado varias veces y siempre ha sido una persona de inmensa generosidad y amabilidad que lo que hace es ayudar y abrirte puertas. Además tengo la ventaja de no sentirme para nada un competidor de García Márquez. Para mí él es una figura inmensa, grandiosa y cuando estaba con él yo sentía que había tenido el gusto de conocer a un Nobel, al Nobel de las letras colombianas.

No por eso tengo que estar de acuerdo en todo lo que él hace. Políticamente tenemos diferencias. Yo pienso que él es un escritor extraordinario, mucho mejor escritor incluso que persona, siendo una buena persona. En Basura hay un capítulo del escritor que se siente apabullado por la grandeza de García Márquez. Tal vez al principio yo llegué a sentir eso, pero en realidad lo que yo digo es que las experiencias en las que crecimos son tan distintas que yo lo defino a través de una imagen. Cien años de soledad comienza con un niño al que le llevan a conocer el hielo. Nosotros ya crecimos en un período y con una técnica muy distinta. El hielo ya está en nuestras casas. Ya a nosotros lo que nos llevaron fue a conocer un muerto. Yo recuerdo muy bien el día que me llevaron a conocer un muerto.

J.A.O. ¿Qué piensa del movimiento creado por algunos escritores latinoamericanos llamado McOndo?

H.A. Yo lo que pienso es que García Márquez no puede ser imitado y ni debe ser imitado. Hay escritores en América Latina que se han dedicado a imitar a García Márquez en su estilo, en su temática y eso es lamentable porque no lo consiguen, no consiguen llegar a su nivel lúdico y poético. Incluso García Márquez a veces se ha imitado a sí mismo y eso ha sido malo para su literatura. Él es grande cuando sigue inventando cosas distintas. Entonces lo que hicieron los del grupo McOndo parece que publicitariamente les funcionó. Pero para mí es inútil. Yo no creo que haya necesidad de matar a los padres para poderse afirmar. Yo creo que con García Márquez ya podemos tener una relación mucho más serena, no de padre sino de bisabuelo. Mirarlo como un extraordinario escritor a quién no tenemos que imitar. Nadie está haciendo ahora realismo mágico, a nadie se le ocurre. Crecimos en condiciones muy distintas. No nos hace falta. Es mayor el ejemplo de su guía de trabajo, de su capacidad poética, pero no la imitación directa de su estilo la relación que tenemos con él.

J.A.O. ¿Cree usted que hay un intento ahora en los escritores colombianos de dejar de lado el campo y centrarse en la ciudad?

H.A. Creo que hay un gran cambio generacional. La mayoría de los escritores colombianos que tienen menos de 50 años ya no nacimos en pueblos sino que nacimos en ciudades y crecimos en ciudades. Mi papá, Manuel Mejía Vallejo, Gabriel García Márquez, todos ellos nacieron en pueblos. Es muy distinto donde pasa uno su infancia, su juventud. Ahora el campo para nosotros es otra cosa. Es el sitio donde uno va a visitar el pueblo de sus antepasados. El sitio donde, si tiene suerte, se puede conservar una finca familiar. Es un espacio bucólico, el más bonito, porque lo más agradable de Colombia es aquello que no ha sido tocado por el hombre. Lo que no ha sido tocado por el hombre es en Colombia el campo. Pero es también el sitio de la mayor violencia. Es el sitio donde secuestran, donde violan, donde sacan la motosierra, donde hay combates, entonces el campo tiene un valor doble. Por un lado el sitio de la belleza natural y por otro el sitio de la violencia asesina tanto como la ciudad o más que ella. Es como la idea de la selva para los antiguos escritores. Es el sitio donde deja uno de estar en un terreno seguro y se aventura a un lugar incierto. Entonces el campo puede tener ese doble valor, como lo incontaminado donde uno está tranquilo y en silencio y abandona la parte difícil de la ciudad, pero tiene también el valor del sitio más peligroso, entonces es muy ambiguo para la generación nuestra lo que el campo significa.

Hubo un momento en que ser del campo era ser rústico y montañero. Yo lo viví muy distinto en mi casa. Mi papá vivía muy orgulloso del pueblo donde él venía. Dos pueblos donde creció, Jericó en Antioquia y otro en el Valle del Cauca, Sevilla. En realidad durante más tiempo los liceos y los colegios públicos de los pueblos fueron mejores que los colegios públicos de las ciudades. Entonces de los pueblos venía gente mejor preparada, muchas veces, para la universidad que la gente nacida en la ciudad. Eso se ha deteriorado en los últimos años. Ya los colegios públicos de los pueblos están como los de las ciudades: mal. Pero durante un tiempo la educación pública estuvo mejor durante más años en los pueblos que en las ciudades. Yo tengo como te digo ese empeño de amor, del campo como lo natural dañoso y el campo como lo amenazante.

J.A.O. Hace unos años la profesora Luz Mary Giraldo desarrolló una antología llamada Cuentos Caníbales con los nuevos escritores colombianos. Algo que llama la atención es que la mitad de los escritores son de Bogotá. ¿A qué cree usted que se debe este fenómeno?

H.A. Yo he tenido suerte de poder entrar más o menos a Bogotá porque escribo desde aquí (Medellín) para una revista bogotana. A pesar de que me han ofrecido muchos trabajos en Bogotá nunca me he querido ir de Medellín. Yo he preferido seguir aquí. Yo siempre he dicho que si me voy de Medellín no me voy para Bogotá, me voy para algo mejor. Me voy para Berlín.

Es más fácil publicar si se está en Bogotá pues allí están las grandes editoriales. En Medellín solamente tenemos editoriales universitarias. Yo dirijo una afortunadamente. Pero de todas maneras Colombia no es como Argentina, o Chile o incluso Perú donde una ciudad reúne casi todo. Colombia es más un país de ciudades. En ese sentido es un poquito más parecido, sin parecerse y guardando las debidas proporciones, al caso de los Estados Unidos. Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena son ciudades importantes. Este no es un país donde la capital haya reunido todo el poder cultural, económico, político. Precisamente por eso vivo yo aquí. Yo creo que tenemos que hacer una especie de resistencia cultural para que ese centralismo político o económico no sea también un centralismo cultural. Yo por eso me resisto a irme y escribo para revistas bogotanas pero lo hago desde acá. No importa que sea más difícil, es más meritorio cuando lo logramos.

J.A.O. En esta antología hay varios escritores que son considerados de su generación como el caso de Santiago Gamboa, Mario Mendoza, Antonio Ungar y otros que no fueron incluidos como Efraim Medina. ¿Cómo se compara usted con ellos?

H.A. Yo los he leído a todos. Creo que para ustedes los académicos debe ser muy difícil formar grupos porque probablemente la tendencia de finales del siglo XX y principios del siglo XXI es que cada uno intenta escribir su propia obra independientemente de movimientos o de tendencias. Ustedes seguramente verán tendencias que nosotros no reconocemos pero que ustedes van a reconocer, por ejemplo temáticas en común, estéticas, retóricas que a mí me cuesta trabajo identificar como comunes. De los que mencionaste, hay algo que de todas maneras la literatura es una profesión que tiene como una especie de sociedad, donde hay amigos. Yo de este grupo soy bastante amigo de Santiago Gamboa. Yo he presentado sus libros, él ha hecho lo mismo con mis libros. Digamos que hay afinidades que no tienen que ser literarias, sino que hay dos personas que se ven y se caen bien o se caen mal, o se caen regular o no les importa. Con él tengo una afinidad personal de buena amistad. Él vive en París, si yo voy a París lo visito y si él viene a Medellín nos vemos. Pero no creo que los libros de él se parezcan a los míos. Pero a lo mejor se puedan encontrar algunos puntos en común como el problema de la inmigración, aunque tratado de distinta manera.

J.A.O. ¿Cuál es su opinión acerca de la novela sicaresca? ¿Cree usted que ayuda a crear más estereotipos tanto de Medellín como de Colombia?

H.A. Yo tengo el orgullo de haber creado esa palabra. La sicaresca apareció por primera vez en un artículo que yo escribí sobre esas novelas: La sicaresca antioqueña. Realmente se parece mucho a la picaresca en el sentido de que es una persona, por lo menos en los primeros libros, que narra en primera persona su vida de fechorías. Yo por experiencias vitales, directas, es decir, al familiar mío más importante lo asesinaron unos sicarios, nunca he sentido fascinación por los sicarios. He sentido todo lo contrario. He sentido rechazo. Y a mí me parece que la literatura colombiana se engolosinó con estos matones, en parte los justificó en algunas de estas narrativas. Y es como si las victimas no tuvieran ningún interés y el interés de la literatura colombiana se hubiera centrado sobre los verdugos, sobre los victimarios durante mucho tiempo. La novela que yo estoy escribiendo, y que voy a terminar y que espero publicar en octubre, es precisamente la otra cara de la novela picaresca; una novela sobre una víctima de los sicarios, que me parece una vida más interesante, más valiosa y muy distinta a esta especie de endiosamiento y creación de un mito de pobres muchachos desesperados que no les queda otra alternativa que matar. Yo sí aspiro a escribir algo muy distinto al regodeo macabro con los sicarios.

Obviamente no se puede negar, los sicarios existen por supuesto. Pero a mí no me interesa tanto la vida de los sicarios. Me interesa más la vida destruida. La vida que esos sicarios destruyen.

J.A.O. Ya que trata el tema de cómo la violencia lo ha afectado. En libros como Oriente empieza en el Cairo y Basura, se habla de lo difícil que es vivir en Medellín, y a diferencia de otros escritores como Santiago Gamboa, Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis y Fernando Vallejo usted vive en Colombia, ¿por qué lo hace?

H.A. Yo pasé toda mi juventud acá y estudié buena parte de la carrera acá. Cuando mataron a mi papá yo me fui de Colombia a raíz de unas amenazas a finales del año 87, el día de Navidad de ese año. Me fui con la intención de dejar de ser colombiano. Yo odiaba a Colombia y quise hacerlo y lo intente durante varios años. Quise volverme italiano y no lo conseguí. No lo conseguí porque uno es del sitio donde pasa su infancia y su juventud y siempre sentirá en otras partes, aunque esté muy bien, cierta pequeña incomodidad que si uno no la siente de todas maneras los otros se la hacen sentir. Aunque yo hablara italiano como un nativo prácticamente, después de una hora de conversación algo se me saldría y alguien me recordaría que yo no era italiano. Yo tenía un buen trabajo, yo era profesor de español en la Universidad de Verona. Pero de todas maneras yo sentía que este [Medellín] era el sitio donde se hablaba con el acento donde yo me sentía más cómodo, el sitio de mis recuerdos, el clima en el que me sentía más cómodo, el sitio donde estaban vivas y muertas las personas que yo más había querido o quería. Entonces quise volver y aquí vivo con las dificultades que tiene vivir en Medellín, con las limitaciones, pero también con el interés de que no todos nos podemos ir a vivir en el primer mundo, no tiene sentido y no quiero, y tampoco me gusta ese miedo, esa xenofobia que hay en el primer mundo contra nosotros. No todos nos queremos ir. Yo quiero hacer algo contrario y es tratar de construir un país del que nadie se quiera ir. Eso no lo puede hacer un escritor, pero al menos uno lo puede hacer en su vida, y con las personas que están alrededor de uno mismo, y en la medida de lo posible en sus artículos, en sus libros; tratar de producir una sociedad, un país, y una ciudad más vivibles y prefiero hacerlo desde aquí. Creo que tengo más capacidad de hablar, más autoridad moral si hablo desde aquí. Es más cuando me voy de aquí [Colombia] me molesta hablar de Colombia, mientras estoy aquí trato de hablar muy mal de Colombia.

J.A.O. Es interesante que mencione eso, pues a columnistas como Antonio Caballero y Daniel Samper siempre se les critica de lo fácil que es escribir acerca de Colombia desde el exterior.

H.A. Claro que hay que tener en cuenta también que ellos han sido amenazados. Si uno ha sido amenazado y se fue para salvar el pellejo también tiene razón en estar afuera. Probablemente si a mí ahora me volvieran a amenazar yo me tendría que volver a ir con todo el dolor. Pero tendría que ser una amenaza muy seria y muy directa. Yo voy a tratar de aguantar todo lo que pueda aquí.

J.A.O. Cambiando un poco de tema, se ha dicho que escribe dos libros al tiempo, y al leer Basura no pude dejar de pensar en si este libro representa dos libros.

H.A. Yo eso de que escribo dos libros al mismo tiempo, ni siquiera me había dado cuenta. Fue un gran editor y amigo mío, el subdirector de la revista El malpensante, Mario Jursich el que un día me dijo, “Héctor, ¿tú te das cuenta de que siempre escribes dos libros al mismo tiempo?” Entonces me puse a pensar en eso y es la verdad. Eso es algo que yo hago, después lo entendí, para superar el exceso de autocrítica. Trato de escribir dos libros de tonos muy distintos. Uno más serio y uno más jocoso. Así cuando me canso de un tono voy al otro tono y me calmo. Si me parece que estoy siendo superficial me voy al libro de tono aparentemente más profundo; y si me parece que me estoy volviendo muy pesado pues vuelvo al libro más frívolo y así me calmo y puedo seguir trabajando.

Basura es la conjugación de todo eso. Como escribo tantas cosas al mismo tiempo, me di cuenta que tenía mis cajones llenos con cosas a rebosar, de cosas con las que no sabía qué hacer y la trama, sugerida por un amigo, me permitiría, al menos fue inicialmente lo que pensé, poder salir de toda mi “basura” utilizándola en una novela. En realidad no fue así, y la “basura” que pude usar fue muy poca y tuve que inventarme la “basura” para que el libro funcionara. La intención inicial era aprovechar mi “basura” pero al final tuve que construirla porque si no quedaba muy postizo.

J.A.O. Su libro Oriente comienza en el Cairo forma parte de una colección de relatos de viajes de diferentes escritores hispanos. ¿Cómo ve ese tipo de literatura hoy en día?

H.A. Comercialmente no funcionó nada. De hecho el libro mío en España se vendió menos que todos mis otros libros. Claro que comercialmente no manejaron muy bien el proyecto. A Colombia trajeron ese libro a un precio exorbitante. Lo triste es que en España lo iban a picar y yo importé los libros que quedaban y hoy en día los estoy regalando. El de Santiago Gamboa (Octubre en Pekín) tuvieron que regalarlo con una revista de viajes en la cual sacaron una edición sobre China. Pero para nosotros los escritores fue una experiencia muy bonita porque nos daban una buena plata para viajar a ese sitio y yo pude estar dos meses en El Cairo escribiendo mi libro que lo acabé después al regresar. Para la editorial creo que este libro no fue bueno pero para mí fue una experiencia muy valiosa. Leí mucho sobre Egipto, conocí muy bien El Cairo y escribí un libro que a mí no me molesta, por el contrario, me parece muy agradable.

J.A.O. Con motivo de este mismo libro, usted visitó un país árabe poco antes del 11 de septiembre del 2001, ¿qué piensa de la nueva división de oriente y occidente creada después de los ataques de las torres gemelas en Nueva York?

H.A. Cuando yo estuve allá yo percibí una tensión muy grande. Sobre todo “los hermanos musulmanes” que es un grupo extremista egipcio muy fuerte. Se sentía ese odio muy acentuado por los Estados Unidos y en general por el modo de vida occidental. Lo malo es que yo creo que la política norteamericana después del 11 de septiembre y con la invasión a Irak, Afganistán, con su actuación en Irán y en Arabia Saudita, no está propiciando una mejor comprensión entre estas dos secciones del mundo sino que esas diferencias y esos odios se están ahondando. El terrorismo no sólo no ha sido derrotado sino que está aumentando. Yo creo que esa imposición a la fuerza de la democracia y de ciertos valores de tolerancia occidental no se pueden hacer a la fuerza mandando tropas, porque entonces ellos no van a identificar esos valores occidentales como algo valioso, como algo que propicia la libertad y la comprensión entre los pueblos sino todo lo contrario. En Irak Estados Unidos está mostrando el rostro más arrogante y el peor rostro de occidente. Habría que llegar con la Ilustración. Habría que llegar con libros, con enciclopedias, con críticas al fanatismo religioso. Pero cuando llegan defendiendo esas ideas con tanques y misiles, nadie va a creer en esas ideas. Se está mostrando un rostro con el que nunca van a convencerlos de que el sistema de libertades y democrático es mejor. Si se van y lo presentan así creo que es nefasto y que están consiguiendo el efecto opuesto. Están produciendo más terrorismo, más fanáticos, más gente adolorida y que siente que lo puede perder todo con tal de no ser humillados. Han humillado a estos países y a estas gentes de una manera escandalosa

J.A.O. ¿Cómo cree que este conflicto nos afecta a nosotros en Latinoamérica, y en Colombia específicamente?



H.A. Creo que nos afecta haciéndonos desaparecer. Ya no somos tan interesantes. América Latina en estos años de George W. Bush prácticamente ha sido olvidada. Tal vez por eso se le está complicando también la vida a Bush. En Latinoamérica están surgiendo una gran cantidad de gobiernos bastante anti-norteamericanos. Pero no es sólo Norteamérica, el mundo europeo se ha preocupado más o por las ex-republicas comunistas del oriente de Europa, o por los países islámicos. América Latina en este momento está en una especie de limbo en el que a nadie le importa mayor cosa lo que pasa en América Latina. Por supuesto cuando se vuelven más rígidas las políticas de inmigración, eso también nos afecta directamente porque hay más persecuciones, es más difícil quedarse. El muro que se está construyendo entre México y Estados Unidos es incluso como una paranoia creciente en la que se piensa que ya vienen los invasores, los malos que son siempre los extranjeros. La xenofobia es algo natural pero hay que mantenerla dominada, porque si no ésta nos domina del todo. No nos afecta positivamente, salvo que a veces que no lo vean a uno puede ser algo bueno. Nos molestan menos en los aeropuertos. Ya no somos el único foco de atención.

J.A.O. Manuel Mejía Vallejo escribió alguna vez que “el secreto para hacer obras geniales lo tienen únicamente los críticos; es decir, aquellos que nunca son capaces de hacer algo original”. ¿Cómo es su relación con la crítica?

H.A. No es fácil soportar que el trabajo que has hecho durante muchos años algunos lo maltraten y lo despachen en dos páginas. Hay cierta crítica de revista y reseñistas que son ofensivas por lo superficial. Hay algo todavía peor y es que te ignoren por completo. Que salga un libro tuyo y no haya ninguna crítica. Pero yo creo que en la academia hay por lo menos unas lecturas cuidadosas, pausadas, artículos largos interesantes, no carentes de observaciones críticas en el sentido negativo de la palabra, pero que en general son más que nada trabajos de comprensión y de lectores atentos. A mí me parece que el diálogo con esos lectores cuidadosos como son algunos académicos y los traductores es algo benéfico para lo que nosotros escribimos. Por supuesto, la mayoría de los escritores la única crítica que soportan es la que dice “obra maestra”. Y si no dicen eso todo les parece poquito. Yo creo que frente a la crítica hay que tener cierta paciencia y humildad y saber que realmente lo que luego va a pasar será lo que los lectores decidan al cabo de muchos años. Los libros no se escriben para los críticos. Se escriben para los lectores. Los críticos pueden orientar la lectura y pueden hacer que algunos libros no se olviden o renazcan después de haber sido olvidados. En general yo tengo una relación mental, porque casi nunca es directa con los críticos. Yo agradezco que alguien, de todas maneras, gaste horas, días y semanas de su tiempo tratando de leer y de entender las implicaciones de un libro mío. Cuando algo no me gusta, o no lo entiendo, que es lo que pasa muchas veces con la crítica contemporánea, igual lo respeto.

J.A.O. Continuando con la crítica, ¿cómo reacciona a los comentarios que le hacen los lectores a sus artículos en revistas como Semana o Soho?

H.A. Al principio, incluso cuando aparecía mi dirección en la revista Cambio, trataba de responder siempre las cartas. Pero lamentablemente eso crece tanto que ya es imposible tener una relación directa con los que escriben. El problema es que a veces esos mensajes son amenazantes. Entonces si uno no tiene el pellejo muy duro o ha sacado un cayo en el esternón lo puede afectar y si son amenazantes con mayor razón podría uno morderse la lengua para decir ciertas cosas. Entonces hay que leer esos comentarios pero con una coraza de protección psicológica para que no te afecten mucho.

J.A.O. ¿Cómo combina su labor periodística y creativa, cree que alguna influye en la otra?

H.A. Algunas veces, no muchas. Es inevitable que haya a veces en los libros fragmentos que parezcan un poquito ensayísticos. Pero la novela contemporánea creo que permite dentro de sí mucha hibridación. Eso es lo bueno de la novela, que uno puede tener pedazos poéticos, pedazos ensayísticos, pedazos auto reflexivos, pedazos narrativos sin que la novela pierda su esencia que es ser un género omnívoro.

El periodismo tiene dos cosas buenas. Por un lado me da para vivir pues es mi fuente de ingresos más importante. Y por otro lado me mantiene la mano caliente. La obligación de escribir semanalmente uno o dos artículos es buena. Yo creo que la escritura es también una práctica cotidiana y que tanto más lo haces, como los tenistas o los pianistas, te da una facilidad, una soltura que es útil también para cuando estás escribiendo ficción.

J.A.O. Ya para terminar, ¿qué proyectos tiene para el futuro?

H.A. Ya terminé el libro que se llama El olvido que seremos que es una novela testimonial sobre la vida de mi papá y su asesinato. También el libro trata sobre mi relación con él, sobretodo mi relación infantil y en ese sentido él tiene mucho de memorias.

Y ahora que me dan una beca y que me voy a ir un año sin compromisos de trabajo, entonces allí voy a tener otro proyecto que no está muy claro. Tenía uno que había empezado, como siempre, tratando de escribir dos cosas al mismo tiempo; un proyecto muy frívolo que estaba escribiendo al mismo tiempo que el libro de mi papá que era muy duro de escribir, que me costaba mucho escribir. Se llamaba “Memoria de un amante impotente” pero creo que ese no lo voy a seguir y espero en Berlín encontrar un proyecto o dos proyectos nuevos para desarrollar este año.

MARIO VARGAS LLOSA PUBLICA LIBRO SOBRE HECTOR ABAD

MARIO VARGAS LLOSA PUBLICA LIBRO SOBRE HECTOR ABAD

Según informa el diario madrileño El Pais en un extenso artículo del domingo pasado, el gran escritor peruano, quien recientemente visitara de la mano del Gran Maestre del Contubernio Héctor Abad Facio la hermosa ciudad de Cartagena de Indias donde estuvo una semana alojado en la suite presidencial del Hotel Santa Clara, una de las más encarecidas del mundo, [1500 dólares la noche], invitado por varios sectores del capitalismo financiero español bajo la coordinación del canario Juan Cruz del Grupo Prisa, enemigo en Colombia del Grupo Planeta, eventual ganador del Tercer Canal de Televisión en Colombia, donde el peruano empujó de la mano del antioqueño la nave de la reelección de Alvaro Uribe Velez al fondo de la bahía, acaba de publicar en Madrid, luego de escribir sobre García Marquez, Onetti, Baudelaire, Selene y otros mas, un extenso estudio sobre el hijo del Doctor Abad, fallecido en Medellin de bala, a pesar de que llevara en el bolsillo, como un exorcismo, un soneto de Borges titulado El olvido que seremos.
Según El Mundo de Madrid, Vargas Llosa recibió por las dos presentaciones en Cartagena de Indias, --unos 17 mil dólares americanos--, que han servido para cancelar parte del tratamiento de un raro padecimiento neurodegenerativo recientemente diagnosticado por el Doctor Alois Alzaimer en la clínica Kraepelin de Lima.
El libro sobre el joven escritor antioqueño, redactor de la página de cultura de El Espectador, diario del grupo Prisa, y antiguo jefe de redacción de cultura de Cromos, Semana, Cambio, Relator, La Patria, El Colombiano y más de otros cien diarios y revistas colombianas, trata fundamentalmente de la niñez de Abad Facio Lince, cuando lloraba mucho. Hoy, la gloria, se ha secado los lagrimales.
Según el libro del peruano, “al igual que le sucedió con Javier Cercas, le pidió a los dioses o al azar que fueran "benevolentes" con él y le dieran la oportunidad de conocer al escritor colombiano. Alguno de los dos le hizo caso y gracias a Juan Cruz el peruano conoció a Abad Faciolince en Hay Festival de Cartagena.
"Naturalmente, la persona estaba a la altura de lo que escribía. Era culto, simpático, generoso y conversar con él resultó casi tan entretenido y enriquecedor como leerlo. A los diez minutos de estar charlando con él en el Club de Pesca de Cartagena, bajo una luna llena de carta postal, algunas siluetas de roedores merodeando por el embarcadero y frente a un suculento arroz con coco, supe que sería un buen amigo y compañero para siempre, y que hasta el fin de nuestros días tendríamos en la agenda el tema de Onetti, que a mí me gusta mucho y a él lo aburre".
El libro concluye con una frase extraña: Elogiándoles se les hace más daño.

Anthony Robbins:Emociones Negativas

"10 señales para la acción: las emociones negativas." -última parte-
Según Anthony Robbins existen 10 emociones fundamentales que la mayoría de las personas tratan de evitar, pero que si les prestamos atención y comprendemos qué significan, podemos utilizar para impulsarnos a emprender la acción:

1. Incomodidad
2. Temor
3. Herida
4. Enfado
5. Frustración
6. Desilusión
7. Culpa
8. Inadecuación
9. Sobrecargado/abrumado
10. Soledad

Iremos viendo una a una con detalle en los siguientes posts, describiendo la emoción, interpretando el mensaje que nos transmite y viendo que acciones pueden emprenderse utilizando cada emoción



***Con esta entrega completamos las 10 emociones negativas para la acción. Si te has perdido alguna parte puedes leerlas en el Blog de Anthony Robbins en español.


Emoción 7: CULPA
Las emociones de culpa, lamentación y remordimiento son las que los seres humanos suelen evitar más en la vida, y en esto radica precisamente el valor del mensaje que nos transmiten. Son emociones dolorosas pero cumplen una función muy valiosa.

MENSAJE:
La sensación de culpa te dice que has violado uno de tus propios criterios y que tienes que hacer algo para asegurarte de no volver a violar ese criterio en el futuro. Si se vincula un dolor intenso a un comportamiento la persona terminará por cambiarlo y el apalancamiento más fuerte es el dolor que podemos causarnos a nosotros mismos.

La culpa constituye el apalancamiento definitivo para que cambiemos nuestro comportamiento. Sin embargo, si tratamos de afrontar la culpa negándola o suprimiéndola no funcionará, ya que la culpa no desaparece sino que se fortalece más.

El otro extremo es rendirse y sumergirse en la culpa, con lo que unido al dolor experimentaremos una incapacidad adquirida. Y esto no es el propósito de la culpa. Debemos comprender que está diseñada para impulsarnos hacia la acción capaz de crear el cambio adecuado.

ACCIÓN:
1- Reconoce que has violado uno de tus propios criterios o valores.
2- Comprométete absolutamente a lograr que ese comportamiento no vuelva a producirse en el futuro. Ensaya en tu mente, como reviviendo la situación y siendo capaz de enfrentarte a ella de una forma consistente con tus propios criterios personales. Al comprometerte decididamente a no permitir que ese comportamiento vuelva a producirse tienes el derecho de desprenderte de tu culpa.

Algunas personas se castigan mental y emocionalmente porque no logran cumplir con los criterios que han establecido para sí mismas en los diferentes aspectos de su vida. Como resultado acaban experimentando un sentimiento de inadecuación.


Emoción 8: INADECUACIÓN
Cada vez que tenemos la sensación de no poder hacer algo que deberíamos ser capaces de hacer aparece el sentimiento de "no ser digno de". A menudo hemos establecido un regla completamente injusta para determinar si somos inadecuados o no.

MENSAJE:
Esta emoción te está indicando que en la actualidad no alcanzas el nivel de habilidad necesario para la tarea que quieres llevar a cabo. Es una señal de que necesitas más información, comprensión, estrategias, herramientas o confianza en ti mismo.

ACCIÓN:
1- Pregúntate: "¿Soy realmente inadecuado o tengo que cambiar la forma en que percibo las cosas? Si tu sentimiento está justificado, el mensaje de la inadecuación es que necesitas encontrar una forma de hacer algo mejor de lo que has estado haciéndolo hasta ahora.
2- Cada vez que sientas inadecuación aprecia el valor que ello te transmite para cambiar. Recuerda que no eres perfecto ni tienes que serlo.
3- Encuentra un modelo a imitar, alguien que sea efectivo en el ámbito en el que te sientes inadecuado, incluso puedes entrenarte con esa persona. El proceso de decidir dominar ese ámbito y realizar aunque sólo sean pequeños progresos ya es suficiente para lograr que una persona que se siente incapaz de hacer una cosa bien empiece a convertirse en alguien que está aprendiendo.

Esta emoción es crítica porque cuando te encuentras en este estado anímico tiendes a caer en la trampa de la incapacidad adquiridad y empiezas a considerar el problema como algo insuperable, y no podría haber una mentira mayor que esta.

Emoción 9: SENTIRSE SOBRECARGADO
El sentirse cobrecargado conduce a la aflicción, a la depresión y a la impotencia. La aflicción se produce cuando tienes la sensación de que no hay ningún significado capacitador en algo que ha ocurrido. Esto puedo conducirte a pensar que nada puede cambiar la situación, que el problema es demasiado grande, que es permanente y personal.

MENSAJE:
Esta preocupación te transmite la necesidad de volver a evaluar lo que es más importante para ti en estos momentos. Te sientes abrumado porque estás tratando de afrontar demasiadas cosas al mismo tiempo, o porque intentas cambiarlo todo de la noche a la mañana; la sensación de impotencia perturba y destruye más la vida de la persona que cualquier otra cosa.

ACCIÓN:
Tienes que desarrollar inmediatamente una sensación de control sobre tu propia vida:

1- Decide cuál de todas las cosas que afrontas en tu vida son las prioritarias.
2-Anota todas las cosas que son importantes conseguir para ti y colócalas por orden de importancia. Sólo el hecho de anotarlas ya te procurará un cierto alivio.
3-Aborda lo primero que aparece en tu lista y continua emprendiendo la acción hasta que lo hayas dominado; luego aborda el segundo elemento. Afróntalas paso a paso, una a una.

Emoción 10: SOLEDAD
Todos hemos experimentado en alguna ocasión la sensación de soledad.

MENSAJE:
El mensaje es muy claro, necesitamos relacionarnos más con la gente. Sin embargo no significa intimar rápidamente con alguien o mantener una relación sexual; estas acciones no suelen eliminar el sentimiento de soledad.

ACCIÓN:
1- Darte cuenta de que puedes salir y establecer una relación inmediatamente. En todas partes hay personas solícitas para con los demás.
2- Identifica el tipo de relación que necesitas. ¿Una relación íntima? ¿Una buena amistad? ¿Alguien que te escuche? ¿Una persona con quien hablar y reír? Tienes que identificar tus verdaderas necesidades.
3- Recuerda aquello que hay de bueno en el hecho de sentirse solo: "Realmente me preocupo por la gente y me encanta estar con ella, Necesito descubrir qué tipo de relación debo establecer con alguien ahora mismo y luego emprender una acción inmediata para que eso se produzca."
4- Emprende una acción inmediata y relaciónate con alguien.

miércoles, 27 de octubre de 2010

The Top 10 Habits of Millionaires de Keith Cameron Smith (Los 10 Hábitos Principales de los Millonarios

The Top 10 Habits of Millionaires de Keith Cameron Smith (Los 10 Hábitos Principales de los Millonarios, no disponible en Español) es un libro corto, 100 páginas, fácil de leer, entender y aplicar en la vida cotidiana.

En pocas palabras, el autor es muy humilde al explicar su éxito personal, pero quizás excesivamente (incluso arriesgado) en su generosidad. No obstante, esa es una cualidad que voy a intentar poner más en práctica.

El libro está lleno de comentarios que merecen la pena, pero hay una cita en particular que le abre los ojos a uno:

Para el tímido en nuestra sociedad, el cambio es aterrador.
Para el que vive confortablemente, el cambio es una amenaza.
Pero para el que tiene confianza en sí mismo, el cambio es oportunidad!

¿Y cuáles son los 10 hábitos de los millonarios?

Coincidiendo con la mayoría de la literatura entorno a tener una vida próspera, personal, familiar y económicamente rica, (y ordenados de menor a mayor importancia):

Hábito 10. Los millonarios piensan a largo plazo.

La paciencia en un activo en la vida de los millonarios. La impaciencia es una desventaja en la vida de la clase media.

Hábito 9. Los millonarios hablan de ideas.

Grandes personas hablan de ideas, la persona media habla de cosas y la gente simple habla de otra gente.

Hábito 8. Los millonarios aceptan de buena gana el cambio.

El cambio nos enseña cosas nuevas que necesitamos aprender.

Hábito 7. Los millonarios toman riesgos calculados.

El fracaso es uno de los muchos profesores de la vida.

Hábito 6. Los millonarios aprenden y crecen contínuamente.

El éxito es un proceso.

Hábito 5. Los millonarios trabajan a cambio de beneficios, no salario.

Si trabajas a cambio de beneficios, no hay límite en cuánto puedes ganar.

Hábito 4. Los millonarios creen en que tienen que ser generosos.

No todos los millonarios son generosos, pero los felices lo son!

Hábito 3. Los millonarios tienen múltiples fuentes de ingresos.

Cuantas más fuentes de ingresos tengas, más probable es que te vuelvas millonario.

Hábito 2. Los millonarios se concentran en incrementar su patrimonio neto, no su salario.

Los millonarios hacen que su dinero trabaje duro para ellos. La clase media trabaja duro por su dinero.

Hábito 1. Los millonarios se hacen preguntas que empoderan.

Aprende a hacerte preguntas más allá de tu experiencia.

Smith te hará pensar como un millonario, y su enfoque de tres preguntas para cada situación, no tiene precio. Merece la pena leerlo

Keith Ferrazzi, escritor de Nunca Comas Solo

Keith Ferrazzi, escritor de Nunca Comas Solo acaba de publicar su nuevo libro Who’s Got Your Back (aún no está disponible en español pero es algo así como ¿Quién te cubre la espalda?) dónde comenta la importancia de tener 3 relaciones personales profundas.

La Universidad de Phoenix ha descubierto que, si tienes un compañero de estudio, la posibilidad de que termines tu carrera es tres veces mayor comparado con alguien que estudia solo.

El obispo T.D. Jakes dice que todos necesitamos a alguien que llore con nosotros cuando lloramos y alguien para alegrarse con nosotros cuando nos alegramos de algo.

Keith Ferrazzi dice que si tienes tienes 3 relaciones de confianza, estás listo para experimentar un nivel desproporcionado de éxito. En la investigación para el libro descubrieron que aproximadamente el 50% de los norteamericanos no podían identificar ni a una persona que les pudiera cubrir la espalda en caso de necesidad.

Si estás pasando apuros, quizás tu próximo paso no sea un título nuevo, un salario garantizado, un préstamo del banco, una patente o un número premiado de la lotería – sino un amigo en el que puedas confiar. ¿Cómo encuentras un amigo? Sé el amigo que todo el mundo está buscando.

En este post comentaba Cómo ganar amigos… y empleo.

sábado, 23 de octubre de 2010

Marina Rosell : Si me quieres Escribir

Si me quieres escribir
ya sabes mi paradero.
Si me quieres escribir
ya sabes mi paradero.
Tercera Brigada Mixta,
primera línea de fuego.
Tercera Brigada Mixta,
primera línea de fuego.

Aunque me tiren el puente
y también la pasarela.
Aunque me tiren el puente
y también la pasarela
me verás pasar el Ebro,
en un barquito de vela
me verás pasar el Ebro,
en un barquito de vela.

Diez mil veces que los tiren,
diez mil veces los haremos.
Diez mil veces que los tiren,
diez mil veces los haremos.
Tenemos cabeza dura
los del Cuerpo de Ingenieros.
Tenemos cabeza dura
los del Cuerpo de Ingenieros.

En el Ebro se han hundido
las banderas italianas.
En el Ebro se han hundido
las banderas italianas
y en los puentes sólo ondean
las que son republicanas
y en los puentes sólo ondean
las que son republicanas.

Los Libros De Wayne Dyer.

: Construye Tu Destino
:: El Cielo Es El Limite
:: El poder de la intención
:: La Fuerza De Creer
:: La Fuerza De Creer (.doc .pdf)
:: La Fuerza del Espíritu (.doc)
:: Los Regalos de Eykis (.doc .pdf)
:: Tu Yo Sagrado
:: Tus Zonas Erroneas (Audiolibros)
:: Tus Zonas Erroneas (doc)
:: Tus Zonas Erroneas (.pdf)
:: Tus Zonas Magicas
:: Tus Zonas Sagradas

Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar.

La Biblia tiene Cosas Muy Hermosas que me han Enriquecido como Persona

Los Habitos de Jesús:

1.-La Lectura
2.-La Conversación
3.-La Humildad
4.-El Amor
5.-La Empatia
6.-Mejorar El Mundo
7.-Alegria
8.-Vida Interior
9.-Conexión Cosmica
10.-Hacer lo que le conviene
11.-valentia
13.-Coraje
14.-Adaptabilidad

Los 100 Mejores Libros

1.-Los Habitos de Jesús...Jay Dennis
2.-Si el éxito es un juego estás son las reglas de Cherie Carter Scott
3.-El Desafio del Amor
5.-La Inteligencia del Corazón
6.-John Maxwell : Las Cualidades de un buen jugador de Equipo
7.-La Fuerza de Creer........WAYNE DYER
8.-La Fuerza del Proposito
9.-The Road less Travel
10.-Desde El Corazón de James Allen
11.-Como recuperar la Salud del Alma....Marina Palmer Carrillo
12.-Fernando
13.-Deepak Chopra
14.-Bernabé Tierno...........Aprendiz de sabio
La Fuerza del Optimismo
Los Pilares de la Felicidad

15.-Pedro Amador.....Autocoaching para Despertar
16.-Francesc TORRALBA La Inteligencia Espiritual

Mi Musica favorita

1.-Serrat.....Hoy puede ser un gran día
Mediterraneo
Cantares
2.-Ana Belen..Agapimu
3.-Humet....Hay que vivir
4.-Sheyla Durcal...No Dudaria
5.-Francis Cabrel....je l'aime a mourir
6.-Jorge Cafrune....Poeta
7.-Roque Narvaja....Limon y Menta

8.-Alex Fernando
9.-Atahualpa Yupanqui

Juan Bautista Humet: Uno de mis cantaautores Favoritos

Hay que vivir



Habrá que hacernos a la idea
que sube la marea
y esto no da mas de sí.

Habrá que darnos por vencidos
y echarnos al camino
que no hay nortes por aquí.

Al sueño americano
se le han ido las manos
y ya no tiene nada que ofrecer;
sólo esperar y ver si cede
la gran bola de nieve
que se levanta por doquier.

¡Hay que vivir, amigo mío!
Antes que nada hay que vivir,
y ya va haciendo frío,
hay que burlar ese futuro
que empieza a hacerse muro en ti.

Habrá que componer de nuevo
el pozo y el granero
y aprender de nuevo a andar.

Hacer del sol nuestro aliado,
pintar el horno ajado
y volver a respirar.

Quitarle centinelas
al parque y a la escuela,
columpios y sonrisas volarán.

Sentirse libre y suficiente
al cierzo y al relente,
mientras se va dorando el pan.

¡Hay que vivir, amigo mío!
Antes que nada hay que vivir,
y ya va haciendo frío,
hay que burlar ese futuro
que empieza a hacerse muro en ti.

Habrá que demoler barreras,
crear nuevas maneras
y alzar otra verdad.

Desempolvar viejas creencias
que hablaban en esencia
sobre la simplicidad.

Darles a nuestros hijos
el credo y el hechizo
del alba y el rescoldo
en el hogar.

Y si aún nos queda algo de tiempo,
poner la cara al viento
y aventurarnos a soñar.

¡Hay que vivir, amigo mío!
Antes que nada hay que vivir,
y ya va haciendo frío,
hay que burlar ese futuro
que empieza a hacerse muro en ti.

La Ciencia de Volverse Rico según Wallace Wattles

La Ciencia de Volverse Rico según Wallace Wattles
Posted on Julio 15, 2007 by Jose| 4 comentarios

El libro de Wallace Wattles es un manual práctico, según él mismo dice en la introducción y excluye expresamente todo intento de ahondar en la forma o método usados para llegar a los principios que prescribe. Esta idea me ha provocado graves problemas de interpretación.

En mis discusiones con mi amigo A. he comprendido cabalmente el significado de ese concepto. Y ahora que lo veo, pienso que ese es el aspecto más revolucionario del libro de Wattles. Todos los otros autores similares a él, como Napoleon Hill y otros, dan una versión justificada de la forma en que la prosperidad puede ser conseguida por el ser humano. Todos explican todo el universo, y los aspectos más variados de la vida humana son usados para justificar la obtención de la riqueza. En cambio Wattles solamente se concentra en un método práctico y pragmático para obtener la riqueza y la abundancia. Esto es un enfoque nuevo para mí, y como dije, suelo perderlo de vista muchas veces.

No es que lo olvide, pero tiendo a pensar en la cosmovisión de Wattles, en los fenómenos que plantea, y olvidarme que esto es similar a cuando leemos el manual del reproductor de DVD.

Este libro es pragmático, no filosofal. Un manual pragmático, no un tratado de teorías.(Wallace Wattles)

El manual del reproductor de DVD no explica el modo en el que funciona el equipo, sino se limita a indicarnos que hace cada tecla, de que manera el equipo obedece a cada comando. Asi es La Ciencia de Volverse Rico. Un manual que no explica ni demuestra absolutamente nada. Solamente nos dice como reaccionará la realidad ante los impulsos positivos o negativos de nuestra mente.

Esta practicidad es en cierto modo decepcionante para quien busque una explicación al funcionamiento de las cosas. Pero es muy interesante como planteo, dado que elimina toda duda relativa a la interpretación de los hechos. Crees y practicas el método Wattles o buscas las explicaciones en otro lado. Y debo reconocer que en mi caso me he perdido varias veces este concepto, tratando de interpretar lo que dice el libro a la luz de otros pensamientos, otras teorías o simplemente buscando extrapolar otras conclusiones más alla de lo estricto del método. Ha sido un error pero estoy en vías de corregirlo.

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Me estoy haciendo rico →
4 respuestas a La Ciencia de Volverse Rico según Wallace Wattles

1.
Alberto | Julio 16, 2007 en 2:48 am | Responder

Como buen aficionado al futbol recuerdo que un día un entrenador dijo: “no importa si juegas a atacar o a defender,tan sólo importa que tus jugadores lo sepan”. Esto es un ejemplo de la importancia relativa del método en comparación a la importancia vital de seguir un método.
Hay muchos modos de enriquecerse, a nosotros nos interesa el método creativo del Wattles, el único que pensamos como infalible y por tanto el ideal para nuestras aspiraciones. Pero seguramente nuestras posibilidades de éxito se diluyan en la medida en que le perdemos la cara a dicho método, si consideramos que una determinada forma de actuar nos llevará al triunfo debemos seguir sus directrices a rajatabla.
Entiendo que alguien crea que hay otro método mejor para hacerse rico (yo no se si lo hay o no) pero no entiendo que alguien que considere este método el mejor no actúe en consecuencia. Yo no puedo creer que debo subirme a una escalera para llegar a un armario elevado y en vez de subirme intentar pensar en por qué es la manera más eficiente de llegar a ese armario.
Los que lean esto deben saber dos cosas:
1-hay una ciencia para hacerse rico que no falla.
2-Si creen lo primero deben llevarla a cabo tal y como esta es explicada por su descubridor.
Espero que esto sirva de ayuda a quienes han decidido enriquecerse por el infalible método Wattles pero pierden sus horas descifrando como puede ser cierto, en lugar de dedicar su tiempo a hacerse ricos AHORA.
2.
Arturo | Mayo 12, 2010

martes, 19 de octubre de 2010

Sandra Graves: La importancia de la Pasión

Hola, me llamo Sandra Graves soy autora y motivadora personal. Nací en Panamá, la República de Panamá o puente del mundo. Ahora vivo en los Estados Unidos de América, donde termine mis estudios universitarios; el mismo sitio donde vivo feliz en compañía de mi familia. Desde hace varios años me he dedicado a inspirar y a compartir mis conocimientos con millares de personas en el mundo. Lo que más me apasiona es escuchar la voz y ver el rostro de felicidad de mi público. Tengo una personalidad muy dinámica y mis experiencias te enriquecerán. Después de mis clases espero que tú también puedas conocerme como “La Amiga Fiel” o “The Faithful Friend.”

CURSOS: Mejora Tu Calidad de Vida, Pasión Propósito Perseverancia (Mi Libro), Define y Vive Tus Objetivos, Éxito y Aceptación de Si Mismo, El optimismo y Las Afirmaciones, Cultivando Perdón y Paz. ¿Como Controlar la depresión; ¿Como Aumentar el Autoestima; ¿Como Manejar las Emociones; ¿Como Eliminar Dolores Del Pasado; ¿Cómo alcanzar el éxito, y Cómo ser feliz? También cursos sobre La Ley de la Atracción, Objetivo, Claridad y Metas, El Secreto del Amor y la Comprensión, El Liderazgo y Las Metas. Escribe Tu “Carta Personal” (Mi Libro).
Classes in English and Spanish

Ellen Gould Harmon de White conocida también como Elena G. de White

Ellen Gould Harmon de White conocida también como Elena G. de White (26 de noviembre de 1827 - 16 de julio de 1915) cristiana norteamericana, cuyo liderazgo llevo al establecimiento de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Los adeptos de esta iglesia la consideran además de líder eclesiástica como profeta para los tiempos modernos.

Ellen G. White fue una figura controversial en su tiempo, y aún genera muchas discusiones especialmente entre los otros grupos cristianos, así como de los no religiosos. Ella afirmó haber recibido visiones después de no cumplirse el segundo regreso de Jesús fijado para octubre de 1844 señalado por William Miller, a quien seguía Ellen White. Las visiones de la señora White dieron base para que el movimiento adventista considerara que en ella se manifestó el "Don de Profecía", lo cual dotó a sus escritos de gran importancia para los creyentes de esta denominación. Los adventistas creen que ella experimentó cerca de 2.000 visiones. Algunos pocos adventistas, los cristianos no adventistas y los no-religiosos consideran que sus visiones se debían a una supuesta epilepsia de lóbulo temporal resultado de una lesión sufrida a la edad de nueve años, de la cual no existen pruebas y nunca le fue diagnosticada.

Ellen G. White promovió el vegetarianismo, así como la evangelización y difusión del adventismo en diferentes lugares del mundo. Durante su vida escribió más de 5.000 artículos de periódicos y 40 libros; actualmente, incluyendo las compilaciones de sus 50.000 páginas de manuscritos se han publicado cerca de 100 libros, los cuales han sido traducidos a los principales idiomas del mundo. Algunos de los más populares son: El camino a Cristo, El deseado de todas las gentes, El Conflicto de los Siglos.

El Camino de Cristo de Elena White

Hermoso libro que hace una busqueda personal de su Dios.
Me encanta la gente que trata de crecer y de actuar mejor buscando a Dios.

Hay muchos libros en este Sentido.

A mi me gusta los que tratan de construir a Dios dentro de cada uno de nosotros

Y así actuar desde Dios como el trata de enseñarnos.

Unleashing Your Brilliance: Descubre tus Virtudes!!!!

Walsh Seminars is dedicated to personal growth - or as we like to call it, personal enrichment. We do this through self-improvement articles, books, audio, video, teleclasses, and workshops. The topics include accelerated learning, communication strategies, sales techniques, presentation skills, stress management, and self-hypnosis training.

When we studied people's needs, we began designing self-help guided self-hypnosis audio CDs. Originally, we focused on the challenges people face with change. This resulted in our popular CD, Expanding Your Horizons. Then we concentrated on how people interact with others and developed, Synergistic Relationships. These two were followed by, A Sound Night's Sleep and Taming Tension.

In collaboration with Medical Exercise Specialist Astrid Whiting, we created, Achieve Your Vibrant Healthy Body. Next, we addressed the reality that many people who take the initiative to help themselves, are later distracted in their efforts and their original intention. We call this, "shelf-help" and our answer was The Personal Growth Activator. We then consulted with the President of the Professional Organizers of Canada, Linda Chu and produced Ending Procrastination.

Unleashing Your BrillianceThe bestseller, "Unleashing Your Brilliance"

covers the wide field of accelerated learning.

It has a broader coverage than most books

on the subject. The foreword was written by

the star of The Secret - Bob Proctor.

To supplement all of the above, we have three videos. "Enriched Learning" is a 90-minute version of my workshop. It covers about 60% of what is contained in the book. "Beliefs & Behaviors" deals with how we are programmed as youngsters with patterns that last a lifetime. "Rewire Your Brain" takes people through three stages to achieve goals.

Recently released is Accelerated Healing. This is designed to help anyone with any ailment from a cold to cancer. It is based on the premises that stress is associated with over 80% of illness and pain, and that the body heals itself. Our hypnosis will simply be a catalyst.

domingo, 17 de octubre de 2010

Axel Fernando: Cantautor Argentino

Amo

Amo lo que veo y lo que ocultas
amo lo que muestras o insinuas
amo lo que eres o imagino
te amo en lo ajeno y lo que es mío
Amo lo que entregas, lo que escondes
amo tus preguntas, tus respuestas
yo amo tus dudas y certezas
te amo en lo simple y lo compleja

Y amo lo que dices, lo que callas
amo tus recuerdos, tus olvidos
amo tus olores, tus fragancias
te amo en el beso y la distancia
Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor sin doble filo
te amo y si pudiera no amarte
sé que te amaría aún lo mismo

Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor al dar lo mío
te amo con orgullo de quererte
porque para amarte yo he nacido
Amo lo que seas y lo que puedas
amo lo que afirmas, lo que niegas
amo lo que dices, lo que piensas
te amo en lo que mides y lo que pesas

Y amo lo que atrapas, lo que dejas
amo tu alegría y tus tristezas
te amo en la carne y en el alma
te amo en tus crisis y en tus calmas
Amo lo que pides y regalas
amo tus caricias, tus ofensas
amo tus instante y lo eterno
te amo en tu cielo y en tu infierno

Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor sin doble filo
te amo y si pudiera no amarte
sé que te amaría aún lo mismo
Y amo lo que amas, yo te amo
te amo por amor al dar lo mío
te amo con orgullo de quererte
porque para amarte yo he nacido

Keith Ferrazi: Quien te cubre Las Espaldas

Who’s Got Your Back Free Resources
Posted on February 18th, 2010 by admin

Lifeline Group Starter Kit
Welcome to the Lifeline Group Starter Kit, a companion resource to the “Do It Yourself” chapter of Keith Ferrazzi’s Who’s Got Your Back! That chapter, along with the info here, provides a basic process for launching your own formal, sustainable peer support group – also known as a “Lifeline Group”.

WGYB Excerpt
Behind every great leader, at the base of every great tale of success, you will find an indispensable circle of trusted advisors, mentors, and colleagues. These circles come in all forms and sizes and can be found at every level and in nearly all spheres of both professional and personal life. What they all have in common is a unique kind of connection with each other that I’ve come to call lifeline relationships.

In this informative excerpt from New York Times #1 Bestseller Who’s Got Your Back, you will learn why Lifeline Relationships are so important to your success and how some simple shifts in perspective can help you build closer relationships with those around you, more easily.

Discover Your Currency
Use the Personal Success Wheel to discover others’s goals and desires and how you might help them further their ambitions. We call your ability to help others achieve their goals “currency,” and you can use currency to build stronger relationships and enhance your network! Included is a simple exercise that you can do with a mutual support partner or accountability buddy to figure out what currency you have to offer.

What’s Holding You Back?
“All of us do things that keep us from reaching our best selves or achieving our full potential. By our very nature, it’s what makes us human.” – Keith Ferrazzi

Use this resource to identify the behaviors that may be holding you back. Work through these questions with an accountability buddy for maximum impact.

sábado, 16 de octubre de 2010

La Gacela Despierta cada Mañana Sabiendo que va ne

La Gacela Despierta cada Mañana Sabiendo que va necesitar ser más rapida que su competencia.


hoy tengo que correr más que el más rápido de los leones, si no quiero acabar devorada ...

Avanzar cada Día

* Libertad interior

* Comprometerse

* Una opción decisiva en la vida

* Actitud ante la dificultad

* El riesgo del autoengaño

* Decidirse a forjar el propio carácter

* Moral laica

* Cuestión de hábitos

* Decisiones latentes


Libertad interior

Sus padres, un hermano y su mujer habían muerto en las cámaras de gas. Él mismo había sido torturado y sometido a innumerables humillaciones. Durante meses, nunca pudo estar seguro de si al momento siguiente lo llevarían también a la cámara de gas, o se quedaría de nuevo entre los que se salvaban, o sea, entre aquellos que luego tenían que llevar los cuerpos los hornos crematorios, y retirar después sus cenizas.

Victor Frankl había nacido en Viena pero era de origen judío, y eso precisamente le había conducido hasta aquellos campos de concentración nazis de la Segunda Guerra Mundial. Allí experimentó en su propia carne la dura realidad de una tragedia que asombró y asombra aún al mundo entero. Fue testigo y víctima de un gigantesco desprecio por el hombre, de todo un cúmulo de vejaciones y hechos repugnantes que, por su dimensión y su crueldad, constituyeron una triste y dura novedad en la historia.

Frankl era un psiquiatra joven, formado en la tradición de la escuela freudiana, y fiel a sus principios, era determinista de convicción. Pensaba que aquello que nos sucede de niños marca nuestro carácter y nuestra personalidad, de tal manera que nuestro modo de entender las cosas y de reaccionar ante ellas queda ya esencialmente fijado para el futuro, sin que podamos hacer mucho por cambiarlo.

Sin embargo, aquel día, estando desnudo y solo en una pequeña habitación, Frankl empezó a tomar conciencia de lo que denominó la libertad última, un reducto de su libertad que jamás podrían quitarle. Sus vigilantes podían controlar todo en torno a él. Podían hacer lo que quisieran con su cuerpo. Podían incluso quitarle la vida. Pero su identidad básica quedaría siempre a salvo, sólo a merced de él mismo.

Comprendió entonces con una nueva luz que él era un ser autoconsciente, capaz de observar su propia vida, capaz de decidir en qué modo podía afectarle todo aquello. Entre lo que estaba sucediendo y lo que él hiciera, entre los estímulos y su respuesta, estaba por medio su libertad, su poder para cambiar esa respuesta.

Fruto de estos pensamientos, Frankl se esforzó por ejercitar esa parcela suya de libertad interior que —aunque estuviera sometida a tantas tensiones— era decisivo mantener intacta. Sus carceleros tenían una mayor libertad exterior, tenían más opciones entre las que elegir. Pero él podía tener más libertad interior, más poder interno para decidir acertadamente entre las pocas opciones que se presentaban a su elección.

Gracias a esa actitud mental, Frankl encontró fuerzas para permanecer fiel a sí mismo. Y se convirtió así en un ejemplo para quienes le rodeaban, incluso para algunos de los guardias. Ayudó a otros a encontrar sentido a su sufrimiento. Les alentó para que mantuvieran su dignidad de hombres dentro de aquella terrible vida de los campos de exterminio. Su vida, precisamente en aquel momento de tanto desprecio por el hombre, de un desprecio como quizá nunca lo había habido, allí, en medio de unas circunstancias en que una vida humana no valía nada, precisamente entonces, la vida de este hombre se hizo especialmente valiosa.

En las más degradantes circunstancias imaginables, Frankl comprendió con mayor hondura un principio fundamental de la naturaleza humana: entre el estímulo y la respuesta, el ser humano tiene la libertad interior de elegir. Una libertad que nos singulariza como seres humanos. Ni siquiera los animales más desarrollados tienen ese recurso: están programados por el instinto o el adiestramiento, y no pueden dirigir en nada ese programa, ni cambiarlo; es más, ni siquiera tienen conciencia de que exista.

En cambio, los hombres, sean cuales fueren las circunstancias en que vivamos, podemos formular nuestros propios programas, proponernos proyectos en la vida y alcanzarlos. Podemos elevarnos por encima de nuestros instintos, de nuestros condicionamientos personales, familiares o sociales. No es que esos condicionamientos no influyan, porque sí influyen, y mucho, pero nunca llegan a eliminar nuestra libertad. Y son esas dotes específicamente humanas las que nos elevan por encima del mundo animal: en la medida en que las ejercitamos y desarrollamos, estamos ejercitando y desarrollando nuestro potencial humano.



Comprometerse

Vivimos quizá una época histórica en la que hemos visto cómo grandes utopías han quebrado. Ahora, se mantiene vigente más bien —como señala José Antonio Marina— una utopía sin pretensiones, que había permanecido latente, oscurecida por la prepotencia de las demás. Se trata de la utopía ingeniosa. La nueva humanidad se siente cómoda en un ambiente poco agresivo, tolerante, en el que los individuos, liberados por desligación de la influencia de los demás, se disponen a probarlo todo. Se ha abolido lo trágico y se navega con soltura en una afectividad ingeniosa: divertida, no comprometida, y devaluadora de lo real.

Nuestro siglo, que ha sido, posiblemente, el más sangriento y trágico de la historia, justifica el descrédito de la seriedad, porque en el origen de las grandes tragedias que nos han conmovido aparece siempre alguien que se tomó algo demasiado en serio, fuese la raza, la nación, el partido o el sistema. La sociedad desconfía, con razón, de todo fanatismo. Hay un valor máximo, que es la libertad, y el resto son procedimientos para conseguirla. Le cuesta admitir cualquier afirmación sostenida con vigor. Cualquier norma excesivamente definida le asusta. Busca el vagabundeo incierto, el buen humor. Odia los tonos regañones y gruñones. Una consigna tácita nos ordena no tomar nada en serio, ni siquiera a nosotros mismos. Hemos descubierto las ventajas de la anestesia afectiva, todos somos divertidos, la publicidad adopta un tono humorístico, las costumbres son desenfadadas, las modas ingeniosas. Nada se libra de la atracción de la levedad.

Es cierto que hay que reconocer grandes conquistas a esta mentalidad. Entre otras cosas, haber barrido —literalmente— a toda una fauna de personajes bastante ridículos y prepotentes. Hay que reconocerlo y agradecerles sus servicios.

Sin embargo, es fácil comprobar que esa actitud de levedad produce frutos ambivalentes: pretende fortalecer el Yo, y acaba, sin embargo, propugnando un Yo débil, fluido e insolidario; en vez de exaltar la creatividad, que es lo que pretendía, engendra un sujeto errático y pasivo.

La huida de la realidad convierte al hombre en simple espectador de su vida. El rechazo del compromiso abre paso a una espontaneidad aleatoria, gracias a la cual el hombre es lo que le da la gana, es decir, lo que se le ocurre, es decir, una ocurrencia imprevisible. Las equivalencias impiden la elección, porque aunque hay abundantes solicitaciones, todas son equiparables y de carácter efímero.

Eludir el compromiso es eludir la realidad. Es ineludible comprometerse porque la vida está llena de compromisos: compromisos en el plano familiar, en el profesional, en el social, en el afectivo, en el jurídico y en muchos más. La vida es optar y adquirir vínculos: quien pretenda almacenar intacta su capacidad de optar, no es libre: es un prisionero de su indecisión.

Saint-Exupéry dijo que la valía de una persona puede medirse por el número y calidad de sus vínculos. Por eso, aunque todo compromiso en algún momento de la vida resulta costoso y difícil de llevar, perder el miedo al compromiso es el único modo de evitar que sea la indecisión quien acabe por comprometernos. Quien jamás ha sentido el tirón que supone la libertad de atarse, no intuye siquiera la profunda naturaleza de la libertad.



Una opción decisiva en la vida

Llega un momento en la vida del hombre, una vez superada la niñez, en que tiene una clara percepción de su propia personalidad moral. Aunque está claro que el bien o el mal está detrás de cada una de las decisiones puntuales que toma muchas veces cada día, puede decirse también que hay momentos de la vida en los que la persona toma opciones de tipo mucho más global.

Muchas veces, esas decisiones no se toman explícitamente, o son difíciles de situar con precisión en el tiempo, pero sin duda se toman. Porque en una vida coherente no caben las rupturas continuas: una cosa es tener fallos, que son comprensibles aun en personas que se esfuerzan seriamente por evitarlos, y otra bien distinta es que esos fallos sean graves y habituales, y que los justifiquemos con cualquier excusa.

Vivir con acierto exige una disposición de búsqueda solícita del bien, un compromiso claro y firme de dirigirse hacia él. Cuando se actúa así, pronto se comprueba que la libertad se ensancha cuando se compromete con la verdad y el bien.

El ser humano necesita saber, sin trivializaciones, lo que es bueno y lo que es malo. Cuando reflexiona con profundidad, comprende que la vida fácil sólo proporciona satisfacciones fugaces en medio de una insatisfacción general, descubre que su acierto en el vivir está necesariamente ligado a su desarrollo moral.

Sin embargo, la mayoría de las personas suele dedicar poco tiempo a reflexionar con profundidad, no se sabe bien por qué. Quizá se deba a que la reflexión va muy unida a la conducta diaria, y quizá advertimos que hemos de cambiar algo en nuestra vida, y nos cuesta hacerlo, y por eso rehuimos un poco pensar en ello.

Sin duda, errar es muy humano. Pero también es muy humano —y quizá más— el empeño por superar esos errores. Por eso, si en nuestra vida hay una ruptura, sobre la que casi ni nos atrevemos a pensar, debemos alertarnos. Porque si la vida va por delante de nuestro pensamiento, y nos encontramos actuando sin habernos dado casi tiempo a hacer elecciones razonadas, precisamente entonces resulta urgente decirnos, o que alguien nos diga: necesitas reflexionar.



Actitud ante la dificultad

«Trabajo como enfermera y llevaba unos meses atendiendo al hombre más desagradable que puedas imaginarte. Nada de lo que hacía podía satisfacerle. Nunca lo apreciaba, ni agradecía nada, ni mostraba ningún reconocimiento. Se quejaba constantemente y sacaba defectos a todo.

»El caso es que por culpa de aquel hombre llevaba un tiempo sintiéndome de bastante mal humor, pues atenderle me suponía mucho tiempo diario, y me enfadaba mucho, y esos berrinches me dejaban alterada para el resto del día, y al final eran los demás enfermos, mis compañeros y mi familia quienes más sufrían las consecuencias de mi estado de ánimo.

»Y fue entonces cuando una compañera mía, con la que tengo mucha confianza, tuvo el descaro de decirme que nadie podía herirme sin mi consentimiento, que en el fondo era yo quien elegía mi propio estilo de vida emocional que me llevaba a la infelicidad.

»De entrada, me pareció que su consejo era teórico e inaceptable. Pero estuve pensándolo unos días, hasta que me examiné a mí misma con verdadera sinceridad, y empecé a preguntarme: ¿soy en realidad capaz de influir en mi reacción ante las circunstancias que se presentan en mi vida?

»Cuando por fin comprendí que sí podía hacerlo, o que al menos podía hacerlo bastante más, entendí que el hecho de que yo me sintiera tan desgraciada era básicamente culpa mía. Y fue entonces cuando supe que podía elegir no serlo, que debía liberarme de esa extraña dependencia del modo en que me estaba tratando ese paciente. Aquello fue un descubrimiento que ha influido después mucho en mi vida, ahora lo veo, varios años después. Desde entonces, atiendo a ese tipo de personas de una forma distinta, ya no se me hacen odiosos, como antes. Es más, estoy convencida de que tratar con ellos me hace mucho bien.»

El relato de esta enfermera nos muestra que las circunstancias de dificultad, si se saben afrontar juiciosamente, suelen dar lugar a cambios en el modo de entender la vida, nos abren marcos de referencia nuevos, a través de los cuales las personas vemos al mundo, a los demás y a nosotros mismos de modo distinto, y nos permiten aumentar la perspectiva, madurar nuestros principios y alcanzar nuevos valores.

Es verdad que nuestra vida está bastante condicionada por muchas cosas que nos suceden y sobre las que apenas podemos actuar. Pero todas pueden superarse si se saben asumir adecuadamente.

Todos hemos conocido, por ejemplo, individuos que atravesaban circunstancias muy difíciles —una dolorosa enfermedad, una deficiencia física grave, un duro revés económico o afectivo— y, a pesar de ello, mantenían una extraordinaria fortaleza de ánimo.

Observar a esas personas, ver cómo afrontan el sufrimiento o superan el embate de una desgracia o una fuerte contrariedad, deja siempre una impresión y una admiración grandes. Son actitudes que dan vida a los valores que les inspiran. En ese sentido, puede decirse que las dificultades a las que nos vemos sometidos juegan, en cierta manera, a nuestro favor: las dificultades hacen lucir nuestra mediocridad, y nos brindan una espléndida ocasión de superarnos, de dar lo mejor de nosotros mismos.

Y de la misma manera que en su infancia y juventud las personas se curten y se superan a sí mismas con el esfuerzo ante la dificultad, y, por el contrario, la vida fácil las convierte en criaturas mimadas y endebles, de modo semejante, podría decirse que nuestra valía profesional, nuestro amor o nuestra amistad, maduran ante un ambiente difícil, arraigan con más fuerza y autenticidad en un entorno en el que no todo viene dado.

La historia apenas conoce casos de grandeza, de esplendor, o de verdadera creación, que hayan tenido su origen en la comodidad o la vida fácil. El talento no fructifica sino en la fragua de la dificultad. Quizá por eso decía Horacio que en la adversa fortuna suele descubrirse al genio, en la prosperidad se oculta.



El riesgo del autoengaño

Todo hombre sensato ha de tener una sana y equilibrada preocupación por saber si actúa bien o no, una reflexión positiva que nos haga estar prevenidos contra el autoengaño, puesto que en las vueltas y revueltas de la vida aparecen muchas ocasiones de obrar mal y apenas reparar en ello. Y aunque somos libres de elegir nuestras acciones, no lo somos tanto para eludir luego las consecuencias de esas acciones que hemos elegido.

Por ejemplo, podemos elegir tirarnos a la calle desde un quinto piso, pero no podemos eludir lo que nos sucederá cuando nos estampemos contra el suelo. De la misma manera, podemos optar por ser deshonestos o corruptos en nuestro trabajo, con nuestros amigos o con la sociedad, pero no podremos escapar de sus consecuencias.

Alguno podría objetar que hay bastante gente que sí escapa, puesto que, por desgracia, no todos los corruptos son descubiertos ni acaban en la cárcel. Y es verdad que las consecuencias penales o sociales quizá puedan eludirse, pues depende de que nos descubran o no, pero el daño personal que con cualquier quebranto ético se hace uno a sí mismo es ineludible siempre.

Somos libres de elegir ante cualquier situación, pero nunca podemos dejar de cargar con la otra cara de la moneda. Sin duda, muchas veces nuestras decisiones tendrán consecuencias que preferíamos no padecer, y hemos llegado a ellas por no saber bien qué había en la otra cara de esa elección, y es entonces cuando nos damos cuenta de que nos hemos equivocado. Sin embargo, no son nuestros errores lo que más nos daña, sino nuestra respuesta ante ellos.

Porque, como decía Cicerón, todos los hombres pueden caer en un error, pero sólo los necios perseveran en él. Cuando una persona no reconoce sus errores, no los corrige, o no aprende de ellos, se introduce en una espiral de autoengaño y encubrimiento que potencia esos errores y causa un daño mucho más profundo.

Todos tendemos en cierta manera hacia el autoengaño y el encubrimiento de nuestros errores. Por eso la educación del carácter requiere un serio esfuerzo personal en ese sentido: cuando cometas un error, no te escudes en tu debilidad, no te lances a señalar defectos de otras personas, a culpar o acusar a otros. Es verdad que también habrá culpa en otras personas, pero hay que evitar que esa parte de culpa ajena te impida ver la tuya. Cuando observes en ti un error, lo verdaderamente necesario es, simplemente, que lo admitas, te corrijas y aprendas de él: de esta manera, además, una experiencia negativa puede convertirse en algo muy positivo.

Y si ves que tu pensamiento deriva enseguida hacia cuestiones que están fuera de tu alcance —fuera del círculo de influencia de que hablábamos antes—, frena en seco y vuelve a empezar. Hemos de tener la valentía de descubrir y afrontar las áreas de error o de debilidad que hay que en nuestras vidas, para eliminarlas o reformarlas.

También será positivo conocer nuestras áreas de talento, para potenciarlas. En ambos casos el proceso de avance es muy parecido: establecer una meta personal, hacer un propósito de mejora y mantener un compromiso serio con uno mismo para cumplirlo (un compromiso serio y firme, pero también cordial y deportivo).



Decidirse a forjar el propio carácter

«Imaginen ustedes la escena —decía pausadamente Fred Smith, al inicio de una conferencia en Tennessee (USA) hace unos años.

»Sitúense en la sabana africana, a orillas del lago Victoria, por ejemplo.

»Una gacela se despierta por la mañana, con la salida del sol, y piensa: "hoy tengo que correr más que el más rápido de los leones, si no quiero acabar devorada por uno de ellos".

»A pocos kilómetros de allí, se despierta también un león e inicia su día pensando: "si no quiero morir de hambre, hoy tengo que correr al menos un poco más que la más lenta de las gacelas."

Smith hace una pausa más larga y, dirigiéndose al auditorio, concluye:

»No sé si el papel de cada uno de ustedes en su vida es hoy de león o de gacela. Pero, en cualquier caso, por favor, ¡corran!»

Aunque Smith se refería al fenómeno de la competencia en los mercados financieros, podemos aplicar esta imagen al esfuerzo por la mejora personal del carácter: en la vida de cualquier persona sucede algo semejante, nos puede parecer que las circunstancias en que vivimos son duras, incluso crueles, como esa sabana africana en la que hay que estar siempre corriendo para lograr comer y no ser comido.

Ante esa coyuntura, tan real como la vida misma, podemos dedicarnos a pensar en el porqué de nuestra situación, o en la causa de todo lo que nos sucede, o en lo que sea...; y seguramente serán reflexiones positivas, pero lo que no podemos hacer, mientras, es dejar de correr.

Lo queramos o no, la vida supone un reto permanente, que exige un esfuerzo y una exigencia constantes. De hecho, la mayor parte de los fracasos humanos son causados por una precipitada cancelación del esfuerzo, porque uno admite demasiado pronto que no es capaz de resolver un problema, o que el problema no tiene solución.

En estas páginas se abordan muchas cuestiones sobre las que quizá conviene reflexionar con hondura, porque son cosas importantes, necesarias, incluso decisivas. Pero lo que no podemos hacer es dedicarnos plácidamente a pensar en ellas y dejar de correr: o sea, creernos en algún momento que no es necesario poner esfuerzo en las cosas.

Hay que esforzarse, espabilar, correr..., y tanto si pensamos estar en el papel del león (peleando por alcanzar un objetivo) como si nos vemos más bien en el puesto de la gacela (intentando evitar un desastre). La vida es así, qué le vamos a hacer.

El león y la gacela no pasan el día en una carrera continua. Y por eso tampoco sería exacto decir que la vida es una simple y extenuante carrera, puesto que lo que importa no es simplemente ir más rápido o ganar más tiempo, sino nuestra capacidad de acertar en la diana. Y es verdad que hay muchos periodos más tranquilos, de respiro, de mayor calma, pero también hay otros momentos de largas carreras, en los que todo parece muy difícil, y podemos llegar a estar cansadísimos, y desanimarnos.

Son ocasiones en las que notamos el desgaste de un esfuerzo continuado en determinada dirección, y la tentación que nos acecha es muy sencilla: dejar de correr.

Cuando esto sucede, hemos de pensar que, como el león o como la gacela, es preciso seguir corriendo si es que queremos sobrevivir. En eso la vida no va a cambiar. Bueno, mejor dicho: cambiará si nos paramos, porque ése será el principio del fin.

Forjar con acierto el propio carácter no es una tarea fácil ni rápida. Sin embargo, sí es posible y asequible a todos, y, sobre todo, decisiva para el resultado de nuestra existencia.

Es preciso, primero, centrar nuestra vida en principios y valores acertados; después hay que cultivar con paciencia esa buena simiente, sin desfallecer, sabiendo que exigirá de vez en cuando irrumpir con decisión en esas zonas cómodas y oscuras de nuestra vida, donde buscan cobijo nuestros errores y debilidades, para arrancar de allí la maleza y lograr que no gane terreno en nuestra vida.

Si acometemos esa tarea con empeño, constancia y deportividad, en poco tiempo nos sorprenderemos del resultado.



Moral laica

Muchos padres y educadores están preocupados por la educación moral de sus hijos, alumnos, etc. Ven que bastantes de sus actuales problemas tienen la raíz en una deficiente o insuficiente formación básica en las convicciones morales, criterios de conducta, ideales de vida, valores, etc. Pero lo que más me llama la atención es que bastantes de esos padres y educadores, aun considerándose buenos creyentes, apenas cuentan con la fe a la hora de educar, y eso me parece un error de graves consecuencias.

Es cierto que se puede tener una moral muy exigente sin creer en Dios. Y también es cierto que existen personas de gran rectitud moral que no son creyentes. Y es verdad se pueden encontrar doctrinas éticas respetables que excluyen la fe. Pero no veo que ninguna de esas razones haga aconsejable que una persona creyente eduque a sus hijos como si no tuviera fe, o que ignore la importancia que tiene la religión en la educación moral de cualquier persona.

De entrada, no veo cómo puede existir una ética que prescinda totalmente de Dios y pueda considerarse racionalmente bien fundada, pues la ética se remite a la naturaleza, y ésta a su autor, que no puede ser otro que Dios. Además, una ética sin Dios, sin un ser superior, basada sólo en el consenso social, o en unas tradiciones culturales, ofrece pocas garantías ante la patente debilidad del hombre o ante su capacidad de ser manipulado. Una referencia a Dios sirve –y la historia parece empeñada en demostrarlo– no sólo para justificar la existencia de normas de conducta que hay que observar, sino también para mover a las personas a observarlas. El creyente se dirige a Dios no sólo como legislador sino también como juez. Porque conocer la ley moral y observarla son cosas bien distintas, y por eso, si Dios está presente –y presente sin pretender acomodarlo al propio capricho, se entiende– será más fácil que se observen esas leyes morales.

En cambio, cuando se prescinde voluntariamente de Dios, es fácil que el hombre se desvíe hasta convertirse en la única instancia que decide lo que es bueno o malo, en función de sus propios intereses. ¿Por qué ayudar a una persona que difícilmente me podrá corresponder? ¿Por qué perdonar? ¿Por qué ser fiel a mi marido o mi mujer cuando es tan fácil no serlo? ¿Por qué no aceptar esa pequeña ganancia fácil? ¿Por qué arriesgarse a decir la verdad y no dejar que sea otro quien pague las consecuencias de mi error?

Quien no tiene conciencia de pecado y no admite que haya nadie superior a él que juzgue sus acciones, se encuentra mucho más indefenso ante la tentación de erigirse como juez y determinador supremo de lo bueno y lo malo.

Eso no significa que el creyente obre siempre rectamente, ni que no se engañe nunca; pero al menos no está solo. Está menos expuesto a engañarse a sí mismo diciéndose que es bueno lo que le gusta y malo lo que no le gusta. Sabe que tiene dentro una voz moral que en determinado momento le advertirá: basta, no sigas por ahí.

Sin religión es más fácil dudar si vale la pena ser fiel a la ética. Sin religión es más fácil no ver claro por qué se han de mantener conductas que suponen sacrificios. Esto sucede más aún cuando la moral laica se transmite de una generación a otra sin apenas reflexión. Como ha señalado Julián Marías, los que al principio sostuvieron esos principios laicos como elemento de un debate ideológico, tenían al menos el ardor y el idealismo de una causa que defendían con pasión. Pero si esa moral se transmite a los más jóvenes, a los hijos, y después a los hijos de estos, sin ninguna vinculación a creencias religiosas, es fácil que ese idealismo quede en unas simples ideas sin un fundamento claro, y por tanto pierden vigor.

Cuando se niega que hay un juicio y una vida después de la muerte, es bastante fácil que las perspectivas de una persona se reduzcan a lo que en esta vida pueda suceder. Si no se cuenta con nada más, porque no se cree en el más allá, el sentido de última responsabilidad tiende a diluirse, y la rectitud moral se deteriora más fácilmente.

¿Y qué decir al que, a pesar de buscar a Dios, no tiene fe? Le diría que buscar a Dios es un paso importante, y que casi siempre supone tener ya algo de fe. Si la búsqueda es sincera, tarde o temprano lo encontrará. Yo recomendaría a esa persona que pensara en su propia conducta y en la verdad, que reflexionara sobre qué está bien y qué está mal, y que procurara actuar conforme a ello, pues tal vez es Dios precisamente quien se lo está pidiendo, y al obrar bien se dispone a descubrir a quien es la fuente del bien.

Hay ocasiones en que los motivos de conveniencia natural para obrar bien nos impulsan con gran fuerza. Pero hay otras ocasiones –y no son pocas–, en que esos motivos de conveniencia natural pierden peso en nuestra mente, por la razón que sea, y entonces son los motivos sobrenaturales los que toman un mayor protagonismo y nos ayudan a actuar como debemos. Prescindir de unos o de otros es un error moral y un error educativo de gran alcance. Por eso, los padres creyentes que dan poca importancia a la formación religiosa de sus hijos suelen acabar por darse cuenta de su error, pero casi siempre tarde y con amargura.



Cuestión de hábitos

Cuenta José Antonio Marina la historia de una chica que necesitaba hacer ejercicio y se propuso correr un rato un par de días a la semana. No le gustaba competir con otros, así que empezó a correr sola. Un día, un entrenador que ella conocía le dijo: “Deberías correr maratón”. Ella creyó que se trataba de una broma. Además, siempre había pensado que el maratón era extenuante y aburrido. Pero aquel hombre insistió hasta convencerla, y le hizo un plan de entrenamiento con unos objetivos precisos y bien calculados, que exigían un esfuerzo cada vez un poco mayor, pero siempre accesibles.

“Sin darme cuenta –explicaba ella–, empezó a ilusionarme la idea de aguantar un kilómetro más. Es un proceso curioso. Primero te inquieta, luego te fastidia mientras lo estás intentando y al final te sientes una estrella si lo consigues.”

El modo de dosificar las metas convirtió una tediosa tarea en una actividad estimulante. “El ejercicio me sentaba bien, comprometerme en una tarea larga me agradaba, me gusta competir un poco conmigo misma. También influyó saber que lo que consiguiera le importaba a alguien, a mi entrenador.”

Hay muchas fuerzas ocultas en cada uno que sólo alcanzan su eficacia cuando surge, como para aclararlas y fijarlas, un objetivo que pueda concretar y aunar esos impulsos confusos del deseo hasta hacerles tomar la forma y el atractivo de una meta. Ese proceso, por el que una serie de motivos vagos y dispersos configuran una nueva fuente de energía, es fundamental para hacer rendir el propio talento. Y es un proceso que casi siempre depende de nuestra capacidad de alcanzar hábitos que nos ayuden a gestionar bien nuestras aspiraciones, deseos y sentimientos, que muchas veces son confusos e incluso contrapuestos. Porque es frecuente que tengamos ganas de hacer algo pero no ganas de hacer lo necesario para conseguir ese algo. Se puede tener sed pero no tener ganas de caminar hasta la fuente. Se puede querer dar una alegría visitando a un amigo enfermo pero hay que vencer la pereza para levantarse e ir. Si no se tiene voluntad, sólo se logra hacer lo que se tiene ganas de hacer en ese instante, pero no se consigue nada fuera de ese corto plazo. Por eso la voluntad consiste en buena parte en adquirir el hábito de querer hacer las cosas, con lo que se produce la paradoja de que querer es una cuestión de hábitos.

Al correr, esa agilidad, esa zancada larga, rítmica, resuelta, es como una representación de la libertad, sobre todo cuando uno ha experimentado antes la esclavitud del jadeo, del ahogo y del cansancio. Por eso el entrenamiento es un gran logro de la inteligencia y de la voluntad. Cuando se ha adquirido cierta destreza gracias a los hábitos, la espontaneidad produce grandes creaciones; pero si no se tiene esa destreza que nace del esfuerzo por adquirir hábitos, la espontaneidad suele ser desastrosa.

El influjo y la sutileza de la propaganda y la masificación fomentan una sumisión aceptada y confortable de lo espontáneo. Somos solicitados por la fascinación de ser elementos pasivos de lo que nos apetece, y entonces rodamos dócilmente por esa pendiente, hechizados por el poder anfetamínico de su cálida retórica. Pero sabemos que al final siempre nos encontramos de nuevo abajo, otra vez decepcionados y frustrados por no tener los hábitos que realmente deseamos. Nos topamos, como siempre, con la terca realidad del esfuerzo, con la necesidad de cultivar hábitos inteligentes y con la evidencia de que lo que queremos no siempre coincide con lo que nos apetece.



Decisiones latentes

Julien Green describe con maestría ese proceso personal, íntimo, por el que todas las personas escuchamos en nuestro interior una llamada a la responsabilidad, a ser mejores, y que unas veces escuchamos y otras no.

Una página de su diario lo expresa muy bien: “Tal día de tu infancia, mientras jugabas solo en el cuarto de tu madre y el sol brillaba sobre tus manos, vino hacia ti cierto pensamiento, ataviado como un mensajero del rey, y tú lo acogiste con alegría, pero más tarde lo rechazaste. Y aquel pensamiento te hubiera guardado, sostenido. Cuando caminabas bajo los plátanos de tal avenida, y tu primo te dijo tales palabras, comprendiste en seguida que aquellas palabras te llegaban de parte de Dios, pero luego las olvidaste, porque contradecían en ti el gusto del placer. Y tal carta, que rompiste y tiraste a la papelera, te habría disipado aquellas dudas, pero tú no querías cambiar...”.

Algunas de esas ocasiones tienen una trascendencia especial. Son segundos que parecen decidir nuestro destino. Y no son algo accidental o inopinado, sino el fruto de una larga serie de actos sutilmente ligados entre sí. Son instantes que parecen impuestos por un misterioso impulso, sin ningún debate interior, pero esa aparente ausencia de deliberación no implica falta de libertad. Nuestros actos interiores, esos mil pequeños detalles que registramos en nuestro interior casi sin darnos cuenta, todas las numerosas y minúsculas negativas que dejamos pasar cada día, tejen poco a poco, a nivel consciente o subconsciente, un entramado interior. Y un día, quizá con ocasión de un suceso mínimo, incluso indiferente en sí mismo, surge en nosotros una idea o una convicción que parece nacer ya formada de nuestra mente, como Atenea surgió de la frente de Zeus. Parecen actos o pensamientos espontáneos, pero en realidad expresan el resultado de una batalla que se venía librando desde tiempo atrás en un nivel muy personal, en pequeños hábitos ocultos, en pensamientos velados, en complicidades interiores. Y llega un momento en que nuestra conciencia está parcialmente enajenada, enredada en esas mallas que se han ido tejiendo con el tiempo y que impiden la expresión de nuestra libertad verdadera.

De manera semejante, nuestras buenas acciones, nuestras aspiraciones al bien, hasta nuestros más insignificantes actos de generosidad, tejen a su vez otra red profunda, que también aflora un día en decisiones personales importantes. Igual que el hábito de los muchos “noes” trae un “no” a la hora de la verdad, el hábito de responder que sí a los embajadores de la verdad es lo que endereza nuestra vida. Green cuenta en su diario un pequeño ejemplo. “La primera vez que pensé en la muerte como un acontecimiento al que yo no escaparía, tenía unos veinte años. Fue en el jardín de mi tío, en Virginia. Evidentemente, sabía que tenía que morir, pero, como dice Bossuet, no lo creía. Aquel día entreví lo que podía significar el hecho de morir. Supuso una especie de revelación interior, y aquel pensamiento tan sencillo –tú también morirás– puedo afirmar que me cambió por dentro”.

Vivimos en medio de una sucesión de decisiones que conforman nuestro modo de ser. Y no siempre es fácil acertar. Sería simplista pensar que cuando cerramos nuestro corazón a la llamada del bien viene de inmediato un sentimiento de angustia. Es más, puede haber incluso un inicial alivio interior, un sentimiento de liberación, de mayor posesión de uno mismo, como de un peso que uno se ha quitado de encima, de una responsabilidad que ha dejado de pesar sobre nosotros. El rechazo del bien no siempre va acompañado de remordimiento, pues el hombre que se desliza por la pendiente del mal vive en una especie de magia que le fascina. El mal puede resultar atractivo, y el bien, mientras no lo gustamos, puede parecer insulso e irreal. Sólo a la larga el mal descubre la saciedad que oculta, y luego no siempre resulta fácil salir de él. Por eso es preciso guardar nuestro propio corazón, velar por la sensibilidad de sus puertas, pues de lo contrario pronto nos encontraremos invadidos por un tropel de imágenes y pensamientos que hipotecan nuestra vida.